Lexus LBX (2024) | Impresiones de conducción

21/12/2023 |Javier Moltó

Todas las versiones del Lexus LBX tienen el mismo sistema de propulsión híbrido (motor de combustión de gasolina y motor eléctrico) que da una potencia conjunta de 136 CV

El tacto del sistema híbrido y su funcionamiento es muy agradable mientras no se le exige que aporte mucha aceleración. El LBX es un coche perfecto para conducción tranquila en entornos urbanos y en autovías sin grandes pendientes. Es cómodo de suspensión y con un paso por curva agradable, con buena precisión y tacto de la dirección. Salvo en movimientos bruscos del volante, el balanceo no impide un buen guiado.

Este funcionamiento agradable cuando se le exige poco, en zonas urbanas y en carreteras poco exigentes, se convierte en una respuesta ruidosa y poco agradable cuando se demanda potencia para un adelantamiento rápido o para superar una pendiente sin bajar la velocidad. El motor se revoluciona mucho con una subida de régimen que no va acompasada con un incremento de la velocidad equivalente. Este sistema híbrido funciona así. Es conocido en Toyota y Lexus. No son coches adecuados para viajar a velocidad viva por carreteras de montaña, ni para realizar adelantamientos frecuentemente.

El motor de gasolina es de tres cilindros y funciona con suavidad, incluso a regímenes altos. No es que suene de forma extraordinaria, pero el incremento de sonido no va acompañado de una aceleración proporcional y resulta quizá resulta más molesto por este motivo que por el ruido en sí. Su potencia máxima es de 91 CV. La del motor eléctrico es de 94 CV. Si existiera la posibilidad de sumar sus potencias íntegramente el LBX alcanzaría los 185 CV. Pero la realidad no es así porque los picos de sus curvas de potencia no coinciden y por ese motivo al final el LBX se queda con 136 CV.

De hecho, esta potencia es la que anuncia también para la versión de cuatro ruedas motrices (4x4), aunque tiene un motor eléctrico adicional situado en el eje posterior y que recibe energía de una batería idéntica a la utilizada en las versiones de dos ruedas motrices. La potencia máxima de este motor eléctrico adicional es de únicamente 6 CV, por lo que en realidad sólo sirve para proporcionar capacidad de tracción en situaciones especiales, como un atasco en la nieve. Es más, la actuación de este motor está limitada a velocidades inferiores a 70 km/h.

Las versiones con tracción total son casi 100 kg más pesadas que las de dos ruedas motrices y según los datos facilitados por Lexus aceleran peor y consumen más (ficha comparativa). Para completar la ecuación son considerablemente más costosas. No he podido conducir unidades 4x4, pero los datos facilitados por Lexus invitan a pensar que salvo casos muy específicos de uso del coche (a mí no se me ocurre ninguno, pero seguro que hay a quien le pueda compensar), las versiones 4x4 sólo aportan inconvenientes y ninguna ventaja útil.

La capacidad de la batería, según la información suministrada por Lexus, es de 1 kWh, un tamaño habitual en coches de este tipo. En mi recorrido con el coche, que incluía recorrido urbano, carretera y autovía, he obtenido un consumo de 5,7 l/100 km. Al principio de la prueba, con el motor frío, el consumo por ciudad ha sido considerablemente alto, en el entorno de los 8 litros. Sólo he probado a acelerar con decisión en tres ocasiones y durante unos pocos cientos de metros en un recorrido de alrededor de 200 km, por lo que la influencia en el consumo de estos acelerones puede considerarse insignificante.