El Volkswagen T-Cross es un SUV de 4,13 metros de longitud (5,3 cm más que un Volkswagen Polo), amplio por dentro y con un maletero de 385 litros (mediciones del interior). Está en venta desde 22 410 euros (precios de toda la gama), un dato que le coloca como uno de los modelos más caros entre sus alternativas, entre las que se hallan el Citroën C3 Aircross, el Hyundai Bayon, el KIA Stonic, el Opel Mokka y el SEAT Arona (listado comparativo).
Únicamente se puede pedir con motores de gasolina, de 95, 116 y 150 CV. Ninguno de ellos está hibridado, por lo que a todos les corresponde el distintivo medioambiental C. El cambio de marchas puede ser manual o automático y la tracción es siempre en las ruedas delanteras. Hemos probado la versión de 116 CV, cuyo motor de tres cilindros vibra y suena poco y da una relación entre prestaciones y consumo notable. También hemos conducido el T-Cross de 150 CV. Más información en las impresiones de conducción.
El T-Cross modelo-año 2024 es una puesta al día del T-Cross modelo-año 2019. No tiene modificaciones que impliquen un cambio del espacio interior ni de las cualidades dinámicas. Por esa razón, prácticamente todos los apuntes que escribimos en relación al T-Cross de 2019 mantienen su validez con el modelo de 2024: impresiones del interior e impresiones de conducción del T-Cross 2019.
¿Cuáles son las principales novedades del T-Cross 2024?
Uno de los cambios más evidentes es el encaje de la pantalla central en el salpicadero, en el T-Cross 2019 está encastrada (imagen) y en el T-Cross 2024 está ligeramente separada (imagen). Esta nueva disposición no mejora ni empeora su accesibilidad, que sigue siendo buena. Por otro lado, hay nuevos materiales textiles para forrar los asientos, nuevas molduras ornamentales y más piezas hechas con plástico acolchado. El T-Cross transmite una buena impresión de calidad.
La instrumentación es siempre de pantalla, mientras que en el T-Cross 2019 había una tradicional de agujas para las versiones menos costosas (imagen). Hay dos variantes de instrumentación, una con menos posibilidades de personalización de la información y otra con más. Esta última, que es la que hemos probado, nos gusta por la cantidad de datos que puede llegar a mostrar y porque estos están organizados para leerlos sin problema con un vistazo rápido.
Los sistemas multimedia también reciben una actualización y ahora son cuatro los disponibles: Composition, Ready 2 Discover, Discover Media y Discover Pro. Los dos primeros cuentan con una pantalla de 8,0 pulgadas y los dos últimos, con una de 9,2. Todos son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, excepto el Composition, que sí requiere de conexión por cable.
Hemos probado el Ready 2 Discover y nos parece que se trata de un equipo intuitivo y que detrae poca atención de la conducción. La resolución es correcta, los gráficos son modernos y la velocidad de respuesta es buena. Entre los menús hay uno destinado a la climatización, aunque no es necesario acceder a él para realizar ajustes en el sistema de ventilación, pues para ello hay un módulo de control específico por debajo de las salidas centrales de aire (imagen).
Otra novedad es el añadido de los faros LED Matrix al listado de equipamiento. Son de serie con R-Line y opcionales en el resto. No podemos opinar sobre ellos porque la unidad de prueba no los traía.
Habitáculo y maletero
El T-Cross es el SUV más pequeño de Volkswagen, pero no por ello es un coche pequeño por dentro. Al contrario, pues en su habitáculo hay espacio para alojar con comodidad a cuatro adultos de 1,85 metros de estatura. En la fila posterior de asientos hay más hueco para las piernas que en un Citroën C3 Aircross, un Kia Stonic, un Ford Puma y un Opel Mokka; el Hyundai Bayon es mejor que el T-Cross en esta medición. La altura entre la banqueta y el techo también es buena, aunque similar a la de las alternativas recién citadas, con la excepción del Puma y el Mokka, que son peores (tabla comparativa de mediciones interiores).
Como en el T-Cross 2019, la banqueta trasera se puede desplazar longitudinalmente 14 centímetros, algo que no puede tener el Hyundai Bayon ni el Ford Puma, pero sí el Citroën C3 Aircross. De esta forma, varía el espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas posteriores y el maletero, entre un máximo de 455 litros y un mínimo de 385. Tomando este último dato como referencia, el T-Cross tiene menos capacidad que el Bayon (411 l), el C3 Aircross (410 l) y el Puma (401 l). Listado comparativo de SUV de entre 4,00 y 4,20 metros de longitud ordenador por volumen de maletero.
Al igual que en el modelo precedente, el respaldo de la plaza del copiloto es abatible, con lo que queda una superficie de carga de prácticamente 2,40 metros de longitud (imagen). Para ampliar la información sobre el habitáculo y el maletero, recomendamos leer las impresiones del interior del T-Cross 2019.
Hay una mejora en la carga vertical que puede soportar la bola del remolque, que ahora es de 75 kilogramos en lugar de 55. Es una medida pensada, entre otras cosas, para transportar bicicletas eléctricas, que son mucho más pesadas que las tradicionales.
Equipamiento y otros datos
El Volkswagen T-Cross 2024 está disponible con cuatro niveles de equipamiento: básico, Life, Más y R-Line. Todos llevan de serie elementos como los faros de ledes (imagen; son matriciales en R-Line, este es su aspecto), climatizador, instrumentación de pantalla, sensores de aparcamiento delanteros y traseros (solo traseros en el nivel básico), banco de la segunda fila desplazable longitudinalmente, alerta por cambio involuntario de carril y programador de velocidad. Aquí se puede consultar el listado de equipamiento con mayor detalle.
La paleta de colores para la carrocería es nueva y aquí ocurre una cosa curiosa. En la primera información que Volkswagen público sobre este coche (en julio de 2023), los colores tenían denominaciones como «Amarillo Grape», «Azul Clear Metallic» y «Rojo Kings Metallic». Sin embargo, en marzo de 2024, Volkswagen España decidió tomarse con más humor este tema y cambiar los nombres por otros como «Amarillo Chillooón», «Azul Azulillo», «Rojo, Rojo», «Blanco, y punto», «Tirando a beige», «Gris Grisáceo», «Negro Oscuro» y «Plata Plateado». Es una manera simpática de reírse de ese lenguaje petulante y ridículo que en ocasiones el sector de la automoción, ellos mismos incluidos, utilizan para designar los colores.
El T-Cross se fabrica en las instalaciones que Volkswagen tiene en el Polígono Industrial de Landaben, en Pamplona (Navarra). Allí también produce el Polo (desde 1984) y el Taigo (desde 2021). Dicha planta fabricó 288 088 coches en 2022, de los cuales 154 151 fueron T-Cross (el 54 %).