El X1 sDrive18d tiene un motor de cuatro cilindros, dos litros de cilindrada y no lleva ningún tipo de hibridación, por lo que le corresponde la etiqueta C. Por encima está el xDrive20d, que lleva el mismo bloque motor, pero asociado a un sistema de hibridación ligera de 48 voltios. Gracias a él, esta versión es más potente (163 CV) y lleva el distintivo ambiental ECO. Ficha comparativa.
Por su parte, el sDrive18i tiene un motor de tres cilindros y 1,5 litros de cilindrada sin hibridar (etiqueta C). Pero de esta versión también existe una superior con el mismo bloque motor e hibridación ligera a 48 voltios. Se llama xDrive20i, tiene 170 CV y etiqueta ECO. Ficha comparativa.
Además, hay dos versiones híbridas enchufables: xDrive25e (245 CV) y xDrive30e (326 CV). Las dos llevan un motor de gasolina de tres cilindros y 1,5 litros que se encarga de mover las ruedas delanteras (de 136 y 150 CV, respectivamente) y otro eléctrico que se encarga de hacer lo propio con las traseras (de 109 y 177 CV, respectivamente). La batería es la misma en ambos (de 14,2 kWh de capacidad útil) y la autonomía eléctrica es de 89 km. Ficha comparativa.
Todos los BMW X1 llevan una caja automática de doble embrague con siete relaciones (excepto el iX1), aunque las levas para una actuación manual sobre ella es una opción. Cuando se pide esta opción junto con el paquete M Sport, la leva de la izquierda lleva inscrita la palabra BOOST (imagen). Al tirar de ella y mantenerla presionada un segundo, todo el sistema propulsor se prepara para dar el máximo rendimiento posible durante un máximo de 10 segundos. Es algo parecido al botón Sport Response de Porsche.