Glosario | Servofreno eléctrico

El sistema de frenos hidráulico de los coches está asistido por un servofreno. Este elemento amplifica el esfuerzo que el conductor hace con el pedal de freno.

Dicho servofreno utiliza el vacío generado en el colector de admisión de motor. Hay vehículos que no pueden generar el vacío suficiente para alimentar el servofreno (por ejemplo, puede ocurrir en los coches Diesel ya que no tienen mariposa de admisión —y por lo tanto no se puede acelerar el flujo del aire de admisión en un punto concreto—. Hay motores de gasolina que tampoco lo consiguen en determinadas condiciones, como por ejemplo al arrancar en frío). En estos casos, el sistema de suele reforzar con las bombas de vacío que pueden ser mecánicas o eléctricas. Estas últimas funcionan aunque el motor de combustión esté apagado y, por ello, se puede utilizar en vehículos híbridos (uno de los primeros coches en con bomba de freno eléctrica fue el Toyota Prius de 2004).

 

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Una solución más avanzada son los servofrenos eléctricos. En este caso, el pedal no genera de manera directa la presión hidráulica de frenado. El pedal del freno sirve para mandar una señal eléctrica a una centralita que activa un motor, el cual aumenta la presión en el sistema hidráulico de frenada. Al no haber una conexión directa entre el pedal y las pastillas de freno, cuando entra en funcionamiento el ABS, no se sienten las habituales pulsaciones en el pie.

Algunas de las ventajas del servofreno eléctrico son: permite tener un control más preciso y rápido de la potencia de frenado necesaria en cada momento; se puede calibrar para que el sistema de frenos ofrezca mayor o menor sensibilidad (es decir, se puede integrar en los modos de conducción para que, al elegir un modo más deportivo, los frenos den una mayor capacidad de respuesta); son más eficientes energéticamente que los servofrenos de vacío y se integran mucho mejor con los diferentes dispositivos de asistencia a la conducción. Por este motivo, los servofrenos eléctricos son cada vez más frecuentes en coches aunque que no sean eléctricos ni híbridos. 

Mercedes-Benz fue la primera marca en usar servofrenos eléctricos (Sensotronic Brake Control) en el Clase SL de 2002 y el Clase E de 2003.

No hay que confundir el servofreno eléctrico con el freno de estacionamiento eléctrico, donde no hay un circuito hidráulico, sino que un motor eléctrico cerca de las ruedas o en la propia pinza de freno es el encargado de generar la presión de frenado.