Volkswagen CC (2012) | Impresiones del interior

23/11/2012 |Alfonso Herrero

Reproduzco las impresiones del interior del Passat CC, por ser válidas para su reemplazo, aunque con ligeras variaciones:

Volkswagen ha hecho con el Passat y el CC lo mismo que Mercedes-Benz con el Clase E y el Clase CLS: un coche con un diseño más atractivo —durante el tiempo que lo hemos tenido no he oído a nadie decir lo contrario— a costa de limitar el espacio interior y la funcionalidad.

La pérdida de espacio se da principalmente en la altura disponible en las plazas traseras. Una persona de hasta 1,75 metros se puede sentir cómoda atrás, pero a partir de ahí, ocurren dos cosas: que la cabeza roza con el techo (sobre todo si se va sentado erguido) y que el reposacabezas queda demasiado bajo. En un Passat esto no ocurre.

Para las plazas traseras hay dos configuraciones. Una con dos asientos individuales y otra con una banqueta corrida de tres plazas. Con la banqueta para tres (imagen), el ocupante de la plaza central tiene que ir con las piernas abiertas para salvar el voluminoso bulto que hay en el suelo, así que esta opción es interesante por si un día puede sacar de un apuro pero tampoco sirve para que viajen tres personas confortablemente. Que atrás haya dos asientos individuales (imagen) tiene la ventaja de que sus ocupantes van mejor sujetos que en una banqueta corrida y el inconveniente evidente de que nunca se puede llevar a tres personas. Entre los dos asientos hay una consola para depositar objetos cerrada por una persianilla enrollable (imagen). Los dos asientos traseros pueden tener calefacción pero no ningún tipo de reglaje (ni eléctrico ni manual).

Las plazas delanteras son semejantes a las de un Passat de 2005 (más información) —se basa en éste, no en el modelo de 2011—, aunque me ha dado la impresión de que el asiento va más bajo.

Independientemente de que sea cierto o no, entrar y salir de las plazas delanteras nos ha resultado incómodo a varias personas —de distinta talla y edad— porque la banqueta está baja, hay una distancia grande hasta el exterior y los resaltes laterales del asiento no facilitan el movimiento.

Los asientos delanteros (imagen) tienen de serie regulación manual, excepto la inclinación del respaldo del conductor, que es eléctrica (imagen). La sujeción que proporcionan es muy buena y en general no son incómodos para viajar, aunque el ángulo que forman el respaldo y la banqueta es pequeño (salvo que se lleve el respaldo muy inclinado, algo que no se debe hacer) y hay gente que puede no sentirse a gusto.

Opcionalmente hay regulación eléctrica para todos los ajustes —altura, distancia al volante, inclinación del respaldo y de la banqueta—, con memoria para el del conductor. También hay un sistema de ventilación y calefacción para los asientos delanteros. Y, en el caso del asiento del conductor, un sistema de masaje (que no hemos probado).

El volante (imagen) tiene mandos para manejar un teléfono móvil, el equipo de sonido y los menús que muestra la pantalla que hay en el cuadro de instrumentos —ordenador de viaje y diversas funciones del coche, como la iluminación exterior cuando se abren o se cierran las puertas con el mando a distancia—.

El climatizador, con control independiente de temperatura para conductor y pasajero, funciona bien y no requiere reajustarlo con frecuencia para sentirse cómodo. Los pasajeros de las plazas traseras tienen salidas de ventilación en la consola pero no ajustes de caudal ni temperatura.

Todos los mandos quedan a la vista del conductor, ni siquiera el volante tapa alguno de ellos. La excepción son los que se encuentran junto a la palanca de cambio, a la derecha de la misma, y que actúan sobre el sistema de control de pérdida de aire, la suspensión adaptable y la cortinilla trasera eléctrica (imagen). El primer y último elemento se utilizan poco por lo que no me parece un inconveniente que estén situados ahí. En cambio, al al no haber ningún testigo en el cuadro de instrumentos sobre el programa seleccionado —«Normal», «Sport» o «Confort»— es casi imposible ver cuál está iluminado en la tecla.

En el salpicadero —que puede ser del mismo tono, o de distinto en su mitad superior e inferior— hay elementos decorativos, que pueden ser de cuatro tipos. En general los recubrimientos son de buena calidad —la parte superior del salpicadero y la mitad de las cuatro puertas están mullidas—, aunque hay piezas que al golpearlas no lo parecen tanto.

Las bolsas de las puertas delanteras son más pequeñas que las de un Passat Berlina. De hecho en las del CC apenas cabe tumbado un botellín de agua y en el otro hay espacio para colocar verticalmente una botella de 1,5 litros.

Con el techo panorámico de cristal se pierde el porta gafas que va en el plafón delantero de luces. Este techo ocupa casi todas las plazas delanteras —tiene una superficie de 0,84 m², 750 milímetros x 1120 milímetros— y se puede levantar unos centímetros pero no abrir hacia atrás.

Maletero

El maletero tiene una capacidad de 532 litros, incluyendo el hueco destinado a la rueda de repuesto. Como en España todos las versiones llevan rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro, el volumen del maletero queda reducido a 455 litros, un poco menos que el de un Audi A5 Sportback y prácticamente idéntico al de un Citroën DS5.

En la parte superior hay unos ganchos para colgar bolsas. El maletero se abre desde el mando a distancia o mediante un botón que hay en la puerta del conductor. No hay ningún mecanismo para hacerlo directamente desde la tapa.

La cámara del sistema de ayuda al aparcamiento va oculta en el emblema de Volkswagen (imagen). Como la visibilidad hacia detrás no es buena, es un elemento muy recomendable.