SEAT Arona (2018) | Impresiones del interior

02/03/2018 |Mario Garcés (@mgarces83) y Enrique Calle (@QuiqueCalle)

El interior del SEAT Arona está más o menos igual de cuidado que el de rivales como el KIA Stonic, el Mazda CX-3 o el Peugeot 2008. Un Citroën C3 Aircross puede tener, en las versiones más costosas, una mayor carga de diseño y algunos detalles más lujosos. Pero sin contar con esos adornos, el C3 Aircross no nos parece de mayor calidad que el Arona. Por lo tanto, más que diferencias de calidad entre esos rivales mencionados, las hay de diseño, de ergonomía y de espacio interior.

Los materiales que SEAT utiliza en el interior del Arona son agradables y dan buena impresión visual, pero no cabe duda de que son sencillos. Faltan detalles que algunas personas pueden echar en falta, como asideros en el techo, reposabrazos blandos en las puertas o entre el conductor y el acompañante, regulación de altura en los cinturones de seguridad (imagen) o luz en las plazas traseras. No hay luz en la guantera ni en los espejos de cortesía, y según el nivel de equipamiento, no hay bolsas en la parte posterior de los asientos delanteros (con los niveles básicos y con el nivel FR, no; imagen. Con el nivel Xcellence, sí; imagen). Estas carencias de equipamiento también se dan en un SEAT Ibiza.

Los asientos de una de las unidades que probamos durante una semana, con nivel Xcellence, estaban tapizados con una combinación de Alcantara en el centro y piel sintética en los bordes. En los salientes de la banqueta la tapicería hacía algunos pliegues antiestéticos (imagen). En el Arona con equipamiento FR la tapicería era entera de tela, con unas tiras de color en el centro de un material antideslizante y sin pliegues a la vista (imagen). En el Citroën C3 Aircross estas piezas estaban aún más descuidadas (imagen) y en otro Arona básico que vimos durante una presentación con tapicería de tela el defecto era más patente.

En las dos imágenes comparadas del párrafo anterior también se aprecian algunas de las diferencias entre ambos niveles de equipamiento, como el hilo de las costuras de diferente color, blanco en el Xcellence (imagen) y rojo en el FR (imagen). También cambia la forma del volante, redondo en el Excellence (imagen) y achatado en el FR (imagen). El volante redondo nos ha parecido más cómodo de utilizar, especialmente cuando hicimos la maniobra de esquiva, en la que tuvimos que mover rápidamente las manos para controlar el coche y el volante achatado resultaba más difícil de asir en tal situación.

Como la carrocería del SEAT Arona va más alejada del suelo que la de un Ibiza, es posible que el acceso y salida del interior sea más conveniente para algunas personas. También lo es para acomodar una o dos sillas infantiles porque no es necesario encorvar tanto la espalda (así quedan: imagen). Tan solo el marco de la tercera ventanilla lateral requiere un poco de atención para no golpearlo con la cabeza, pero el vano que dejan las puertas al abrir permiten entrar al coche con holgura. Pero con la salvedad de la altura de la carrocería, el puesto de conducción nos parece muy similar en ambos. En el SEAT Arona quizá no se va sentado tan tendido como en un KIA Stonic, pero tampoco erguido como en un Suzuki Vitara (que sí tiene una postura de conducción más habitual en un todoterreno).

Si comparamos un Arona con un Ibiza, en el Arona hay más espacio libre al techo en las dos filas de asientos. Tres centímetros delante con la banqueta en su posición más baja y cuatro centímetros detrás. Eso se debe a que la carrocería es más alta. También hay tres cencímetros más de anchura a nivel de hombros delante y dos menos detrás. Si comparamos el SEAT Arona con sus rivales por tipo de carrocería, está en un lugar intermedio en términos de espacio interior.

 

En sus plazas posteriores hay prácticamente el mismo sitio para ocupantes que en un KIA Stonic, con la salvedad de que en el Arona hay un poco más de altura libre al techo. El modelo de SEAT también es similar a un Citroën C3 Aircross, mientras que el Nissan Juke es mucho más pequeño por dentro. El Ford EcoSport tiene más espacio en todas las cotas, especialmente en la de distancia para las piernas de las plazas posteriores. En esta tabla de mediciones hechas por nosotros hay estos y otros ejemplos comparativos. El mayor inconveniente puede estar en que, si viajan tres pasajeros, el de enmedio tendrá que sufrir la incomodidad de que el túnel central es voluminoso y resta espacio para los pies (imagen).

Todos los mandos del salpicadero están dispuestos de la forma habitual que SEAT acostumbra a emplear en otros modelos actuales. Hay un orden bien estudiado y todo lo que el conductor requiere queda a la mano. Para liberarse los bolsillos de pequeños objetos hay huecos en las puertas de tamaño generoso donde cabe una botella de litro y medio (imagen de la puerta delantera e imagen de la puerta trasera).

Por delante de la palanca selectora del cambio hay un hueco para dejar un dispositivo móvil o una cartera. No está bien resuelto, pues la zona donde están las conexiones auxiliares sobresale y deja un espacio estrecho que hace difícil introducir la mano para sacar objetos del fondo (imagen). El freno de estacionamiento es de palanca, algo cada vez más inusual (pero que no supone ningún problema). Junto a esta palanca, por delante del reposabrazos central delantero, hay dos portabebidas y un pequeño cajetín sin tapa donde cabe, por ejemplo, la llave del coche (imagen). La guantera central es mediana (imagen) y la que hay frente al copiloto tiene un volumen generoso y un compartimento adecuado para llevar un chaleco de alta visibilidad (imagen).

El sistema multimedia es de los que apenas tiene botones en relieve (imagen), salvo dos ruletas para funciones básicas. Aunque no nos convence esta solución en ningún coche, el de SEAT es, posiblemente, el que mejor funcionamiento dé entre sus competidores con sistemas similares —los hay que funcionan igual de bien y tienen botones convencionales, como el del Hyundai Kona (imagen)—.

La pantalla responde con suma precisión, se ve bien en cualquier situación y los menús están presentados con una lógica muy sencilla e intuitiva. El equipo de música opcional, de la marca Beats, da una calidad de sonido buena sin que, al aprovechar su potencia, se perciba distorsión. Me parece una opción recomendable para quien guste de escuchar música a volumen elevado. Hay, además, una función curiosa: cuando el sistema Stop & Start rearranca el motor, si se debe a una causa ajena a las acciones del conductor, en la pantalla aparece un mensaje informativo con la causa, que puede ser, por ejemplo, que el vehículo precedente se haya puesto en movimiento (algo que los sensores detectan y preparan al Arona poniendo en marcha el motor).

El asiento trasero no tiene regulación longitudinal, algo que sí pueden tener el Renault Captur y el Citroën C3 Aircross, por ejemplo.

El maletero está iluminado por un plafón en el lateral derecho y tiene cuatro argollas metálicas para sujetar una red. La capacidad es de 400 litros. Son 45 más que en el Ibiza y, con esta cualidad, el Arona se encuentra entre los todoterrenos de 4,1 a 4,25 metros de longitud con más capacidad de maletero (listado).

Tiene una tabla que se puede colocar a dos alturas y así crear un doble fondo. Si está colocada en el nivel superior, las formas del espacio de carga son uniformes y permiten un buen aprovechamiento. Si se coloca en la parte baja, las piezas de plástico que sirven de sostén sobresalen un poco (imagen). Al abatir los respaldos de la segunda fila, el espacio de carga aumenta hasta 1280 litros, aunque el piso no queda nivelado con los respaldos (imagen). Bajo el piso principal hay hueco para una rueda de repuesto de emergencia y, en su interior, el altavoz de graves del equipo de sonido opcional (imagen). El portón no puede tener accionamiento eléctrico.