El Renault Fluence es una berlina de cuatro puertas derivada del Renault Mégane con el que comparte parte de la estructura, aspecto y materiales de recubrimiento del interior.
José Robledo
A pesar de que el Fluence es más pequeño (por fuera) que el Laguna, tiene casi el mismo espacio para ocupantes y su maletero es de mayor capacidad.
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Una de las cualidades más sobresalientes del Renault Fluence es su confort de marcha.
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Según nuestras mediciones es uno de los coches de su tamaño que menos carburante gasta.
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La suspensión del Fluence es cómoda y muy blanda.
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Aunque la carrocería se mueve mucho el Fluence reacciona con seguridad, pero no es ágil y tiene reacciones más bien lentas.
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El Ford Focus es más rápido de reacciones, tiene mejor tacto de dirección y puede ser preferible para quien disfrute de la conducción por carreteras lentas, pero es menos confortable.
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Para adelantar en una carretera secundaria, El Fluence dCi 110 es de esos coches en los que hay que preparar la maniobra y hacerla bien para permanecer poco tiempo en el carril contrario.
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Como el depósito de carburante es relativamente grande 60 l, hay muchas circunstancias en las que el Fluence 1,5 Diesel 110 CV puede recorrer más de 1,000 km sin repostar.
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El Renault Fluence con motor Diesel de 110 CV destaca porque tiene un consumo de combustible especialmente bajo.
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El motor no es ruidoso (salvo al ralentí o a baja velocidad) y responde al acelerador satisfactoriamente siempre que no esté funcionando a un régimen muy bajo (por debajo de unas 1.500 rpm).
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Según nuestras mediciones su capacidad de aceleración es similar a la de otros coches de características más o menos parecidas, como un Volkswagen Golf 1.6 TDI 105 CV o un Citroën C4 e-HDI CMP 112 CV.
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Le falta algo de fuerza para comenzar la marcha con rapidez o para circular en ciudad a 40 km/h en tercera velocidad a punta de gas con respuesta suficiente para desenvolverse entre el tráfico.
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Los retrovisores tienen integrados los intermitentes laterales. En el nivel de equipamiento «Dynamique», los retrovisores se pliegan eléctricamente.
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Las llantas de aleación de 16 pulgadas y cinco radios dobles son de serie en el nivel de equipamiento «Dynamique».
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Opcionalmente se puede equipar al Fluence con faros de xenón o llantas de aleación de 17 pulgadas.
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Los faros antiniebla tienen un aro cromado, sólo en el nivel de equipamiento «Dynamique».
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Los sensores de aparcamiento forman parte del equipamiento de serie en el nivel «Dynamique». Son opcionales en el «Expression».
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Dynamique con Pack Xenon - 4 fotos
El «Pack Xenón» sólo está disponible en el nivel de equipamiento «Dynamique».
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El Fluence es una berlina de cuatro puertas y 4,62 m de largo. Deriva del Renault Mégane, aunque el aspecto de su carrocería es distinto.
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El «Pack Xenón» está compuesto por faros de xenón, lavafaros y regulador automático de la altura de los faros.
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El «Pack Xenón» está disponible tanto en las versiones Diesel como en las gasolina.
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Dynamique con Pack Sport - 6 fotos
El «Pack Sport» sólo está disponible en el nivel de equipamiento «Dynamique».
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Las llantas de 17 pulgadas y siete radios forman parte del «Pack Sport».
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El «Pack Sport» está disponible con todos los motores de la gama.
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El maletero tiene 530 l. Incluye una rueda de repuesto que puede ser de emergencia o del mismo tamaño que las otras cuatro. Es muy voluminoso, sólo lo tiene mayor el Skoda Octavia (560 l y tiene portón trasero en lugar de tapa) y el Ford Focus Sedan 537 l.
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En el nivel de equipamiento «Dynamique» la salida de escape es cromada, también hay un listón cromado en el maletero y debajo de las ventanillas.
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El techo solar eléctrico forma parte del «Pack Sport».
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Z.E. Pre-producción - 4 fotos
Estéticamente se diferencia del Fluence con motor de combustión por las dos tomas de corriente, colocadas en cada una de las aletas delanteras.
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Conducir el Fluence Z.E. no requiere hacer casi nada distinto a conducir cualquier coche con cambio automático. Lo que caracteriza a su funcionamiento es una ausencia prácticamente total de ruido y una respuesta al acelerador intensa y suave.
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A diferencia de otros coche eléctricos como el Mitsubishi i-MiEV o algunos híbridos como el Toyota Prius, el Fluence tiene mayor capacidad de recarga de la batería en fases de deceleración si no se pisa el pedal de freno. Esto se debe a que el sistema de frenos también precisa cierta energía para funcionar.
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La batería del Fluence Z.E. no viene con el vehículo sino que hay que alquilarla por 79 € al mes para una utilización de hasta 10.000 km al año en 36 meses prorrogables.
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Z.E. - 21 fotos
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Lleva un sistema de propulsión eléctrico, alimentado por una batería que sólo se puede recargar conectándola a la red eléctrica.
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El motor eléctrico (síncrono) está colocado en la parte delantera de la carrocería, tiene una potencia 70 kW (95 CV) y da un par máximo de 226 Nm.
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La velocidad máxima está limitada a 135 km/h. Tiene una autonomía de 185 km en el ciclo homologado NEDC —acrónimo de «New European Driving Cycle», nuevo ciclo de conducción europeo en inglés—.
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Hay dos tomas de corriente, colocadas en cada una de las aletas delanteras. La batería no necesita mantenimiento y, según Renault, conserva entre el 80% y el 100 % de su capacidad durante seis años. La garantía oficial es de 10 años ó 200.000 km.
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Lo que más distingue su funcionamiento respecto a los coches tradicionales con motor de combustión es que el motor siempre da una retención importante al levantar el pie del acelerador.
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