Porsche Cayenne Electric (2026) - Ahora eléctrico y con hasta 1156 caballos | Impresiones del interior

28/11/2025 |Fernando Ríos (@RiversChains)

Salpicadero, pantallas y algunos elementos de equipamiento

En el salpicadero del Cayenne Electric puede haber hasta tres pantallas: instrumentación, sistema multimedia y una opcional que va frente al pasajero (es de 14,9 pulgadas y en ella se pueden visualizar contenidos audiovisuales en movimiento). La del sistema multimedia es «la más grande instalada en un Porsche hasta la fecha», pero curiosamente, la marca no ha dado a conocer su tamaño exacto. Es de tipo OLED y tiene una característica muy poco vista: está curvada en su parte inferior, siguiendo las formas del salpicadero (imagen).

El funcionamiento de esta última es muy bueno, de las mejores que he probado hasta la fecha. Lo es tanto por la rapidez de procesamiento (al toque con los dedos reacciona como un buen teléfono móvil) como por la calidad de las imágenes mostradas. Lo único que inicialmente puede resultar algo engorroso es tener localizadas todas las funciones de uso más habitual, pues los menús son muy prólijos y los hay de muchos tipos (vehículo, teléfono, notificaciones, navegación, modos de conducción, entretenimiento y muchos otros más). Cuestión de costumbre, seguramente, y también de la habilidad que tenga cada uno con el uso de este tipo de dispositivos.

El climatizador igualmente se puede manejar desde esta misma pantalla, pero afortunadamente, también hay una serie de botones y mandos físicos bajo la misma con los que su uso resulta más rápido, sencillo y, sobre todo, seguro (en marcha especialmente, pues no es necesario apartar la vista de la carretera).

Con la de la instrumentación pasa algo similar: tiene muchas opciones de personalización, una resolución fabulosa y los cambios entre los distintos menús son muy fluidos. También es de tipo OLED y tiene 14,25 pulgadas. Opcionalmente, este nuevo Cayenne puede tener un sistema de información proyectada en el parabrisas con realidad aumentada y una superficie de proyección «equivalente a 87 pulgadas» (por ahora, este dispositivo no lo hemos probado).

Un elemento novedoso en este modelo, pero no en un automóvil, es que el reposabrazos central y los paneles de las puertas pueden estar calefactados (además de los asientos). En opción, hay un techo panorámico de cristal con la posibilidad de modificar la transparencia del vidrio en varios niveles (transparente, 40 % de opacidad, 60 % de opacidad y opaco); la parte delantera del techo se puede abrir.

Otro aspecto en el que brilla especialmente este Cayenne es la sensación de calidad que proporciona su interior. Todos los materiales empleados son de buena factura, incluso aquellos que están en zonas escondidas o no tan a la vista (parta baja del salpicadero o la base de los asientos, por ejemplo), pero además estan perfectamente ensamblados entre sí (no se perciben crujidos ni movimiento amplios al empujarlos con las manos). No es algo novedoso en Porsche, que lleva muchos años haciendo interiores muy buenos, pero en este Cayenne me ha dado la impresión de que se ha ido un paso más allá.

Además, Porsche afirma que este modelo tiene más opciones de personalización del interior que el Cayenne de combustión con el que convive. Hay doce colores para el habitáculo, tapizados de piel, piel sintética o tela y cinco paquetes de «detalles decorativos». También es posible acudir al programa Porsche Exclusive Manufaktur, que permite una personalización aún mayor, eso sí, a precios muy elevados.

El Cayenne también estrena un sistema llamado «Mood modes» (algo así como Estados de ánimo) que coordina las luces ambientales del interior, el climatizador, el sistema de audio y los asientos para crear diferentes atmósferas en el habitáculo. Por ejemplo, un ambiente calmado, un ambiente alegre o uno que invite a realizar una conducción deportiva. 

Espacio para los pasajeros y maletero

En esta ocasión no hemos tenido la oportunidad de medir el interior de este modelo, pero las sensaciones al subirse en él es de que se trata de un coche muy amplio en casi todas las cotas. Llama la atención el espacio para las piernas en las plazas posteriores, que permite viajar con las piernas muy estiradas incluso si delante se sientan dos personas de estatura superior a la media; además, los ocupantes de estas plazas podrán meter los pies bajo los asientos delanteros, un detalle que no siempre es posible en vehículos eléctricos. También es generosa la altura libre al techo: mido 1,83 m de estatura y me sobraban cerca de 10 cm para rozar la cabeza contra el techo, que en este caso, además, era el opcional panorámico.

La anchura entre puertas en esa misma fila de asientos también parece grande, pero por cómo están configuradas las banquetas de la misma, uno se da cuenta de que no es un coche pensado para llevar a tres personas habitualmente. Esto es así porque los asientos de los extremos tienen unos laterales muy pronunciados tanto en la banqueta como en el respaldo, simulando los de los asientos delanteros y dejando una plaza pequeña e incómoda en medio. Para salir de un apuro o para llevar a un niño no muy crecido es suficiente, pero no está pensada para su uso habitual.

Los asientos de estas plazas cuentan con ajustes eléctricos para moverlos en sentido longitudinal y para ajustar en nivel de inclinación del respaldo. Además pueden estar calefactados y ventilados, hay un climatizador de dos zonas independiente del de las plazas delanteras, unas cortinillas eléctricas para las ventanillas laterales y las habituales tomas USB de tipo C.

Todos los Cayenne disponen de dos maleteros, uno de grandes dimensiones en la parte posterior y otro más pequeño bajo el capó (el habitualmente llamado frunk). El delantero tiene siempre la misma capacidad, 90 litros (y además tiene luz y está completamente tapizado), mientras que el trasero puede tener 781 o 747 litros (versión «básica» y versión «Turbo», respectivamente). No obstante, estos dos últimos datos hay que tomarlos con cierta cautela porque es muy probable que estén medidos con los asientos traseros en una posición que favorece el volumen del maletero, sacrificando el de los pasajeros (es decir, completamente adelantados y con respaldos en la posición más vertical).

Sea como fuere, es un maletero de formas muy regulares, con una iluminación potente (un plafón en cada pared y otro en la cara interna del portón), con ganchos de metal, perchas en los laterales, toma de 12 V y un doble fondo bajo el piso. El portón tiene apertura y cierre automatizados con función manos libres (dando un puntapié bajo el parachoques, se activa su funcionamiento).