De serie hay dos tipos de suspensiones: la que tiene la versión más económica, «Elegance», y la deportiva que tienen las versiones «Sport» y «Cosmo», más dura y que deja la carrocería más cerca del suelo. Opcionalmente, todas las versiones pueden tener una la suspensión «IDS+» que hace al coche algo más duro de suspensión, pero le da mejor tacto.
Hay dos juegos de ruedas posibles: el «Elegance» tiene de serie unos neumáticos 215/55 R16 y los otros dos unos 225/45 R17. Opcionalmente hay llantas de 18 pulgadas de diámetro. Nuestra unidad de pruebas tenía el equipamiento «Cosmo» con llantas de 17 pulgadas y suspensión adaptativa «IDS+».
La suspensión «IDS+» (con control continuo de la amortiguación «CDC») tiene un botón en el salpicadero que, al pulsarlo, ajusta los amortiguadores en una posición más firme.
Si no se pulsa el botón que endurece los amortiguadores, la carrocería el Vectra tiene movimientos verticales amplios y más bien lentos al pasar por determinadas irregularidades. Probablemente a causa de esto, el Vectra es un coche sensible a las condiciones de la carretera. Si hay muchos baches en curva (ya sean largos o cortos), no mantiene la trayectoria tan bien como un Passat o un Avensis. Puede dar la sensación de que no apoya en las curvas «de una vez».
Si los movimientos de la carrocería son amplios es porque la suspensión es más bien blanda (la «deportiva»). Con todo, el Vectra no da la sensación de ser particularmente cómodo porque puede resultar algo duro en la fase inicial de compresión.
Lo que sí tiene es un agarre lateral alto, al menos con los neumáticos que trae el Cosmo de serie, unos 225/45 R17. Además, según nuestras mediciones el Vectra ha frenado en distancias más cortas de lo normal (algo en lo que tiene que ver tanto la calidad de los frenos, así como el tamaño y la calidad de los neumáticos, unos Continental SportContact2). No tengo referencias de cómo va el Vectra con los neumáticos 215/55 R16, ni con la suspensión normal (no «deportiva») que tiene el equipamiento «Elegance».
Al pulsar el botón que endurece los amortiguadores (si tiene «IDS+»), el coche es apreciablemente más duro (sin llegar a ser seco), pero los movimientos de la carrocería quedan mucho mejor contenidos, mejora el tacto general del coche y se vuelve muy estable. Esta opción cuesta 673 €.
Si el coche viene equipado con IDS+, no se puede desconectar el control de estabilidad. En las versiones que carecen de este elemento, el control de estabilidad se puede desconectar hasta 60 km/h.
La dirección tiene un buen manejo y tiene pocas vueltas de tope a tope (2,75 vueltas). El cambio de marchas tiene unos recorridos largos y su tacto no es muy bueno, aunque se puede cambiar con rapidez.