Mitsubishi Colt (2024) - Prueba | Impresiones de conducción

03/04/2024 |Enrique Calle

El Mitsubishi Colt tiene unas dimensiones adecuadas para un uso urbano. Sin embargo, no es un coche urbano puro.

Un Toyota Yaris puede ser mejor opción como coche para el día a día por la ciudad ya que es más pequeño y maniobra claramente mejor (necesita 9,8 metros para dar una vuelta, frente a 10,4 del Colt). Un Škoda Fabia también puede ser mejor en este ámbito porque tiene mayor superficie acristalada y eso favorece la visibilidad desde el punto de vista del conductor, así como la sensación de amplitud en las plazas traseras. Coches como el Opel Corsa o el Peugeot 208 son parecidos al Mitsubishi Colt o Renault Clio en cuanto a practicidad.

Lo mejor del Colt es, bajo mi punto de vista, cómo combina esa faceta de coche razonablemente bueno para la ciudad, con la de un vehículo para viajar. En vías rápidas se comporta como un coche mayor porque parece que va muy bien plantado, es fácil de conducir con precisión y reacciona bien ante irregularidades en el piso o imprevistos. En condiciones de viaje da la impresión de que se encuentra mucho más cómodo y transmite más confianza que coches como el Toyota Yaris. La suspensión no es dura, pero tampoco es tan blanda como la de un Citroën C3.

160 HEV

La versión híbrida no enchufable utiliza dos motores eléctricos, además del de combustión. Uno de los eléctricos se utiliza en sustitución del embrague y los sincronizadores de la caja de cambios automática. Es un sistema curioso, del que damos detalles en la información técnica del Renault Captur E-TECH Híbrido enchufable.

El Mitsubishi 160 HEV (143 CV) puede ser la versión más interesante de la gama por varios motivos. El primero es que tiene un gran agrado de conducción en ciudad (como habitualmente ocurre en los híbridos); el segundo, que dispone de una capacidad de aceleración correcta y suficiente en la mayor parte de las circunstancias que se puedan dar en carretera; y el tercero, es que casi siempre gasta poco o muy poco carburante.

El gasto que he medido ha estado entre poco más de 4,0 l/100 km en recorridos por los alrededores de la ciudad y practicando una conducción suave, hasta 6,0 l/100 km en nuestro recorrido de referencia por autovía a una media real de 120 km/h. Obviamente es posible gastar más, pero para ello hay que conducir a una velocidad elevada de forma constante y probablemente no sea lo normal. En vías de segundo orden, con puertos de montaña incluídos, el gasto puede estar entre 5,0 y 5,5 l/100 km. Es fácil estar en esa horquilla de consumo de entre 4 y 6 litros conduciendo con normalidad y sin hacer nada en especial.

Es cierto que hay muchos coches modernos que igualan o mejoran un poco el consumo en autovía que tiene el Colt 160 HEV, pero normalmente tienen menos capacidad de aceleración. Por ejemplo, un Opel Corsa 1.2 Turbo de 101 caballos gastó un poco menos —5,8 l/100 km—, pero también fue claramente más lento. Para pasar de 80 a 120 km/h empleó 7,6 s, mientras que el Mitsubishi Colt necesitó 6,7 s. Un Toyota Yaris 120H es mucho peor tanto por consumo en autovía como por capacidad de aceleración (gastó 6,4 l/100 km y necesitó 8,4 s para pasar de 80 a 120 km/h). Más detalles en el apartado Mediciones propias.

Como otros híbridos, el Mitsubishi Colt 160H es muy silencioso en ciudad e inmediato a las órdenes que se hacen con el acelerador porque puede salir desde parado y avanzar en algunas circunstancias en modo exclusivamente eléctrico. En carretera rápida obviamente no es tan silencioso y, si se acelera con contundencia, el ruido del motor de gasolina es evidente, pero no tanto como en un Toyota Yaris.