Jaguar E-PACE (2018) | Impresiones del interior

10/10/2017 |Fernando Ríos (@RiversChains)

Tanto la unidad a la que nos subimos brevemente durante una presentación estática como la que hemos probado detenidamente durante una semana tenía instalado el techo panorámico de cristal, un elemento que suele restar unos 3 o 4 centímetros de altura libre al techo. Incluso con dicho elemento instalado, en el E-PACE hay espacio suficiente para que un ocupante de algo más de metro noventa de estatura viaje cómodamente en las plazas delanteras; detrás lo tendrá que hacer con la espalda algo separada del respaldo para que la cabeza no le roce con el techo. Listado de mediciones del interior.

En las plazas traseras hay más espacio para las piernas que en un Land Rover Range Evoque y un Mercedes-Benz GLA, pero menos que en un Audi Q3 y un BMW X1, dos modelos que además ofrecen un sistema para desplazar longitudinalmente la banqueta (se reduce el espacio para las piernas pero aumenta el que hay para carga en el maletero). Como la mayoría de modelos con los que compite, el E-PACE no es un coche recomendable para llevar habitualmente a tres adultos en las plazas traseras (falta anchura), sin embargo es uno de los mejores para acomodar un niño entre dos sillas infantiles porque los anclajes Isofix están muy separados entre sí y por lo tanto, dejan un hueco más amplio de lo normal.

La postura al volante del E-PACE no es como la de un turismo. Los asientos van colocados más altos, incluso en su posición más baja y, por lo tanto, las piernas van un poco más flexionadas. El acceso al habitáculo es muy cómodo, ya que no es necesario agacharse para sentarse. Eso sí, aquellas personas que prefieran conducir con las piernas más estiradas se sentirán más a gusto en un BMW X1, por ejemplo. La visibilidad es buena hacia delante y hacia los laterales y entre regular y mala hacia los tres cuartos traseros, donde los pilares gruesos y la luneta pequeña impiden ver con claridad lo que hay por detrás del vehículo. Afortunadamente, la cámara trasera forma parte del equipamiento de serie y facilita mucho las maniobras marcha atrás.

Un detalle descuidado que cada vez es más habitual (no solo en Jaguar, sino también en otras marcas) es la ausencia de regulación en altura de los cinturones de seguridad delanteros. A mi, que mido 183 cm de altura y que habitualmente conduzco con el asiento en su posición más baja, me quedaban bien situados, pero en función de la estatura y de la postura adoptada al volante, es posible que no sea así en todos los casos y que la parte superior del mismo apenas apoye sobre el hombro. Conviene probarlo antes de tomar una decisión de compra.

El maletero tiene 470 litros de capacidad, incluidos los 93 que hay bajo el piso del mismo si no se pide rueda de repuesto. Sin ese volumen opcional tiene 377 litros, menos que un X1 (505 litros), un Q3 (460 l) y un GLA (421 l). Sus formas, por homogéneas, facilitan el aprovechamiento del espacio disponible y además cuenta con varios elementos de serie que permiten mantener sujetos algunos bultos: hay cuatro ganchos metálicos en el piso, dos perchas en las paredes laterales y una cinta elástica en la pared derecha (imagen e imagen). La iluminación es muy buena, con dos plafones de ledes en el espacio principal de carga y otros dos del mismo tipo en la cara interna del portón.

Opcionalmente se puede pedir una red de separación de carga entre el maletero y el habitáculo, unos raíles para el piso donde se pueden acoplar varios accesorios de sujeción y un portón con apertura y cierre eléctricos con función gestual (basta con pasar el pie por debajo del paragolpes para que se abra o cierre). El borde de carga está a 75 cm del suelo, la misma distancia que en el Evoque y un poco más que en el Q3 (71 cm) y el X1 (70 cm).

La mayoría de los huecos destinados a dejar objetos están cubiertos de goma o fieltro. La goma que hay en algunos de ellos tiene un dibujo que simula, en tonos grises, la piel de un felino salvaje. El hueco que hay bajo el apoyabrazos central es amplio, suficiente para dejar ahí una tableta de tamaño mediano o una libreta (imagen). En este espacio están dos de las cinco conexiones USB que puede tener el coche; las tres restantes están en la parte trasera de la consola (imagen), a disposición de los pasajeros de la segunda fila de asientos y se ofrecen como opción reemplazando a una toma de 12 V (imagen). También hay tomas de 12 V bajo los mandos del climatizador, en el cajón de la consola y en el maletero.

El conductor recibe la información mediante dos pantallas, una de 12,3 pulgadas para la instrumentación (imagen) y otra, táctil y de 10 pulgadas, para el sistema multimedia (imagen). La primera de ellas es opcional, no permite personalizar mucho los datos mostrados y en general, no tiene un aspecto tan sofisticado como la que Audi emplea en los Q3 y Q5. Su desempeño es correcto, sin más, y por ello no la consideramos una opción interesante teniendo en cuenta que la de serie —con indicadores de agujas— presenta la información de forma clara y sencilla. La segunda pantalla sí es de serie en todos los E-PACE y sirve para manejar todas las opciones del sistema multimedia (navegador, menús de configuración o datos del ordenador de viaje). Al igual que la de la instrumentación, tiene una buena resolución y se ve muy bien incluso cuando la luz incide directamente sobre ella, pero no funciona con demasiada fluidez y sus menús no son tan intuitivos como, por ejemplo, los de BMW o Volvo. Opcionalmente puede tener Android Auto y CarPlay, un sintonizador de televisión o una función que permite visualizar dos contenidos distintos en función del ángulo de visión (por ejemplo, el conductor puede ver las indicaciones del navegador y el pasajero, la televisión).