Es una actualización del Puma 2020, un SUV de 4,2 metros de longitud. Cambia poco su aspecto exterior y mucho el interior.

En la carrocería los cambios solo se dan en el diseño interior de los faros y pilotos. En cambio, el salpicadero es completamente nuevo; sigue teniendo dos pantallas, pero ahora ambas no están integradas sino que son dos elementos flotantes, al estilo de otros muchos coches.

El cuadro de instrumentos se proyecta en una pantalla de 12,8 pulgadas (antes en una de 12,3”) mientras que el sistema multimedia muestra sus funciones en una nueva pantalla mucho más grande de 12” (la anterior era de 8”) y opera — con una velocidad de proceso doblada —con el software SYNC 4 en vez del 3. Ford dice que es capaz de aprender de los comandos que da el conductor para ir ofreciendo sugerencias y respuestas más rápidas y precisas.

Es compatible con las conexiones Android Auto y Apple CarPlay sin necesidad de un cable y tiene incorporado el asistente Alexa. Esta pantalla trae una zona destinada a la climatización y Ford ha eliminado los mandos mecánicos que tenía en el salpicadero (imagen) el Puma anterior.

Este Puma 2024 sigue ofreciendo un generoso compartimento debajo del maletero de 80 litros de capacidad al que Ford llama MegaBox. Es de plástico y tiene desagüe, por lo que se puede usar para llevar unas botas sucias o cualquier cosa mojada.

Existen tres motores en la gama Puma 2024, son de 125, 155 y 170 CV, todos de gasolina, de tres cilindros y 998 cm³, con turbo y sistema de hibridación ligera (por lo tanto, etiqueta ECO de la DGT). El de 125 CV es el único con cambio manual, mientras que el cambio automático (de doble embrague y siete relaciones) se combina con los tres. 

El de 170 CV está disponible con el equipamiento ST Powershift, que tiene un aspecto diferente al resto de versiones (Titanium, ST Line y ST Line X) gracias a unos paragolpes diferentes y un alerón diferentes, además de por los emblemas ST que hay en la parrilla y el portón. La parrilla y las carcasas de los retrovisoresson negras y las llantas de 19” y color gris. En el habitáculo hay unos asientos especíificos.

El Puma ST Powershift acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos y tiene cambios en el chasis. La suspensión tiene unos amortiguadores distintos (de Hitachi) y estabilizadora delantera y trasera (en los otros Puma no hay trasera; la delantera es hueca de 24,2 mm de diántero y la trasera maciza de 28 mm). La dirección es más rápida, con una desmultplicación de solo 11,4 a 1 (15,1 a 1 en el resto de Puma), y gira menos (diámetro de giro de 11,2 m en vez de 10,4). Además hay un paquete opcional con muelles más rígidos (un 20%) y más cortos (10 mm) y amortiguadores kW. 

Ford ha incrementado el número de asistentes a la conducción y mejorado otros. Ahora el programador de velocidad activo tiene función de centrado en el carril y puede adaptar automáticamente la velocidad a los límites de cada zona. Son nuevos los asistentes de colisión en cruce y el de frenada automática marcha atrás (tanto por la presencia de un obstáculo fijo como por la aproximación de otros vehículos perpendicularmente). Además hay un sistema de cuatro cámaras exteriores para generar una visión cenital durante las maniobras y los faros son de tipo matricial (pueden no iluminar el lugar en el que hay otro vehículo para no deslumbrar).

Las alternativas al Ford Puma son numerosas (listado de SUV de entre 4,1 y 4,3 metros de 110 a 190 CV). Entre ellas están modelos como el DS 3, el Kia Stonic, el Opel Mokka, el Renault Captur, el SEAT Arona, el Toyota Yaris Cross o el Volkswagen T-Roc.