El consumo del DFSK E5 es bajo en algunas circunstancias, en otras no. Lo afirmo tras haber medido lo que gastaba en dos entornos distintos: autovía y ciudad.

El recorrido por autovía (más información) lo he hecho en modo híbrido, empezando con la batería al nivel más bajo que deja alcanzar (sobre el 23 %) y que fue el mismo que con el que lo terminé. El consumo de gasolina fue de 9,0 l/100 km (el eléctrico de -0,4 kWh/100 km). El EBRO s800 PHEV gastó 8,1 l/100 km, un Citroën C5 Aircross Plug-in Hybrid, 7,1 l/100 km y un Ford Kuga PHEV, 7,4 l/100 km.



La prueba por ciudad la he realizado dos veces. Una con la batería cargada y otra en su nivel mínimo (ese 23 %). O lo que es lo mismo, una en modo eléctrico y otra en modo híbrido.

Cuando ha usado las dos fuentes de energía, el consumo ha sido de 4,8 l/100 km (y -0.2 kWh/100 km); el s800, 4,3 l/100 km. Usando solo electricidad, el gasto fue de 15,8 kWh/100 km; el s800, 14,4 kWh/100 km. La autonomía eléctrica en el uso urbano normal durante la prueba ha sido de 60 kilómetros.

En una recarga completa, el cargador ha medido 14,5 kWh. Como de los 17,5 kWh que tiene la batería, solo utiliza el 77 % (13,5 kWh), las pérdidas durante el proceso han sido del 10 %, un valor normal.

El puerto de carga está en costado trasero derecho. Para abrirlo hay que pulsar un icono en la pantalla (para acceder a la boquilla de combustible, también). La conexión no tiene un punto de luz, ni un testigo que indique el estado de la recarga. De hecho, es una zona del coche de una simpleza que no he visto en otros modelos.

Sí hay información en el cuadro, donde el conductor puede sabes a qué potencia está cargando el coche y el tiempo estimado hasta la finalización de la recarga, además del nivel de carga de la batería en porcentaje y los kilovatios hora consumidos.