Los cambios en el interior del Serie 1 son sutiles (impresiones del interior del BMW Serie 1 2012): son nuevas algunas molduras, el climatizador, la iluminación de algunos elementos, algunos gráficos de la pantalla multimedia y las tapicerías (imagen actual e imagen de la versión de 2012). La calidad es alta en todos los materiales visibles y al alcance de la mano. Están bien ajustados y dan sensación de solidez, y tiene detalles cuidados como algunos huecos acolchados (imagen) o la guantera con retención al descender (algo que también sucede en el Volkswagen Golf o el Honda Civic, pero no en el Toyota Auris, por ejemplo).
Todos los mandos conservan la misma posición, en general a buena distancia de las manos, de manejo sencillo y tacto agradable. La ergonomía está bien resuelta e, incluso, nos parece una buena opción no haber optado por montar una pantalla táctil que elimine botones de la consola, como sí sucede con modelos como el Peugeot 308 o el DS 4. Tan solo algunos botones del mando central (que BMW denomina «i-Drive») a veces resultan difíciles de localizar y requieren apartar momentáneamente la vista de la carretera (imagen). Este mando solo está disponible si el coche está equipado con sistema multimedia con pantalla en el salpicadero (imagen). La pantalla apenas se ve afectada por reflejos y los gráficos son buenos. Desde ella se puede acceder a información muy diversa, como la potencia y par motor instantáneos (solo con el modo de conducción SPORT activado; imagen), la configuración de los diversos sistemas del coche (iluminación, equipo de sonido, avisos, etc; imagen), entre otros.
La visibilidad del Serie 1 es buena hacia adelante, hacia los laterales y escasa hacia atrás por el estrecho espacio que dejan la luneta y las ventanillas traseras. El reposacabezas central trasero se puede inclinar hacia atrás mientras no se usa (imagen), pero aún así la visibilidad es mala. La función que hace que los espejos retrovisores laterales apunten hacia abajo cuando se engrana la marcha atrás no siempre es útil (en parte por la mayor anchura de la carrocería desde las ventanillas hacia abajo —se aprecia en esta imagen—, que resta campo de visión) pero se puede desactivar.
Las cotas interiores permanecen inalteradas. Es un coche más amplio de lo que parece (aunque no es un modelo especialmente amplio según nuestras mediciones del interior) porque la consola y los paneles de las puertas tienen un diseño que envuelve a los pasajeros. Los colores oscuros también acrecentan esa sensación de estrechez. El confort, no obstante, es alto por el mullido de los asientos y por su diseño, ya que permiten hacer muchos kilómetros sin que el cuerpo se resienta. La sujeción es la suficiente para el nivel de prestación de los 116i y 116d con los asientos de serie, tanto con tapicería de tela como de piel (opcional).
La posición al volante agradará a aquellos conductores que gusten de ir sentados bajos y con el volante cerca de la vertical. Sin embargo, para otro tipo de personas, acceder a las plazas delanteras puede ser más incómodo que, por ejemplo, en un Honda Civic, ya que la distancia entre el suelo y la banqueta es mayor, lo que obliga a hacer menos esfuerzo para subir y bajar del coche. Los cinturones de seguridad siguen sin tener regulación en altura.
El BMW Serie 1 tiene menos huecos para dejar pequeños objetos que otros modelos de tamaño semejante. Frente a la palanca de cambios hay dos posavasos con dos pequeños receptáculos adaptados a esos huecos (imagen) para colocar la llave (que funciona a distancia), monedas sueltas o cosas que tengamos en los bolsillos. Si queremos prescindir de ellos, no hay otro lugar para alojarlos cómodamente, ya que no entran en las guanteras de las puertas ni en la que hay bajo el apoyabrazos central.
El maletero, de 360 litros de capacidad está en la media de sus alternativas. El suelo es prácticamente diáfano y hay múltiples redecillas de diferentes tamaños para sujetar la carga, que dan una sujeción firme.