La segunda generación del Audi Q5 Sportback llega al mercado en diciembre de 2024 para competir con el BMW X4 y el Mercedes-Benz GLC Coupé. Mide 4,72 metros de longitud, 1,90 metros de anchura y 1,62 m de altura (o 1,66 m, depende del equipamiento). Con respecto al Audi Q5, es unos milímetros más bajo y tiene cinco litros menos de maletero (50 menos en el caso de la versión SQ5 Sportback). Probablemente también haya un poco menos de espacio para la cabeza en la segunda fila de asientos, una pérdida que cuantificaremos tan pronto podamos medirlos.
Inicialmente la gama se compone de una versión Diesel de 204 CV (TDI) y dos de gasolina, de 204 y 367 CV (TFSI y SQ5 respectivamente). Todos los motores van asociados a una caja de cambios automática de siete velocidades (S tronic) y cuentan con hibridación ligera (MHEV plus). Por tanto, a todas las versiones les corresponde el distintivo ambiental ECO. Más adelante, en una fecha todavía no anunciada, llegarán versiones híbridas enchufables (TFSIe).
El motor de 204 CV, tanto de gasolina como Diesel, es de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada. Con la versión de gasolina se puede elegir entre tracción delantera y total (quattro), mientras que la versión Diesel siempre es quattro. El SQ5 Sportback, que tiene un motor de seis cilindros colocados en uve y tres litros de cilindrada, también es exclusivamente quattro.
El motor eléctrico del sistema de hibridación produce 24 CV y 230 Nm. Esta fuerza se comunica al motor de combustión través de una correa trabada a la salida del cigüeñal. El motor eléctrico puede mover por su cuenta el coche, siempre a muy baja velocidad y durante muy poco tiempo. Funciona dentro de una red de 48 voltios y se alimenta de la energía almacenada en una batería de iones de litio (tipo LFP) de 1,7 kWh de capacidad. Como toda máquina eléctrica, también hace las veces de generador, en este caso durante las fases de deceleración, momentos en los que puede llegar a producir 34 CV (25 kW).
El habitáculo del Audi Q5 Sportback es idéntico al del Audi Q5. Como este, viene equipado de serie con dos grandes pantallas, una para la instrumentación de 11,9 pulgadas y otra para el sistema multimedia de 14,5. En opción se puede pedir una tercera, justo delante del acompañante, de 10,9 pulgadas. Todas ellas están gestionadas por el sistema operativo Android Automotive OS, que admite actualizaciones inalámbricas a través de internet y la instalación de aplicaciones de terceros. Además, el sistema de reconocimiento de órdenes vocales está asistido por inteligencia artificial para mejorar la calidad de sus respuestas.
A falta de que tomemos las pertinentes mediciones y lo podamos confirmar, es habitual que estas variantes «coupés» de SUV dispongan de menos espacio para la cabeza en la segunda fila de asientos. En el anterior Audi Q5 Sportback medimos dos centímetros menos con respecto al Audi Q5 de su generación, una pérdida de poca relevancia pues esta cota era tan buena en primer lugar, que en el Sportback quedaba suficiente espacio para sentar sin problema a una persona de 1,90 metros de estatura.
El maletero suele ser el segundo damnificado de este tipo de carrocerías más afiladas, aunque en ese caso el perjuicio es muy leve, pues el volumen del espacio de carga es de 515 litros, solo 5 menos que el Audi Q5 «normal». No obstante, esto no es aplicable a la versión SQ5 Sportback, en la que la disminución de capacidad de carga es más significativa: 50 litros menos (470 litros en vez de 520). En cualquier caso, un BMW X4 tiene un maletero un poco más grande (525 l) y un Mercedes-Benz GLC Coupé, también (545 l).
Hay tres líneas de equipamiento —advanced, S line y Black Line—, más una cuarta exclusiva para el SQ5 Sportback. Las llantas pueden son de entre 18 y 21 pulgadas. El Audi Q5 Sportback está construido sobre la plataforma Premium Platform Combustion (PPC), la cual ha sido diseñada para vehículos con motor de combustión en posición longitudinal.