Hay dos variantes del RAV4 Hybrid, una con tracción delantera (4x2) y otra con tracción total (4x4), cuya única diferencia es que en el de tracción total hay un segundo motor eléctrico asociado a las ruedas traseras. La potencia máxima es en ambos casos la misma —197 CV— porque queda determinada por la corriente que puede suministrar la batería, no por la potencia de los motores. El sistema de tracción total no está diseñado para utilizar el RAV4 Hybrid fuera del asfalto en situaciones exigentes, sino como una ayuda para mejorar la capacidad de tracción en algunas circunstancias.
El motor de gasolina, de 2,5 litros de cilindrada, funciona bajo el ciclo Atkinson —más eficiente que el ciclo Otto, el más común en motores de gasolina—. El motor eléctrico asociado al eje delantero da 143 CV, el trasero 68 CV y la batería, de hidruro de níquel, tiene una capacidad de 1,59 kWh.
Toyota ha hecho que el RAV4 híbrido resulte tan sencillo de utilizar como es habitual en otros modelos híbridos de su gama. Al hecho de que tenga cambio automático como única opción, se une que entrega la potencia (que es más que suficiente) de manera muy uniforme y casi inmediata cuando se requiere. Por ello, los adelantamientos y las maniobras de incorporación se hacen con seguridad y, en general, con más confort del que suelen transmitir los todoterrenos de potencia equivalente y motor Diesel. La suspensión aisla a los pasajeros de las irregularidades convenientemente, sin que sea destacable por confort, como menciono más detalladamente en las impresiones de conducción.
El RAV4 Hybrid es el primer todoterreno híbrido de Toyota si no se tiene en cuenta que Lexus pertenece a Toyota y su esquema híbrido está basado en el que Lexus monta en el NX 300h. No hay otro modelo híbrido con carrocería de tamaño parecido, así que las alternativas al RAV4 son modelos con motor de gasolina o gasóleo, o el Outlander híbrido enchufable de Mitsubishi. El Lexus cuesta 8410 € más que el RAV4 (ficha comparativa). El Mitsubishi tiene 204 CV de potencia máxima y tracción total; cuesta 35 020 € (con la ayuda estatal del plan MOVEA), 2140 € más que el RAV4 Hybrid más asequible con tracción total (ficha técnica comparativa).
En el habitáculo del RAV4 Hybrid hay algo más de anchura y de altura para los pasajeros de las plazas delanteras. Atrás, el espacio para las piernas de los pasajeros es el mayor, sólo superado por el del Lexus NX (tabla comparativa), que también tiene más maletero. El habitáculo del RAV4 Hybrid 2016 cambia poco de aspecto respecto del resto de la gama (impresiones del interior). Tan sólo se pierden dos centímetros de altura al techo y tres de longitud para las piernas en la segunda fila de asientos. El sistema multimedia es nuevo y conserva la combinación de funciones táctiles con funciones operadas mediante botones convencionales.
Si se compara con los todoterrenos de tamaño y potencia cercanas —entre 4,40 y 4,65 m de longitud y entre 170 y 215 caballos de potencia—, las alternativas Diesel al RAV4 Hybrid lo igualan en consumo medio homologado y tienen unas prestaciones y un refinamiento ligeramente inferiores, mientras que las alternativas de gasolina gastan más y, por norma general, tienen un coste inferior.
Por equipamiento y dimensiones interiores, cuatro modelos Diesel cercanos son el Ford Kuga 2.0 TDCi 180 CV PowerShift 4x4, el KIA Sportage 2.0 CRDi 184 CV 4x4 Aut. y el Mazda CX-5 2.2 D 175 CV 4WD Aut. Estas versiones Diesel dan unas cifras de aceleración peores y unos consumos medios homologados superiores —especialmente el Sportage, que los supera en más de litro y medio cada cien kilómetros según esta ficha comparativa—. El maletero de los tres es menor que el del Toyota en aproximadamente 40 litros, pese a que el RAV4 Hybrid pierde casi 50 litros de capacidad respecto a un RAV4 Diesel —ficha comparativa—. Por tanto, y aún con el alojamiento de las baterías bajo los asientos traseros, su capacidad de carga es buena.
Los niveles de equipamiento de las versiones híbridas son los mismos del resto de la gama RAV4 2016 y, por tanto, con la actualización Toyota ha incorporado el paquete de equipamiento de seguridad «Toyota Safety Sense», que mediante un sistema compuesto por una cámara y un radar, realiza el control necesario de las funciones de alerta por cambio involuntario de carril, cambio automático de luces, reconocimiento de señales de tráfico, frenada de emergencia y del programador de velocidad activo. También lleva incorporado el avisador de vehículos en ángulo muerto y el aviso de alerta de tráfico cruzado al dar marcha atrás.
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