Toyota Corolla 3p 1.4 VVT-i (2002) | Posición al volante peculiar e interior grande

18/03/2003 |Enrique Calle

La posición para conducir que se puede obtener está limitada por la falta de regulación longitudinal del volante. Habrá personas que se sientan cómodas con la relación de distancia que hay entre volante y pedales. Otras pueden notar que, si se colocan a la distancia correcta del volante, las piernas quedan demasiado flexionadas y los pedales cerca; si se colocan con las piernas en una posición más cómoda, el volante queda lejos.

En la carrocería de tres puertas los dos asientos se abaten hacia delante con una cómoda palanca, pero sólo el del acompañante tiene desplazamiento longitudinal para facilitar el acceso a las plazas posteriores; entrar por el lado del conductor es muy incómodo. Por la puerta del acompañante, el hueco que queda una vez abatido el respaldo y corrido el asiento es bueno, aunque no es de los mejores accesos a las plazas traseras que hay (los mejores son aquellos que la banqueta del asiento bascula). Un aspecto positivo es que los reposacabezas no rozan con el techo cuando se abate el respaldo, aunque estén en la posición más alta.

Después de abatirlo, el asiento del acompañante no vuelve a la posición en la que estaba inicialmente, queda en una posición intermedia entre los topes anterior y posterior.

Los asientos son cómodos, gruesos y anchos en las plazas delanteras, con buena sujeción lateral y un relleno de espuma más bien blanda. La regulación de inclinación del respaldo se hace mediante una palanca que es muy difícil e incómoda de manipular con la puerta cerrada. Comparado con otros coches de tamaño semejante y carrocería de tres puertas, el Corolla destaca por el espacio que hay para las piernas de los ocupantes traseros. En el resto de las medidas está siempre por encima de la media; es más amplio de lo habitual.

El cargador de discos compactos de nuestra unidad (es una opción de concesionario) estaba situado debajo del asiento de acompañante. El pasajero que está sentado detrás del acompañante delantero puede rozar con facilidad, con la punta de los zapatos en el cargador. Para evitarlo hay que llevar las piernas más flexionadas que el ocupante que está sentado detrás del conductor. Este último va cómodo, pues puede meter los pies por debajo del asiento. Al salir de las plazas traseras también hay que tener cuidado para no golpear el cargador.

Coincido con las apreciaciones del interior de mi compañero Víctor Fernández, las cuales transcribo a continuación. El nivel de terminación del Corolla me ha parecido destacable. Todos los elementos tienen un buen ajuste, una presentación atractiva y unos materiales que parecen muy buenos. La parte superior del salpicadero y de las puertas está realizada con un plástico mullido de agradable tacto.

El plástico utilizado en la parte inferior es duro, pero tiene una buena presencia y un cuidado remate. Hay huecos, como los de la consola, que están tapizados interiormente con algo parecido a terciopelo. Por nivel de acabado me parece mejor que modelos como el Ford Focus, el Honda Civic, el Nissan Almera, el Peugeot 307 o el Seat León.