Por la respuesta que tiene al acelerador, el Corolla 1.4 litros de 97 CV no parece que sea un coche rápido. Por el contrario, las prestaciones medidas con el Correvit indican que el Corolla 1.4 tiene unas buenas prestaciones para su potencia (98 CV), e incluso es un poco mejor que otros coches comparables con motor de 1,4 o 1,5 litros y potencias semejantes, que habitualmente son más pesados (el Corolla es un coche ligero).
En aceleración máxima ha sido un poco más rápido que el Nissan Almera 1.5 (120 kg más pesado) o el Renault Mégane Berlina 1.4 16V (20 kg más pesado). No llega a ser tan rápido como sus competidores con motor de 1,6 litros y potencia levemente mayor (hasta 105 CV), salvo el Fiat Stilo 5p 1,6 (103 CV y 200 kg más pesado) que es igual de rápido que el Corolla.
Un Seat León 1.6 16V con 105 CV (sólo 25 kg más pesado) y un Ford Focus 1.6 100 CV (29 kg más pesado que el Corolla) son un poco más rápidos cuando se trata de acelerar con el acelerador a fondo y hasta el régimen máximo del motor.
Sus desarrollos son ligeramente largos; a régimen de potencia máxima la velocidad sería 192 km/h, cuando realmente no pasa de 185.
Las recuperaciones son semejantes a las del Renault Mégane Berlina 1.4 16V, es decir, mejores que otros coches con unos desarrollos de transmisión más largos (como el Focus 1.6 y el Almera 1.5) y también más pesados (el Fiat Stilo 1.6).
El consumo puede variar considerablemente en función de la forma de conducir. En un recorrido mixto por carretera tipo autovía (manteniendo unos 110 – 120 km/h) y ciudad con tráfico denso y pisando poco el acelerador obtuve un consumo de 8,2 litros cada 100 km. Conduciendo únicamente por carretera en condiciones no desfavorables y a un ritmo suave gasta en torno a 7,0 litros.
Para mantener ritmos altos o no perder velocidad en los repechos es necesario pisar mucho el acelerador y los consumos pueden subir considerablemente. En condiciones extremas de conducción muy rápida por carreteras con curvas, sobre un recorrido de más de 100 km, el consumo fue 14,5 litros cada 100 km. Exactamente lo mismo gastó conduciendo rápido por autopista en un recorrido más largo.