Subaru ha presentado un prototipo que adelanta el aspecto de la segunda generación del Levorg, una berlina familiar que lleva en venta desde 2015 (más información). El modelo de producción estará disponible en Japón en la segunda mitad de 2020.
Del nuevo modelo, Subaru dice que ofrecerá «un futuro que todos puedan disfrutar conduciendo al máximo, a su voluntad en una era donde la tecnología de conducción autónoma se está extendiendo ampliamente». Esta frase puede cobrar sentido si se tiene en cuenta que el modelo que aún se comercializa es un coche que destaca por sus cualidades dinámicas y la conducción placentera que ofrece.
Hay poca información por el momento. La tecnología EyeSight, denominación bajo la que Subaru agrupa los asistentes a la conducción, recibe un avance consistente en la incorporación de una cámara frontal que graba en un ángulo de visión más amplio, y cuatro radares frontales alojados en el paragolpes. La principal mejora afecta al funcionamiento de la detección de obstáculos con frenada de emergencia, que es más eficaz en giros y cruces.
Las ayudas tienen además en cuenta la información del sistema de navegación para anticiparse a las condiciones del trayecto. De esta forma el programador de velocidad activo puede frenar con antelación al llegar a una curva y permite mantener la trayectoria sin tocar el volante durante los atascos (aunque legalmente, al menos en España, esta funcionalidad aún no está permitida. Más información sobre los niveles de conducción autónoma).
A través de la conexión telefónica, el futuro Levorg dispondrá de ayuda en caso de accidente mediante la activación automática de una llamada de emergencia y del envío a los servicios de rescate de la ubicación del coche.
La plataforma sobre la que está desarrollado el levorg es la Plataforma Global Subaru. El motor es de gasolina, con cuatro cilindros de tipo bóxer, 1,8 litros, sobrealimentación por turbo e inyección directa. El primer Levorg que estuvo a la venta tenía un motor 1.6 de gasolina tipo bóxer, turboalimentado con 170 caballos, que más adelante fue sustituido por un 2.0 bóxer, atmosférico, de 150 caballos. La tracción siempre ha sido a las cuatro ruedas.