El Arona TGI es una versión del SEAT Arona que ha sido diseñada para funcionar con gas natural comprimido (GNC), aunque también puede hacerlo con gasolina. Tiene un motor de 1,0 litros de cilindrada de 90 CV, basado en el de la versión 1.0 TSI de 95 CV. Ya está a la venta desde 19 390 euros (todos los precios). A igualdad de equipamiento es 1740 euros más caro que la versión de gasolina 1.0 TSI de 95 CV. 

La principal virtud del GNC es que permite reducir en un porcentaje considerable el coste de los desplazamientos gracias a su bajo precio (SEAT dice que el ahorro con el Arona TGI es de hasta un 50% frente a una versión de gasolina equivalente y un 30% frente a una con motor Diesel). Los principales inconvenientes son unas prestaciones algo pobres y que la red de suministro de GNC que actualmente hay en España es escasa. En este reportaje damos más información y en este mapa se pueden consultar todos los puntos en funcionamiento y en construcción. El Arona TGI es el único SUV a la venta con un motor de GNC. Sus principales alternativas son los otros dos modelos de SEAT con versiones TGI a la venta: el León y el Ibiza. 

El GNC se almacena en tres depósitos cuya capacidad total es 14,3 kg y que van ubicados bajo el piso del maletero (este pierde capacidad; tiene 282 litros en lugar de 400). La autonomía con GNC es, según SEAT, de 400 km. El depósito de gasolina solo tiene 9 litros, que permiten recorrer unos 160 km adicionales.

La caja de cambios es manual de seis velocidades. El dato de aceleración entre 0 y 100 km/h es 13,2 segundos. El Arona con el motor de gasolina 1.0 TSI de 95 CV tiene una caja de cambios de cinco velocidades y necesita un tiempo mucho menor para realizar la misma maniobra: 11,4 segundos (ficha técnica comparativa).

He conducido el Arona TGI en un trayecto entre Ávila y Madrid, por autovía y a velocidad legal. El motor es claramente menos refinado y elástico que el de la versión 1.0 TSI de 95 (si bien es cierto que este último me parece una referencia en este sentido entre los motores de tres cilindros). Sin haber realizado aún nuestras mediciones de prestaciones para poder comparar los datos, también me parece evidente que el motor 1.0 TGI hace del Arona un coche considerablemente más lento. Para conseguir reducir en lo posible estas diferencias, SEAT ha instalado en el TGI una caja de cambios distinta, con una marcha más (seis) y relaciones más cerradas (la sexta del TGI es más corta que la quinta del TSI).

A quien esté pensando adquirir este coche y pretenda utilizarlo para viajar con mucha carga, le recomiendo que lo pruebe antes de decidirse para valorar si las prestaciones le parecen suficientes y la forma en que funciona el motor le resulta satisfactoria. De la misma manera en que le recomendaría sin pensarlo la versión 1.0 TSI de 95 CV a la mayoría de usuarios (aquellos que no buscan unas prestaciones especialmente buenas, sino un motor fácil de utilizar y que mueva al coche con suficiente agilidad para circular al ritmo del resto del tráfico), no puedo hacer lo mismo con el 1.0 TGI porque el motor tiene un funcionamiento más áspero, es más perezoso en todo el rango de revoluciones y obliga a trabajar con frecuencia sobre el cambio de marchas para conseguir una aceleración mínimamente contundente. 

De las opciones que SEAT ofrece con motor de gas natural, el León me parece una alternativa más recomendable porque se puede pedir con cambio automático, da unas prestaciones mejores y, aparentemente, un consumo inferior. Conduje ambos vehículos en el mismo día; el León entre Madrid y Ávila y el Arona en el recorrido inverso, aunque no por la misma ruta (con el León realizamos la mitad del recorrido por carreteras de montaña). El consumo del León se estabilizó en unos 4,0 kg/100 km, mientras que el del Arona lo hizo más cerca de los 5,0; exactamente en 4,8 kg/100 km. El precio del GNC, a fecha de publicación de este artículo, es de unos 0,90 euros/kg.

En esta prueba del SEAT León ST 1.4 TGI (la versión anterior a la actual) detallamos nuestra experiencia y ahondamos pormenorizamente en el ahorro obtenido tras conducirlo en varias circunstancias distintas durante una semana.

El motor está basado en el que lleva la versión de gasolina 1.0 TSI de 95 CV, si bien tiene modificaciones para adaptarlo al uso del gas. Es el mismo que tiene el Ibiza TGI. Con el fin de aumentar la resistencia al desgaste, los segmentos de los pistones tienen un revestimiento de cromo y níquel, se han reforzado los asientos de las válvulas y aumentado el alzado de las mismas. Según SEAT, el turbocompresor es ahora más ligero, lo que reduce el tiempo que tarda en comenzar a funcionar la turbina y aumenta la suavidad de respuesta al acelerador.

El motor se alimenta de gas siempre que quede un remanente en los depósitos y, cuando estos se vacían, pasa a funcionar con gasolina; no se puede elegir el combustible manualmente. También utiliza gasolina excepcionalmente en los arranques en frío cuando la temperatura exterior es inferior a -10 ºC. En estos casos, pasados unos segundos y cuando se calientan los inyectores de gas, el motor pasa a alimentarse de GNC. Las transiciones de uno a otro combustible pasan inadvertidas para el conductor, salvo por un testigo del cuadro de instrumentos que va encendido siempre y cuando el motor está utilizando GNC.

Además de los depósitos, otros elementos adicionales que necesita el sistema híbrido son: un sistema de inyección específico, unos conductos de acero inoxidable, una unidad de control del motor modificada para gestionar ambos sistemas de alimentación y sensores y reguladores de presión. 

La boca de llenado del gas está ubicada en el lugar habitual, al lado del punto de repostaje de gasolina. En este vídeo mostramos los detalles del repostaje con un SEAT León ST 1.4 TGI. El Arona TGI se puede pedir con todos los niveles de equipamiento disponibles en el resto de versiones: Reference, Style, Xcellence y FR. En esta tabla comparativa se pueden consultar las diferencias de equipamiento y precio que existen entre ellas. 

Con nuestra herramienta de comparador de seguros, hemos comprobado cuánto cuesta asegurar un Arona TGI Style si el tomador es una mujer de 35 años que trabaja como autónoma, reside en la ciudad de Madrid, aparca en la calle y recorre hasta 30 000 km al año. Mapfre ofrece la mejor opción, ya que asegura el coche a todo riesgo por 209 euros. Esta póliza tiene una calidad de 7,03 puntos sobre 10 y una relación entre calidad y precio de 8,52 puntos sobre 10.