Mercedes-Benz B 180 CDI (2005) | Un interior que lo distingue del resto por calidad

20/07/2005 |Alfonso Herrero

El interior del Clase B transmite sensación de calidad por los materiales empleados y los ajustes entre piezas. Únicamente he encontrado un par de detalles por debajo de la calidad media del coche: una pieza de plástico que va colocada entre la parte superior e inferior del salpicadero (en la parte que oculta la puerta cuando está cerrada), que está mal ajustada, y el mando de ajuste del volante, que parece frágil.

Los plásticos empleados en el coche, tanto los blandos como los duros, tienen muy buen aspecto y un tacto agradable. En algunas zonas es un plástico pintado de gran calidad (similar al que emplea Renault en el Scenic); el salpicadero está acabado con una capa de poliuretano blando.

Hay algunos detalles de color aluminio mate y otros cromados (tira horizontal del salpicadero, marcos de algunas piezas, o los tiradores y pestillos de las puertas).

El cuadro de instrumentos tiene cuatro indicadores analógicos y dos pantallas. A diferencia de lo que sucede en otros coches actuales, el termómetro verdaderamente indica la temperatura del refrigerante (nota).

La pantalla pequeña muestra información sobre la temperatura exterior, la hora, y si los cinturones de las plazas posteriores están puestos. En la otra pantalla se pueden ver los datos del ordenador, equipo de sonido y los menús que permiten configurar diversos dispositivos del coche (imagen; versión con motor gasolina).

El mando de las luces es giratorio. Con el resalte que tiene en posición vertical, las luces están apagadas. Hacia la derecha se activan las de posición y cortas; hacia la izquierda se conectan las luces de estacionamiento. Es fácil dejarse estas últimas luces encendidas por error porque no cuenta con ningún seguro que impida su conexión de forma involuntaria.

Hay una única palanca para los intermitentes, la conexión de las luces largas y la activación de los limpiaparabrisas; está en el lado izquiero del volante y más baja de lo habitual; para accionarla, hay que quitar la mano de su posición correcta en el volante.

El aire acondicionado, con regulación automática de temperatura (imagen), es potente y comienza a enfriar en poco tiempo. El climatizador de dos zonas «Thermotronic» es opcional y cuesta 670 €. Los elevalunas delanteros son eléctricos y sólo tienen función automática para el descenso. Detrás hay manuales, los eléctricos son una opción que cuesta 433 €.

Los retrovisores exteriores son de buen tamaño y tienen la superficie convexa para eliminar el ángulo muerto. A pesar de la buena visibilidad que proporcionan, hay que tener cuidado en las maniobras marcha atrás porque resulta muy difícil intuir donde acaba el lateral del coche (tiene una forma curva que se cierra mucho atrás). Por este motivo, el sistema de ayuda al aparcamiento «Parktronic» me parece una opción interesante (758 €).

Hay abundantes huecos para depositar objetos (relación).