Mazda CX-5 (2017) | Información general

26/01/2021 |Alfonso Herrero (@alf_reguart) y Pablo David González (@PD_Gonzalez)

En junio de 2020 Mazda actualiza el CX-5. Este modelo tiene cambios muy pequeños respecto al CX-5 2017, que a su vez era una actualización del CX-5 2015. Mide 4,55 metros de longitud (5 mm menos), 1,84 m de anchura (lo mismo) y 1,68 m de altura (5 mm más).



Cambios en la gama 2021 y 2020

El Mazda CX-5 2020 no tiene ningun cambio significativo en el exterior respecto al modelo 2017 (sólo cambia el logo y hay un nuevo color para la carrocería denominado «Gris Polymetal»). En el interior hay, como ya tiene el Mazda 6, una nueva pantalla para el sistema multimedia de 8" (imagen) y ledes para dar iluminación ambiente (tanto en el habitáculo, imagen, como en el maletero). Hay una nueva tapicería mixta de tela y piel sintética.

Los motores son los mismos que los de la gama anterior, con la diferencia de que ahora el de gasolina de 2,0 litros y 165 CV tiene un sistema de desactivación de dos cilindros (de cuatro que tiene en total) si hay poca demanda de aceleración. El conductor sabe en qué momento el funciona con dos o cuatro cilindros ya que esta información aparece en la instrumentación. Los Mazda CX-5 con tracción total ahora tienen una nueva función del sistema de tracción (Off-road Traction Assist) para frenar la rueda que pierde tracción en superfices deslizantes y, los modelos con cambio automático, pueden tener levas en el volante para cambiar de marcha (imagen). También hay pequeños cambios para reducir el ruido en el interior (hay un material aislante distinto en el techo) y las vibraciones en el volante de los modelos con motor de gasolina (Mazda ha puesto una pieza de goma entre el volante y el módulo del airbag). En el apartado de la seguridad, el sistema de reconocimiento de peatones funciona por la noche (entre 10 y 80 km/h).

En enero de 2021, Mazda reemplaza la pantalla de 8" por una de 10,25", de la que dice que tiene un manejo más fluido. Otras novedades son la incorporación de la app MyMazda —que permite gestionar el coche y consultar algunas informaciones desde el móvil (cerrar las puertas, ver su localización, etc)— y mejoras en la respuesta de los motores y sus emsiones.

A partir de aquí las impresiones corresponden al CX-5 2017 que, salvo por los detalles citados anteriormente, deberían ser aplicables al nuevo 2021.



A igualdad de nivel de equipamiento, entre las versiones de gasolina y Diesel más económicas hay 2250 € de diferencia a favor del primero (26 700 € y 28 950 €; ficha comparativa). El Diesel permite una conducción más relajada a cualquier ritmo algo que no es posible en el de gasolina dado que hay que estar constantemente accionando la palanca de cambios para desenvolverse entre el tráfico con soltura, hacer adelantamientos o simplemente mantener la velocidad en un puerto de autovía. Por el contrario el motor de gasolina se oye y vibra menos a ralentí, si bien el Diesel es muy bueno en estos aspectos; en el resto de circunstancias la diferencia es practicamente inapreciable. El consumo de esta variante no es mucho mayor que la Diesel en condiciones normales aunque sus prestaciones son peores a pesar de su mayor potencia (165 frente a 150 CV). Lo contamos con más detalle en las impresiones de conducción

Ambas versiones son de tracción delantera y cambio manual. De gasolina existe una versión que cuesta menos (24 600 €) porque tiene un equipamiento más sencillo que no está disponible con el motor Diesel. Además de estos motores existen otros más potentes: 175 CV Diesel y 194 de gasolina (listado de precios de todas las versiones del CX-5). El de gasolina no lo hemos probado y el Diesel lo hemos conducido brevemente y nos pareció que la diferencia de prestaciones con el de 150 CV era poco apreciable por lo que, en general, recomendamos este último.

Si se compara el CX-5 más asequible con su competencia, cuesta más que un Ford Kuga 1.5 Ecoboost 150 CV, prácticamente igual que un Renault KADJAR TCe 165 CV y menos que un Volkswagen Tiguan 1.4 TSI 150 CV (ficha comparativa).

El cambio de marchas que viene de serie es manual de seis velocidades, si bien en opción hay disponible uno automático de convertidor de par con el mismo número de relaciones. La tracción puede ser en las ruedas delanteras o en las cuatro, excepto con el motor Diesel de 175 CV y el de gasolina de 194 CV, que solo pueden tener tracción total. El motor de gasolina 2.0 SKYACTIV-G da 160 CV (5 CV menos) cuando se pide la tracción a las cuatro ruedas.

El CX-5 2017 es entre 40 y 45 kilogramos más pesado que el modelo 2015 (depende de la versión), tiene peores prestaciones y un consumo homologado más elevado. Por ejemplo, con el motor Diesel de 150 CV, tracción delantera y cambio manual, el CX-5 2017 necesita 0,2 segundos más para acelerar de 0 a 100 km/h y su consumo medio es 0,4 l/100 km más alto (ficha comparativa). Lo mismo sucede si se comparan las versiones de gasolina de 165 CV (ficha comparativa). A pesar de ello, Mazda dice que en condiciones reales el consumo del nuevo CX-5 es un 4,4% más bajo. Nosotros, en el recorrido que hacemos comparativo por autovía, el modelo 2017 ha gastado más que el anterior.

El motor de gasolina de 194 CV, denominado 2.5 SKYACTIV-G, tiene como novedad desde este año un sistema de desconexión automática de cilindros (información técnica sobre este sistema). En la gama Diesel también hay cambios: las tecnologías que mazda llama High-Precision DE Boost Control, Natural Sound Frequency Control y Natural Sound Smoother. Estos tres sistemas están presentes en otros modelos de Mazda y los describimos con más extensión en la sección de información técnica del Mazda6.

El aspecto del habitáculo cambia —principalmente la consola— y hay más medidas de insonorización (el parabrisas es más grueso, hay nuevas juntas en las puertas que sellan mejor y más material aislante). Mazda ha mejorado algunos detalles para transmitir una sensación de calidad más elevada, como unos fondos de goma en los huecos de las puertas delanteras o un tapizado en la guantera. También ha mejorado la ergonomía elevando la posición de la palanca del cambio manual 4 centímetros (6 cm en el caso del cambio automático) para que así quede más cerca del volante.

El espacio para los pasajeros apenas ha variado. Es un coche con una buena amplitud, como la mayoría de sus alternativas. El volumen del maletero es 477 litros, 14 más que el modelo reemplazado. El portón puede tener accionamiento eléctrico, una novedad en Mazda. Más información en las impresiones del interior.

Mazda ha incorporado la función «G-Vectoring Control» (GVC, es de serie), cuya finalidad es mejorar la precisión de guiado y suavizar los cambios de aceleración longitudinal y transversal que se originan cuando se aborda una curva. Hay más información sobre su funcionamiento en este apartado de técnica del Mazda6.

Los nombres de los niveles de equipamiento son diferentes a los que habitualmente Mazda utiliza en sus modelos. En el CX-5 hay tres: Origin, Evolution y Zenith. Desde el más bajo, Origin, son de serie elementos como el climatizador de dos zonas, la activación automática de luces y limpiaparabrisas, faros de ledes y llantas de aleación de 17 pulgadas. En este enlace hay un listado comparativo de los elementos de serie y opcionales disponibles en cada nivel de equipamiento.

El sistema multimedia MZD Connect es de serie y ha sido actualizado. Se maneja a través de una pantalla de 7 pulgadas y tiene un sistema de conectividad con dispositivos móviles más avanzado, aunque por el momento no dispone de Apple CarPlay y Android Auto. De serie en el nivel Zenith, está asociado a un nuevo equipo de sonido con diez altavoces del especialista BOSE. Los altavoces están más cerca de los oídos de los pasajeros.

Los sistemas de seguridad y asistencia también han sido actualizados. El programador de velocidad activo (disponible según equipamiento) ahora tiene función de detención y arranque automático. Esto quiere decir que el CX-5 puede detenerse por sí solo si el vehículo de enfrente se para debido, por ejemplo, a un semáforo y posteriormente reiniciar la marcha sin que el conductor tenga que pisar el acelerador cuando el vehículo que hay delante comience a moverse. Este sistema se puede utilizar en un rango de velocidades de entre 0 y 200 km/h.

El sistema de reconocimiento de señales de tráfico reconoce las señales de limitación de velocidad y las muestra al conductor a través del sistema de proyección de información (head-up display). De este último hay dos versiones, una que proyecta la información en una lámina de plástico y otra —novedad en Mazda— que la proyecta directamente en el parabrisas. El primero no permite una regulación suficiente para que un conductor de más de metro noventa pueda ver toda la información proyectada; el segundo no los hemos probado. Otros sistemas de seguridad que puede tener el CX-5 son la alerta de vehículos en el águlo muerto, la alerta por cambio involuntario de carril (con intervención en la dirección para corregir la trayectoria) y el asistente de frenada de emergencia(que detecta vehículo y peatones). 

Hay tres tipos de faros. Los incluidos en el nivel Origin tienen ledes para la función de corto y largo alcance. Los inlcuidos en el nivel Evolution además giran en las curvas y tienen la función de cambio automático entre cortas y largas. Por último, los faros en el nivel Zenith tienen un juego de 12 ledes que se encienden y se apagan independientemente con el fin de adaptar el haz de luz al tráfico frontal y evitar el deslumbramiento de otros conductores y, a su vez, dar la máxima iluminación posible. Los CX-5 que hemos probado tenían este último y su funcionamiento es satisfactorio. 

El coste de un seguro a todo riesgo y sin franquicia de un Mazda CX-5 Diesel de 150 CV es de un mínimo de 585 euros al año con la compañía Nuez (calidad de la póliza de 4,33 puntos sobre 10). Mapfre ofrece para este caso una póliza de mayor calidad (7,02 puntos) a un precio notablemente más elevado: 1051 euros al año. Estos son los resultados que nos ha dado comparador de seguros de km77.com introduciendo los siguientes datos: mujer casada de 30 años, que vive en Madrid, estaciona el vehículo en un garaje comunitario y recorre unos 20 000 km al año.