Kia Sorento (2020) | Impresiones del interior

15/10/2020 |Alfonso Herrero (@alf_reguart)

El habitáculo del Sorento es amplio en casi todas sus cotas, pero no es de los más amplios en relación a su tamaño, según nuestra tabla de mediciones comparativa. La anchura entre puertas a nivel de los hombros es normal en términos relativos (grande en absolutos), la suficiente para que cuatro pasajeros viajen muy desahogados y cinco, si sólo ocupan dos filas, lo hagan con relativa poca apretura. El espacio para las piernas es muy bueno en la segunda fila.

Para usar las siete plazas es aconsejable que atrás del todo vayan los pasajeros de menor estatura y más ágiles, no tanto por el espacio disponible sino más porque para acceder hay que hacer cierta contorsión a través del hueco que se libera al mover hacia delante la segunda fila de asientos (imagen). La anchura que hay en la tercera fila es suficiente para que sus dos ocupantes no se sientan encajonados, mejor que la media, aunque su postura es poco natural, con las rodillas por encima de las caderas. Como referencia, personas de metro setenta de estatura caben sin problemas y la cabeza no les roza con el techo. El acceso a esta tercera fila se hace pulsando unos botones que desplazan hacia adelante los asientos de la segunda fila. Es un mecanismo muy cómodo de usar, incluso por niños.

La segunda fila se puede configurar a voluntad ajustando la distancia respecto a los asientos delanteros (en dos porciones, 60:40) y la inclinación de los respaldos. El acceso a esta fila es sencillo porque las puertas son grandes y abren mucho (unos 80 grados), el piso no está lejos del suelo, el umbral no sobresale mucho (además puede tener unos estribos) y el espacio entre el pilar central y la banqueta es amplio y el pie cabe de sobras.

Para quien valore el Sorento como coche para viajar con niños pequeños que aún van en sillitas, le puede interesar saber que hay anclajes Isofix en las dos laterales de la segunda fila (imagen) y las dos de la tercera (imagen).

La sensación de calidad dentro del Sorento es buena, como lo era en el modelo anterior. En general, se percibe coherencia entre lo que cuesta el coche, lo que ofrece y lo que aparenta. Los mandos y botones mecánicos suenan, giran y hacen un clic que hace intuir que son de buena factura, y los que son de tipo táctil, principalmente alrededor de la pantalla multimedia, responden correctamente. Por la inclinación que tiene el climatizador, no siempre se ve bien su pequeña pantalla ni los botones cuya superficie tienen un acabado negro brillante. Este plástico negro también abunda en la consola y en el marco de las dos pantallas. Como siempre decimos, es un material que no nos gusta porque es difícil que se mantenga limpio dado que quedan las marcas de los dedos y cualquier partícula que cae sobre él se ve mucho. Hay algunos plásticos duros, de aspecto sólido, en la consola central y en la parte baja del salpicadero. Y otros mullidos en la zona superior de todas las puertas y casi todo el salpicadero. Las piezas decorativas grises que hay en el salpicadero, la consola y las puertas son de plástico, ninguna es metálica.

El maletero tiene 616 litros de capacidad; 608 el híbrido con cinco asientos en posición de servicio (con los siete desciende a 187; 179 el híbrido). Adelantando al máximo los asientos de la segunda fila y colocando los respaldos lo más próximos a la vertical, la capacidad aumenta hasta 821 litros (listado de SUV y todoterrenos de entre 4,75 y 4,85 metros de longitud, ordenados por volumen de maletero). Para abatir los asientos de la tercera fila, Kia ha dispuesto un sistema automático que se activa mediante unos botones situados en la pared lateral del maletero.

El equipaje se puede ocultar con una cortinilla enrollable si la tercera fila está plegada (imagen). Si se usa esta fila, hay que quitarla y se puede fijar en dos anclajes que hay a la altura del suelo (imagen) para que no se desplace y dé golpes. Lo que no hay son anclajes en el techo para colocar una red que separe el habitáculo de la zona de carga si se aprovecha hasta arriba del todo.

El portón tiene un motor para abrirlo y cerrarlo. También cuenta con un sistema de apertura automática que cuando detecta el mando del coche cerca de él, lo abre transcurridos unos segundos. Cuando se va muy cargado, esos segundos se hacen demasiado largos; en cambio, otras veces, basta con rodear el coche por detrás para que se accione indeseadamente. Esta función se puede anular, así como configurar la altura a la que se abre el portón. Además del botón del cierre tiene otro (imagen) que, además, bloquea el resto de puertas del coche, algo que resulta de utilidad porque evita tener que hacerlo tras esperar a que el portón se cierre. En cambio, el sistema de apertura y cierre manos libres solo cuenta con sensores de las dos puertas delanteras, no en las traseras; no es un inconveniente grande, pero es algo que sí se encuentra en otros coches de precio similar.

El Sorento ofrece a sus pasajeros todo (según la versión) lo que creo que se puede necesitar en un coche familiar de este tipo. Zonas donde vaciarse los bolsillos, portabebidas (los traseros van en las puertas; imagen), tres tomas de 12 V (una por fila), una zona de recarga inalámbrica (imagen) y ocho conexiones USB (tres delante, una dedicada a la conexión con el sistema multimedia), tres en la segunda fila —una en la consola (imagen) y las otras dos en los respaldos delanteros (imagen); así los cables no molestan a un posible pasajero central— y dos en la tercera. Las ventanillas laterales están oscurecidas y también pueden tener cortinillas en el caso de las de la segunda fila de asientos (imagen).

Los ocupantes de la tercera fila no quedan desatendidos. Además de las mencionadas tomas USB, tienen salidas de ventilación, mandos para conectar el aire acondicionado y regular su caudal (imagen), portabebidas y un pequeño hueco donde cabe, por ejemplo, el móvil.

La iluminación del habitáculo y el maletero es correcta. También hay un sistema de luz ambiental con muchos colores para parte del salpicadero y las puertas delanteras. En comparación con otros coches, el Sorento no parece un bar de carretera porque la iluminación es mucho menos estridente.