Isuzu D-MAX Cabina Crew (2012) | Información general

07/07/2014 |Redacción de km77.com

El Isuzu D-MAX es un pick up de 5,29 metros de longitud que está disponible con tres tipos de carrocería: cabina sencilla («Single») —dos plazas—, cabina extendida («Space») —cuatro plazas— y doble cabina («Crew») —cinco plazas—. En nuestra base de datos únicamente tenemos fichas técnicas y de equipamiento de la variante de doble cabina. Ésta se comercializa a partir de 29 654 € (todos los precios). La versión de cabina extendida tiene unos precios similares a los de la variante de cabina doble. La de cabina sencilla es mucho más asequible, entre 3000 y 6000 € menos.

Igual que sucede con otros pick up, el D-MAX se puede matricular para uso particular o como vehículo industrial. En este segundo supuesto, el precio es ligeramente menor pero no se puede circular legalmente a más de 100 km/h y hay que pasar la ITV con mayor frecuencia.

El D-MAX de 2012 es una profunda renovación del modelo que llegó al mercado español en 2007 (fichas técnicas y de equipamiento). Hay modificaciones en el motor, el chasis, la suspensión, las cajas de cambio, el diseño del la carrocería y el habitáculo (más información).

Únicamente está disponible con un motor Diesel de 2,5 litros y 163 CV. Tiene sobrealimentación mediante dos turbocompresores, uno más pequeño que actúa cuando el motor gira a bajas revoluciones y uno más grande para altas revoluciones. El trabajo de ambos se solapa en los regímenes intermedios. Este motor es una evolución del que llevaba el modelo anterior, que daba 136 CV (ficha comparativa). Es posible elegir entre una caja de cambios manual de seis velocidades y otra automática de cinco relaciones.

El D-MAX de doble cabina tiene unos precios similares a modelos como el Mitsubishi L200, el Volkswagen Amarok y el Toyota Hilux. Hay opciones más baratas como el SsangYong Actyon Sports y opciones todavía más asequibles, con un precio de hasta 7000 € menos, como el TATA Xenon y el Mahindra Bolero. Un Nissan Navara es un poco más caro que el D-MAX (listado comparativo de precios).

La versión manual del D-MAX consume 7,4 l/100 km, mientras que la que lleva cambio automático gasta 8,4 l/100 km. Es un litro menos que el modelo anterior en el primer caso y 0,6 l/100 km menos en el segundo (ficha comparativa). Frente a sus alternativas, el D-MAX con cambio manual es de los que menos consume, junto al TATA Xenon y al Volkswagen Amarok (listado comparativo). Con transmisión automática gasta más que el SsangYong Actyon Sports (0,4 l/100 km) y que el Volkswagen Amarok (0,7 l/100 km); el resto consumen más que el D-MAX (listado comparativo).

El D-MAX tiene tracción total conectable manualmente, salvo una versión con cabina sencilla que es de tracción trasera. Hay un mando de foma circular (imagen) que permite elegir entre tres modos: «2H» —tracción trasera—, «4H» —tracción total— y «4L» —tracción total con reductora—. Es posible conectar el modo «4H» en marcha, hasta 100 km/h. La reductora sólo se puede engranar en parado, con el freno pisado y el cambio en punto muerto.

La caja de carga del D-MAX varía en función del tipo de cabina (tabla comparativa). La capacidad de carga es de entre 1050 y 1105 kg, en función de la versión.

Algunas impresiones de conducción

He podido conducir brevemente el D-MAX por autovía y campo. La suspensión blanda no sujeta mucho la carrocería cuando se toman curvas a alta velocidad pero filtra bien las irregularidades del asfalto. Me ha parecido más cómodo que el TATA Xenon y menos que el SsangYong Actyon Sports. Aún así, no me parece incómodo salvo que se circule frecuentemente por zonas con asfalto en muy mal estado o por caminos y pistas muy irregulares. La distancia libre al suelo de la carrocería es grande, lo que puede ayudar a no rozar los bajos en determinadas circunstancias cuando se circula por terrenos escarpados.

La dirección tiene un tacto duro. Como en otros pick up, hay que anticiparse para tomar las curvas ya que desde que se gira el volante hasta que el coche comienza a cambiar de dirección transcurre más tiempo del habitual —más que en un turismo—.

El motor responde bien al acelerador y mueve correctamente el D-MAX, al menos descargado. No es suave y es ruidoso a altas revoluciones. Salvo por esto, el aislamiento del habitáculo es correcto.

Este motor Diesel de 163 CV puede ir asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, cuya palanca vibra ostensiblemente y tiene los recorridos muy largos, o a una trasmisión automática de cinco relaciones, muy agradable de utilizar por su suavidad. Aunque no es especialmente rápida, funciona bien.

Habitáculo y equipamiento

La mayoría de los plásticos son duros pero de tacto agradable. Los ajustes entre piezas son correctos. La sensación general que transmite el habitáculo es buena, claramente mejor que la de un TATA Xenon y algo mejor que la de un SsangYong Actyon Sports.

El D-MAX de doble cabina es espacioso tanto en las plazas delanteras como en las traseras. El hueco para las piernas es bueno, siempre que no se lleven los asientos delanteros en su posición más retrasada. Las versiones de cabina extendida tienen menos espacio disponible para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras. Éstos irán más incómodos porque no tienen un asiento sino un pequeño cojín sin respaldo y porque las piernas van más flexionadas. Por todo ello, las dos plazas traseras son, principlamente, para un uso esporádico —pueden resultar muy útiles para transportar carga valiosa, que no se quiera dejar al aire libre y a la vista en la caja trasera—. Las dos plazas de la versión de cabina sencilla son amplias.

El acceso al habitáculo es bueno en el D-MAX de doble cabina porque las puertas tienen un buen ángulo de apertura y los asientos, aunque quedan altos, no llegan a estar tan lejanos como los de un TATA Xenon. En los D-MAX de cabina extendida, las puertas traseras se abren en sentido opuesto a la marcha, al revés que las delanteras (imagen), por lo que hay mucho espacio para poder acceder al interior y para poder dejar cosas en la parte trasera —los dos cojines que cumplen la función de asiento se pueden levantar y dejar así más espacio libre para colocar objetos—. Todas las variantes de carrocería tienen un asidero en los montantes laterales del parabrisas para hacer más sencilla la operación de sentarse en las plazas delanteras.

La posición de conducción es buena, aunque el volante sólo tiene regulación en altura. Los asientos me han parecido cómodos pero no sujetan mucho el cuerpo en las curvas. Hay muchos espacios para objetos repartidos por el habitáculo: 15 huecos y 10 portalatas.

Hay seis niveles de equipamiento en la gama D-MAX: «Satellite», «Planet», «Solar», «Solar Plus», «Solar Special» y «Quasar». El más asequible («Satellite») lleva de serie seis airbags, control de estabiliad, aire acondicionado, elevalunas eléctricos y rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro, entre otros elementos. No puede llevar, ni siquiera en opción, faros antiniebla, climatizador o sistema manos libres Bluetooth para teléfonos móviles. El siguiente nivel de equipamiento («Planet») añade llantas de aleación de 16 pulgadas y espejos exteriores calefactados y orientables eléctricamente. La versión «Solar» incorpora faros antiniebla, ordenador de a bordo, programador de velocidad y asiento del conductor con regulación en altura. Las variantes «Solar Plus» y «Solar Special» están disponibles desde julio de 2014. La primera incluye climatizador, 2 altavoces adicionales y estriberas mientras que la segunda añade a lo anterior cámara de visión trasera —es un accesorio de concesionario que se monta a posteriori, por eso no figura en nuestras fichas de equipamiento—, navegador, asientos y guarnecidos en piel y un equipo de sonido PIONEER con pantálla táctil y conexión Bluetooth para teléfonos móviles. Las variantes más equipadas («Quasar») llevan de serie muchos elementos, todos los que tienen el resto de versiones y además asiento del conductor con ajustes eléctricos, asientos delanteros con calefacción y alarma antirrobo.

Precio del seguro y otros detalles

Asegurar a todo riesgo un D-MAX de doble cabina destinado a un uso profesional y cuyo conductor habitual sea un trabajador autónomo casado de 45 años con carnet desde los 18, que resida en un pueblo de la provincia de Sevilla, utilice el coche a diario, recorra hasta 15 000 km anuales y aparque en la calle tiene un coste de 1135 € con Balumba, la compañía que mejor precio ofrece para este supuesto según nuestro comparador de seguros.

Un seguro a todo riesgo con franquicia se puede obtener a partir de 514 € —franquicia de 600 €—. Es posible rebajar la franquicia a 200 € pagando 55 € más al año por el seguro (569 €). En ambos casos son primas de Génesis. La póliza a terceros ampliada, con lunas, incendio y robo, más económica cuesta 338 €. También es de Génesis. El seguro a terceros básico de menor precio es igualmente de Génesis: 302 €.

El D-MAX se fabrica en la planta que Isuzu tiene en Tailandia. En algunos países de Sudamérica y en Sudáfrica se vende bajo la marca Chevrolet, pero el coche es exactamente el mismo, únicamente cambian los anagramas. Isuzu ha vendido más de dos millones de unidades del D-MAX en todo el mundo. En España se vende, desde 2010, a través de MIDI Spain Automoción, una filial de MIDI Europe. Ésta es la distribuidora de Isuzu en Italia, Francia, Suiza y Rumanía.

En España hay actualmente 40 concesionarios y 12 servicios oficiales de Isuzu (mapa). El 80% son compartidos con las marcas de vehículos industriales pesados MAN y DAF.