Detalles de acabado
El aspecto interior del Fiat Bravo es muy agradable a la vista. Como suele ocurrir en muchos coches, las piezas que están más a mano del conductor y acompañante son de mejor calidad que las que están más ocultas.
La parte superior del salpicadero y las puertas es de un plástico duro pero con un tratamiento superficial que le dan un tacto muy agradable. La zona media tiene un plástico de tacto gomoso y con un diseño que se asemeja al entrelazado de la fibra de carbono (excepto en las versiones «Active»), también muy agradable. La parte inferior de puertas y consola es de un plástico duro rugoso que no tiene ni un tacto bueno ni da sensación de calidad. Existen diversas combinaciones de colores para el interior. En general la sensación que se obtiene a los mandos del Bravo es que la relación entre calidad y precio es correcta. Prácticamente no hay diferencias de aspecto, ni de materiales, entre el Bravo de 2007 (imágenes) y el de 2010 (imágenes).
Fiat ha sustituido el tapizado que había en la parte superior de los paneles de las puertas del Stilo por un plástico igual que el del salpicadero. En el Stilo —al que reemplazó el Bravo— hubo problemas con el desgaste que sufría ese tapizado. También hay una mejora funcional: si se abre la ventanilla con el coche mojado, el plástico es más fácil de limpiar que el tejido.
El Bravo sigue conservado tela que aparentemente parece microfibra en los reposabrazos: en nuestra unidad de pruebas ese tapizado empezaba a tener síntomas de desgaste.
Tiene algunos detalles que no están en consonancia con el resto. Por ejemplo, la iluminación interior de las plazas traseras es pobre.
Puesto de conducción
El puesto de conducción nos parece satisfactorio por la distancia a la que están colocados el volante, los pedales, el apoyo para el pie izquierdo y la palanca de cambios. Los asientos delanteros tienen un relleno duro y recogen poco el cuerpo (imagen). En zonas de curvas o en rotondas hay que hacer más fuerza con el cuerpo para mantenerse bien colocado que en un coche con mejores asientos. Como el apoyo en la mitad inferior es mucho mayor que en la parte superior también puede dar la impresión de que el apoyo lumbar es excesivo.
Los asientos laterales traseros son cómodos, tanto por el relleno como por contar con un poco de sujeción lateral. Al colocarse en estas plazas, hay que tener cuidado para no golpearse la pierna con la salida de la ventilación trasera, que sobresale demasiado.
Una cosa poco agradable de la carrocería del Bravo es la escasa visibilidad que hay en ciertos ángulos, sobre todo en tres cuartos traseros (los montantes de la carrocería son muy gruesos). Tampoco tiene buena visibilidad en tres cuartos delanteros: el marco del parabrisas molesta al realizar giros de 90º, como por ejemplo una esquina. No me parece un problema particular de este coche; en mayor o menor medida es habitual en muchos coches actuales, que en los laterales tienen cada vez más chapa y menos cristal (y más en el techo).
El Bravo es relativamente espacioso (aunque no tanto como un Stilo). Delante hay amplitud suficiente para ocupantes de diversa talla. Detrás, el espacio para las piernas es normal. Aunque la altura trasera es buena, si en las plazas traseras van a viajar personas altas, lo mejor es no optar por el techo solar panorámico (quita unos 4 cm de altura, que pueden ser determinantes para viajar con comodidad o no).
La anchura en las plazas traseras es normal. No es cómodo para que viajen tres ocupantes debido a que el túnel que recorre la parte central de la carrocería es voluminoso. Esto provoca que el ocupante de en medio tenga que llevar las piernas muy abiertas (para poder colocar bien los pies), lo que resta espacio a los ocupantes laterales. Es un fallo común en la mayor parte de los coches de este tipo, salvo en alguno como el Toyota Auris que tiene un piso prácticamente plano.
En el interior hay muchos sitios a mano para dejar o guardar cosas que normalmente se llevan en el bolsillo y la mayor parte de ellos tiene el fondo tapizado de goma.
El climatizador automático de dos zonas tiene un funcionamiento correcto. En algunas unidades nos ha parecido que no enfría lo suficiente en modo automático para una temperatura dada y era necesario seleccionar una más baja.
Maletero
El mayor inconveniente para aprovechar con comodidad el maletero es que el borde de carga está alto (75 cm); es decir para meter un objeto en su interior hay que levantarlo mucho del suelo (imagen). Bajo el piso está la rueda de repuesto (opcionalmente puede llevar un equipo de reparación de pinchazos). No hay ningún gancho para colgar bolsas, algo que se suele echar en falta para que las cosas no rueden por el maletero.
Para abrirlo no hay ningún asa en el portón; hay que meter la mano por el hueco que queda entre el portón y el paragolpes, a veces esa zona está sucia, después de desbloquearlo.