Ferrari ha desarrollado una versión experimental del 430, con un motor capaz de funcionar con carburante E85 (85 por ciento etanol y 15 por ciento gasolina). Está hecho sobre la carrocería de un Spider.
Con este motor, hay un aumento de potencia de un 10 por ciento (sin aumentar el régmen), un aumento de par motor de un 4 por ciento y una disminución de las emisiones globales de CO2 en un 5 por ciento.
Los coches que consumen etanol emiten más cantidad de CO2 por el escape, pero una cierta proporción de ese CO2 procede ya de la atmósfera (no del subsuelo, como ocurre con el carburante fósil).
El control electrónico del motor puede ajustar el avance del encendido para que se adecúe a las distintas proporciones de etanol y gasolina (como máximo un 85 por ciento).
El principal beneficio de utilizar etanol es que la relación de compresión puede ser alta, porque tiene un índice de octano que también lo es. Como el motor tiene que poder funcionar también con gasolina, la relación de compresión está limitada.
Actualmente todos los Frrari pueden funcionar con un 10 por ciento de etanol en la gasolina (una mezcla común en algunos mercados, como el norteamericano). Ferrari tiene como objetivo para 2012 reducir en un 40 por ciento el consumo y las emisiones de CO2.
Para los fabricantes de este tipo de vehículos que deben reducir la emisión de CO2, la alternativa con mejor relación entre coste y beneficio a corto plazo es el etanol, porque requiere muy pocas modificaciones con relación a un motor normal. El Koenigsegg CCXR Flower Power también tiene un motor de este tipo. En un plazo más largo, el híbrido eléctrico parece inevitable.