Lo interesante de este prototipo es que muestra algunos rasgos de estilo, y probablemente, algunas soluciones técnicas que tendrá el futuro Citroën C5, que estará disponible en 2008.
Este prototipo tiene una carrocería descapotable de dos puertas y cuatro plazas. El techo está fabricado de carbono y tiene un funcionamiento completamente automático; tiene una pequeña superficie de cristal próxima al parabrisas, lo que da más luz al interior cuando está colocado sobre la carrocería.
El interior está casi completamente revestido en cuero de color marrón oscuro. Como en el C4, el centro del volante es fijo y agrupa algunos mandos que permiten manejar ciertas funciones del sistema de navegación, de la radio, el regulador y limitador de velocidad y el ordenador de a bordo.
A diferencia del C4, el C5 Airscape no tiene una pantalla de cristal líquido sobre en el centro de la parte superior del salpicadero. En el C5 Airscape, la información principal está colocada detrás del volante y es mostrada con indicadores de aguja.
El motor que Citroën ha utilizado es el Diesel V6 de 2,7 l y 204 CV (150 kW), que actualmente tiene el C6, con una caja automática de seis marchas.
Un aspecto interesante es que Citroën ha montado a este vehículo un sistema de arranque y parada automáticos, similar al que tienen algunas versiones del C2 y C3. Este sistema utiliza un alternador reversible que hace una doble función, como motor eléctrico para arrancar el motor y, cuando el motor ya está en marcha, recupera su función habitual: utilizar el movimiento del motor para generar electricidad. Este sistema de arranque y parada automáticos sirve para consumir menos combustible: Citroën estima este ahorro en unos 0,9 /100 km en el ciclo homologado de consumo (24 g de dióxido de carbono cada 100 km). Otro aspecto relevante es que este motor puede funcionar con carburante biodiésel.
Este prototipo tiene neumáticos de invierno (en llantas de 19") y un control de tracción con un funcionamiento específico («Snow Motion»). Según Citroën, la combinación de ambos elementos hace que el C5 Airscape tenga una capacidad de tracción sobre superficies deslizantes similar a la de un coche con tracción total.