Este ensayo es un vehículo de cuatro plazas que se desplaza mediate un motor eléctrico. El nombre de este prototipo, ecoVoyager, no hace referencia al modelo de nombre parecido que Chrysler tiene actualmente a la venta (información de la gama 2008 del Chrysler voyager).
La carrocería es de tipo monovolumen y da cabida a un habitáculo con cuatro asientos individuales. El maletero tiene un portón. El ecoVoyager no tiene retrovisores exteriores ni en el interior; tres cámaras de video desempeñan su función.
Al habitáculo se accede mediante cuatro puertas, donde las traseras se abren en sentido contrario a las delanteras (como sucede con el Mazda RX-8 o el MINI Clubman). De este modo, y gracias a la ausencia de un pilar central, resulta más cómodo entrar o salir del habitáculo.
El salpicadero, recubierto de cuero, no tiene salidas de ventilación sino unas pequeñas perforaciones que hacen de difusores de aire (el Lancia Thesis, entre otros, usa un sistema similar).
El cuadro de instrumentos recorre en salpicadero de lado a lado; a pesar de su tamaño, sólo muestra la información que es relevante en cada momento. El conjunto de botones que, normalmente, van en la consola ha sido sustituido por un sistema similar al ratón de un ordenador portátil.
Los asientos incluyen un apoyabrazos en lado más interior; en él, van los interruptores de la calefacción y los masajes. El techo está compuesto por dos hojas de vidrio, separadas longitudinalmente.
Tiene un sistema de audio que, mediante altavoces, es capaz de dirigir el sonido individualmente a cada ocupante sin molestar al resto. El pasajero delantero puede ver una película sin que las imágenes distraigan al conductor.
El sistema de propulsión es mediante un motor eléctrico de 200 kW (272 CV) con el que la aceleración de 0 a 97 km/h (60 mph) es menor de 8 s. Este motor se alimenta de una batería de iones de litio que, según Chrysler, es suficiente para recorrer trayectos diarios de unos 64 km.
Este sistema es capaz de recuperar energía cuando el coche decelera y almacenarla en la batería (como hace un Toyota Prius).
Para lograr una mayor autonomía, también hay una pila de combustible capaz de generar electricidad. El hidrógeno necesario para que funcione está almacenado en dos depósitos que hay en la zona trasera del coche con capacidad suficiente para recorrer hasta 483 km. La batería y la pila de combustible están colocadas bajo el piso del coche.