BMW Serie 7 (2002) | Impresiones de conducción del 745i

18/11/2001 |Juan Manuel Pichardo

Mira que llevo años probado coches y es la primera vez que tienen que darme explicaciones antes de ponerme en marcha. El nuevo Serie 7 pone a nuestra disposición tantos sistemas electrónicos que es más que recomendable leer con detenimiento el libro de instrucciones para no "perderse" en su impresionante despliegue de tecnología. BMW brinda en el nuevo Serie 7 un puesto de conducción cómodo y ergonómico. Los asientos tienen tantos reglajes eléctricos que permiten ajustar su forma a nuestra propia anatomía. Además de los reglajes habituales se puede regular la inclinación de la parte superior del respaldo, el apoyo lumbar en tres zonas, el reposacabezas, la sujeción lateral y también alargar la longitud de la banqueta. El 745i que he probado llevaba también lo que BMW denomina "asiento activo" (opcional): tiene un mando que al pulsarlo nos da un "masaje" mediante un sistema que presiona zonas de nuestras piernas y de la espalda de forma selectiva (notamos como si se moviesen pequeñas zonas del asiento que presionan nuestro cuerpo). El volante tiene reglaje eléctrico en altura y distancia y tiene unos mandos multifunción que permiten accionar el sistema de audio, seleccionar los tres programas del cambio o activar el sistema de teléfono manos libres. También tiene unos mandos para cambiar o reducir si seleccionamos la modalidad de cambio manual secuencial y que son cómodos de accionar.

Para arrancar pisamos el pedal de freno y pulsamos el botón situado junto a la llave (botón que también pulsamos para apagar el motor). La palanca selectora del cambio automático de seis marchas se encuentra junto al volante (no en la consola central) y tiene un accionamiento sencillo. Sólo seleccionamos la marcha atrás (R), punto muerto (N), directa (D) y parking (P). Para seleccionar el programa de cambio (automático, sport o manual) pulsamos un botón específico situado en el volante (SMD). En el programa de cambio manual secuencial, tenemos que pulsar los botones específicos (metálicos) situados en el volante para cambiar y reducir. En cualquier caso, la gestión electrónica se encarga de cambiar automáticamente si llegamos a máximo régimen (a 6.500 rpm) o de reducir si apretamos el acelerador a fondo y admite una marcha inferior (por ejemplo rodando en una marcha larga a bajo régimen).

El motor V8 de 4,4 litros y 333 CV es un prodigio de suavidad (no vibra nada), silencio (se escucha lo justo) y potencia (a bajo, medio y alto régimen). El BMW 745i tiene las prestaciones que se esperan de un coche con semejante potencia, a pesar de tener una carrocería de más de cinco metros y un peso de casi dos toneladas. La aguja del velocímetro supera los 200 km/h casi sin darnos cuenta. En el interior todo es confort y silencio de marcha. Las suspensiones son suaves y ofrecen una comodidad excelente pero no pueden evitar un cabeceo acusado en determinadas ocasiones. También se aprecian movimientos de la carrocería al enlazar varias curvas con fuerteapoyo por efecto de la amortiguación suave. En condiciones normales, el 745i desborda seguridad y aplomo, pero en una conducción muy exigente se acusa su elevado peso y la suavidad de suspensiones restan algo de eficacia. El eje delantero ofrece una cierta sensación de flotación inicial y subvira ligeramente, pero una vez que está ya bien apoyado, permite guiar las ruedas delanteras con bastante precisión. La nueva dirección de cremallera, parece también poco directa en el momento inicial de giro.

A pesar de la suavidad de suspensión, el 745i permite rodar por carreteras reviradas a un ritmo impresionante y con mucha agilidad (para su tamaño y peso), pero me ha parecido algo menos ágil y aplomado que un Mercedes S500 con suspensión neumática de dureza variable. Los Serie 7 también pueden tener opcionalmente un sistema de suspensión de dureza variable (EDC) y un control electrónico de balanceo (Dynamic Drive).

Con el control de estabilidad activado (DSC), no hay posibilidad de sobrevirar. Podemos también acelerar a fondo en medio de una curva y el control de tracción (ASC+T) se encarga de evitar cualquier patinamiento. Este modelo tiene un nuevo sistema denominado DTC que se activa mediante el controlador del "i Drive". Permite a las ruedas motrices un mayor grado de patinamiento (en torno a un 17% más) antes de entrar el control de tracción en acción. Yo lo he probado sobre suelo seco y no he apreciado ninguna mejora especial en eficacia, no he tenido sensación de poder realizar una conducción más deportiva con el DTC activado. Por otro lado, sigo pensando que sería mejor y más rápido tener un mando específico para activar el DTC y otro para anular el DSC (control de estabilidad). Creo que al tener que hacerlo mediante el controlador del "i Drive" se pierde más tiempo y distrae más al conductor.

La frenada es potente y eficaz y el equipo (con discos ventilados de 348 y 345 mm delante y detrás) está bien dimensionado y aguanta correctamente el trato exigente. Sin embargo, en una conducción a fondo llegan a perder algo de eficacia por sobrecalentamiento (fading). BMW utiliza en sus Serie 7 pinzas flotantes de aluminio con un sólo pistón, cuando otros fabricantes utilizan ya pinzas monobloque de aluminio con cuatro pistones (Mercedes Clase S o Peugeot 607 V6).