Audi Q5 Sportback (2021) - Prueba | Impresiones del interior

07/11/2022 |Fernando Ríos (@RiversChains)

El habitáculo del Q5 Sportback es idéntico al del Q5 convencional en la parte delantera, donde hay espacio suficiente para acomodar a dos personas de hasta cerca de dos metros de estatura (con el techo panorámico la altura es algo menor). Atrás, debido a la curvatura que describe el techo a la altura de las puertas y el portón del maletero, hay dos centímetros menos de altura libre al techo, aunque esta sigue siendo suficiente para que dos adultos de cerca de 1,90 metros de alto viajen sin sensación de agobio (mediciones del interior). 

Por anchura entre puertas y espacio para las piernas es exactamente igual. Es un coche en el que cuatro personas pueden viajar con un nivel de confort alto y sin problemas de espacio. Un tercer ocupante en las plazas traseras irá mucho más incómodo, no solo por falta de anchura, sino porque el respaldo es muy duro y el túnel que recorre longitudinalmente el piso es especialmente voluminoso y molesto. Opcionalmente, el Q5 Sportback puede tener un sistema que permite desplazar longitudinalmente las banquetas a traves de un carril y reclinar los respaldos en varias posiciones predefinidas (en el BMW X4 solo se puede pedir el ajuste para el respaldo y en el Mercedes-Benz GLC Coupé, ninguno de los dos). También son opcionales unas cortinillas enrrollables para las ventanillas de estas plazas (imagen).

Las puertas traseras son un poco más pequeñas que las del Q5 y abren menos superficie de la carrocería, por lo que hay que ladear más la parte superior del cuerpo para entrar y salir del habitáculo. No obstante sigue siendo una maniobra relativamente sencilla, que solo requiere un poco más de cuidado a la hora de sentar a niños pequeños en sillitas infantiles o al ayudar a personas con movilidad reducida.

El tamaño del maletero del Q5 Sportback varía en función de la versión elegida entre los 455 y los 510 litros (fichas técnicas de toda la gama) y, a igualdad de motor, es 10 litros más pequeño que el del Q5 convencional, una diferencia mínima. Frente a sus alternativas directas, que son el BMW X4 y el Mercedes-Benz GLC Coupé, se queda en un punto intermedio (ficha comparativa). Cifras aparte, el espacio de carga es muy aprovechable y agradable de utilizar por sus formas regulares, el mimo con el que está cuidado y por los accesorios con los que cuenta para organizar la carga: redecillas y cintas elásticas en cada una de las paredes laterales, ganchos metálicos en el piso a los que se puede fijar una red, tiradores para abatir los respaldos de los asientos posteriores, tres puntos de luz LED que proporcionan una buena iluminación (uno en cada pared y otro en la cara interna del portón) o un hueco específico para colocar los triángulos de emergencia.

La principal diferencia en esta zona entre el Q5 Sportback y el Q5 convencional se halla en el espacio de carga que hay por encima de la cortinilla que cubre el maletero, que es mucho más reducido en el primero debido a que la luneta está mucho más tendida (imagen del Q5 Sportback e imagen del Q5 convencional). Todas las versiones tienen un portón con apertura y cierre automatizados y, aquellas que llevan instalada la suspensión neumática, también incluyen un par de botones con los que se puede reducir la altura de la carrocería en la parte posterior y así cargar bultos con más facilidad (el borde de carga pasa de 75 a 71 centímetros, que es poco para tratarse de un SUV; imagen).

Salvo por los detalles comentados (altura en las plazas traseras, acceso a las mismas y capacidad de maletero), el habitáculo del Q5 Sportback es idéntico al del Q5 convencional y también se parece mucho al de los A4 y A5. El salpicadero no tiene el aspecto tan moderno y llamativo de modelos más recientes de Audi, pero en cuanto a ergonomía no admite tacha: conserva botones físicos para manejar las funciones principales y las pantallas (de 12,3" para la instrumentación y de 10,1" para el sistema multimedia) son referencias por su buen funcionamiento, visibilidad y posibilidades de configuración. Es uno de esos coches en los que uno se siente cómodo al poco tiempo de conducirlo. Hay más información perfectamente válida para el Q5 Sportback en las impresiones del interior del Q5.

También llama la atención por los buenos ajustes entre piezas, no solo en las zonas que están a la vista, sino también en las que no lo están. Los materiales empleados, además, son de muy buena factura y hacen que, en conjunto, se perciba como un interior muy sólido y bien rematado. A este respecto me parece que sigue estando un punto por encima de los modelos que hemos ido citando recurrentemente como alternativas directas: el BMW X4 y el Mercedes-Benz GLC Coupé.