El diseño del salpicadero se parece mucho al del Fiesta y el B-MAX. No hay plásticos blandos, son todos duros, algo que en este caso no me parece negativo ya que la mayoría de ellos tiene un aspecto y tacto agradable. En opción es posible cubrir grandes superficies del salpicadero y de las puertas con un material textil de tacto similar al del terciopelo (imagen).
La calidad de materiales y remates del Tourneo Courier parecen buenos, aunque inferiores a los del B-MAX. Algunos detalles recuerdan su procedencia de un vehículo comercial, como la bandeja situada sobre los parasoles delanteros —imagen. Ambos parasoles tienen un espejo con tapa, pero no iluminación—. Esta bandeja va de lado a lado del techo y es muy útil para transportar objetos como documentos, prendas o cajas. No está compartimentada, pero a la altura del retrovisor central se hace más estrecha, por lo que es difícil que los objetos pasen de un lado a otro. No sirve para transportar objetos como bolígrafos, teléfonos móviles o llaves, porque la cara inferior de la bandeja está agujereada.
Además de la citada bandeja, existen numerosos huecos disponibles para depositar objetos. Algunos de ellos son el que hay entre los dos asientos delanteros, donde caben objetos tamaño DIN A4 (210 x 297 milímetros) (imagen), dos portabotellas delante de éste y huecos en cada una de las puertas.
El sistema de audio que viene de serie incluye radio, conexión Bluetooth para teléfonos móviles y entrada auxiliar. La información de este sistema se visualiza en una pantalla LCD monocroma. En caso de que no se quiera pagar por el navegador, Ford ofrece un soporte (Ford Dock) para llevar tabletas y teléfonos móviles en el lugar que habitualmente se sitúa la pantalla del navegador (imagen).
El sistema multimedia opcional se llama «Ford SYNC con navegador» e incluye lector de CD y funciones como el sistema de órdenes vocales y navegador GPS. Toda la información se ve en una pantalla a color de 5,0 pulgadas. Este tamaño de pantalla es razonablemente grande, pero al estar colocada lejos del conductor, da la sensación de ser pequeña. Está bien protegida de la exposición al sol, por lo que la información que muestra siempre se ve bien (más información sobre este sistema multimedia).
El habitáculo del Ford Tourneo Courier es amplio, en todas las direcciones. En esta tabla de mediciones interiores se compara con sus alternativas de tipo monovolumen y en esta otra tabla con sus alternativas de carrocería tipo furgoneta.
La altura libre al techo es sobresaliente en ambas filas de asientos. Las personas de alrededor de 2 metros estatura no tendrán problemas en este sentido. Delante no hay monovolumen actualmente en venta que hayamos medido en km77.com que ofrezca más espacio, sin importar su tamaño exterior. Detrás, hay algún modelo que ofrece más espacio, pero no mucho más.
La anchura también es buena. Delante, queda un espacio holgado entre los dos ocupantes y detrás, tres adultos de complexión normal se pueden acomodar sin muchas apreturas. El pasajero que vaya sentado en el centro no irá incómodo porque el mullido de su asiento es blando, el reposacabezas es idéntico al de las plazas laterales y el suelo apenas tiene elevación donde coloca los pies. Este pasajero obliga a que los que van sentados a su lado se desplacen ligeramente hacia las puertas, pero esto no resulta problemático porque los bordes de la banqueta están poco pronunciados y son blandos y la separación que hay hasta las puertas es amplio (10 centímetros).
El espacio para las piernas en la fila trasera también es bueno, como el que hay en un Ford B-MAX, suficiente para que una persona de 1,85 metros de estatura se siente detrás de otra de la misma altura sin que sus rodillas toquen con el respaldo del asiento delantero.
Los asientos delanteros dan un confort normal, aunque no una buena sujeción del cuerpo en las curvas. Su mullido no es especialmente firme y en viajes largos se termina notando blando. El del conductor tiene regulación en altura y en apoyo lumbar y, además, tiene un reposabrazos abatible. El del pasajero no cuenta con ninguna de estas tres características. Ninguno de los cinturones de seguridad tiene ajuste en altura.
A las plazas traseras se accede a través de unas puertas correderas, igual que las del B-MAX, pero a diferencia de éste sí hay pilar central. Las puertas correderas y la posición de los asientos hacen fácil colocar una sillita para niños, subirlos y bajarlos de ella y manipular los cinturones para dejar bien atada la silla y el menor. En las dos plazas externas posteriores hay fijaciones Isofix.
Las puertas correderas tienen el mismo inconveniente que en el B-MAX, que quedan ancladas en su posición de máxima apertura y sólo es posible liberarlas tirando de la puerta con fuerza. La ventaja que tiene el Tourneo Courier sobre el B-MAX es que el tirador está mucho mejor situado y resulta claramente más fácil ejercer fuerza sobre él. En esta imagen se aprecia el tirador.
La fila trasera es una banqueta dividida en dos porciones (1/3 y 2/3). Cada una de estas porciones se puede plegar hasta dejarla en posición vertical contra el respaldo del asiento de la primera fila (imagen). Una vez plegados así, toda la superficie queda enrasada desde la boca de carga (imagen), el volumen disponible es 1656 litros y la longitud de carga es 117 centímetros. El inconveniente es que no hay puntos de anclaje en el techo donde fijar sólidamente una red de separación que proteja a los pasajeros de un desplazamiento de la carga.
La banqueta trasera no es extraíble —no, al menos, sin utilizar herramientas— y no se puede desplazar en sentido longitudinal para jugar con el espacio para las piernas y el maletero. Esta fila no cuenta con salidas de aire y las ventanillas traseras tienen una apertura de tipo compás.
Con las cinco plazas en pie, el volumen del maletero es 395 litros. Es más pequeño que el de un Hyundai ix20 (440 l) y un Fiat 500L (412 l), pero más grande que el de un Citroën C3 Picasso (385 l), un Ford B-MAX (318 l) y un Nissan Note (325 l). Las formas del espacio de carga ayudan a aprovechar el volumen disponible. El borde de carga está situado muy cerca del suelo, a unos 46 centímetros de éste, lo que facilita notablemente las operaciones de carga y descarga de bultos pesados.
El piso del maletero es fijo, no se levanta. El kit de reparación de pinchazos está oculto tras una tapa de plástico en la pared derecha del maletero (imagen). En opción hay una rueda de repuesto (150 €). No hay ninguna toma de corriente de 12 voltios en el maletero.
La bandeja del maletero no tiene ningún mecanismo que la eleve cuando se abre el portón (lo habitual es que la bandeja y el portón estén unidos por un par de cordeles), ni ningún tipo de muesca en los laterales del habitáculo que la deje fija cuando se levanta con la mano. Esto es un tanto molesto porque siempre hay que mantener una mano ocupada sosteniéndola cuando se quiere cargar o descargar algún bulto voluminoso.
La bandeja se puede situar en tres posiciones diferentes y se cambia de una a otra sin apenas esfuerzo. Puede situarse en la posición alta habitual en la mayoría de vehículos (deja 60 cm de altura libre con respecto a suelo del maletero), en una posición a media altura del respaldo de los asientos (queda a 37 cm del suelo) y en una posición en la que pierde su función de bandeja: colocada en paralelo al respaldo de los asientos de la segunda fila de asientos (imagen de las tres posiciones). En esta última posición, la distancia que queda desde el suelo hasta el techo es entre 109 y 119 centímetros. La distancia varía porque el guarnecido del techo no es completamente liso, sino que tiene una serie de nervios transversales.
El portón del maletero es una única hoja, grande y vertical al suelo, que se abre de abajo a arriba. Cuando se aparca marcha atrás contra una pared hay que dejar una distancia mínima de 1 metro para poder abrirlo completamente. Si se aparca contra otro vehículo o un bolardo, no es necesario dejar tanta separación, pero sí algo más de lo normal porque el portón nace desde muy abajo (a unos 46 centímetro del suelo).
El portón se abre en un ángulo máximo ligeramente superior a 90º y la parte más baja del mismo está a unos 180 centímetros del suelo. Para cerrarlo hay una tira de tela que cuelga de su cara interna. El impulso que se le puede dar al portón tirando de esta tela es insuficiente para cerrarlo de un movimiento y, al final, siempre hay que empujarlo tocando la carrocería, por lo que si ésta está sucia, se mancharán las manos.