En el habitáculo del EX5, cuatro adultos de estatura media o incluso un poco superior pueden viajar con desahogo. En la fila posterior hay mucho espacio para la cabeza, incluso con el techo panorámico instalado. Yo mido 1,83 m de altura y con la espalda bien pegada al respaldo y la cabeza erguida, aún me quedaban unos centímetros para llegar a tocar el techo; la anchura entre puertas, en cambio, es escasa para acomodar a tres personas con un mínimo de confort (no es exclusivo de este coche, le pasa a la mayoría de alternativas de tamaño parecido).

En esta misma fila de asientos, los pasajeros disponen de puertos USB en los respaldos de los asientos delanteros, salidas de aire en la consola (pero sin control de la temperatura o la velocidad del ventilador) y unos respaldos con ajuste en inclinación. Las banquetas, en cambio, no se pueden mover a través de un carril.

El maletero tiene un volumen de 488 litros, por lo que es un poco más grande que el del Nissan Ariya (468 l) y más pequeño que el del Volkswagen ID.4 (543 l). Sus formas son bastante homogéneas (más fácil de aprovechar el espacio disponible, por tanto) y cuenta con los accesorios habituales en este tipo de coches: ganchos, perchas, un plafón de iluminación (muy poco potente) y poco más. Bajo el piso hay un doble fondo compartimentado y el portón tiene apertura automatizada con función manos libres (con un movimiento de pie por debajo del parachoques). No hay un maletero frontal.

El salpicadero sigue la tendencia actual de montar dos pantallas, una para la instrumentación y otra central para el manejo del sistema de infoentretenimiento (imagen). La primera, de 12,3 pulgadas, tiene unos menús sencillos y con un diseño moderno, pero no puedo decir nada sobre la información que muestra porque la unidad probada era una destinada al mercado chino y los menús estaban en ese idioma. La central está dispuesta en vertical y es muy grande, de 15,6 pulgadas. Reacciona con rapidez a los toques con los dedos y su resolución es buena, pero de nuevo no puedo comentar nada sobre el contenido que muestra por el problema del idioma (las unidades que lleguen al mercado europeo no tendrán esta pega).

Entre los dos asientos delanteros hay una superficie táctil que sirve para acceder a algunas funciones de uso más o menos frecuente, como por ejemplo la apertura y el cierre de puertas, el acceso al menú de la climatización o a los perfiles de usuario (el coche permite guardar varios que memorizan la posición de asientos y espejos o las sintonías de radio, entre otros). Justo por detrás hay una serie de botones y un par de ruletas que son casi los únicos mandos «físicos» que hay en el salpicadero para controlar funciones del vehículo (hay unos pocos más a la izquierda del volante, pero para funciones poco frecuentes). El circular de mayor tamaño es el que sirve para elegir el sentido de marcha del vehículo (P, R, N, y D), y los que hay alrededor son para encender los cuatro intermitentes, el desempañado de la luna y la selección de los modos de conducción (hay dos, Eco y Sport).

Hay muchos huecos para depositar objetos y algunos de ellos son grandes. El que hay bajo el reposabrazos central delantero está cubierto por una cortinilla retráctil y es muy profundo; bajo la consola que separa los asientos delanteros hay otro muy amplio y con un fondo de goma (aunque su acceso no es demasiado bueno) y justo bajo la pantalla del sistema multimedia hay uno más pequeño pero en el que caben perfectamente un teléfono móvil, unas llaves o una cartera.

Por materiales y calidad de acabados, el EX5 es correcto. No es un coche en el que se perciba lujo nada más acceder a su interior o en el que los ajustes entre piezas sean tremendamente precisos, pero en este sentido está a la altura de rivales como el Volkswagen ID.4. Incluso tiene algunos detalles bastante bien cuidados, como el enmoquetado de la guantera y el portagafas del techo, el fondo de goma de muchos huecos portaobjetos o el tapizado que simula piel y que recorre longitudinalmente el salpicadero (es agradable al tacto y tiene costuras muy vistosas).