Volvo V60 (2014) | Impresiones de conducción

18/05/2015 |Pablo David González

El V60 es un vehículo de conducción sencilla, cómoda y relajada. Resulta muy agradable por la suavidad con que responde a las órdenes del conductor y por cómo reacciona en las situaciones extremas, de manera previsible. Otras cualidades que ayudan a incrementar el bienestar del conductor y de sus acompañantes son la finura con que funciona la dirección, el poco esfuerzo que hay que hacer para accionar el pedal del embrague o mover la palanca del cambio y lo atenuados que llegan al habitáculo los ruidos aerodinámicos y de rodadura.

En conclusión, el V60 con la suspensión de serie (en opción hay una de dureza variable) es un coche ideal para los que quieran un medio de transporte sin otra pretensión que la de utilizarlo para viajar con relajación, confort y seguridad. Es desaconsejable para aquellos que tratan de encontrar en un vehículo el instrumento con el que recrearse en tramos de montaña. Para estos últimos es mejor optar por un BMW Serie 3 Touring, un modelo más ágil y preciso cuando se trata de ir rápido en curva. El V60 les resultará insulso.

Es muy posible que estas sensaciones estén influenciadas por el carácter del motor Diesel de cuatro cilindros, 1,6 litros cilindrada y 114 CV que tenía la unidad de prueba. Este motor no destaca por el vigor de su respuesta, ni por su capacidad de aceleración. Tiene un funcionamiento correcto por ruido y vibraciones —de las que el interior se encuentra bien aislado—, así como por dar la potencia necesaria para una conducción normal, tanto en ciudad como fuera de ella.

La fuerza que da a menos de aproximadamente 2000 rpm es sensiblemente inferior a la que hay por encima de ese régimen y la transición entre esos dos estados puede ser un poco brusca si no se levanta ligeramente el acelerador según se llega al punto de cambio. También es necesario acostumbrarse a reducir una o dos marchas si se necesita ganar velocidad con rapidez —por ejemplo, para realizar una incorporación o un adelantamiento—. En cualquier otro caso, si no se requiere una aceleración fuerte, es un motor que se puede llevar bajo de vueltas porque no produce vibraciones o ruidos molestos.

Las pruebas de aceleración y recuperación demuestran que este motor Diesel no hace rápido al V60. En nuestra tabla comparativa de prestaciones no hay ningún modelo que tarde más en acelerar de 80 a 120 km/h. Esto no implica que sea un coche lento, de hecho necesita el mismo tiempo (9,5 s) que un Volkswagen Passat Variant 1.6 TDI de 105 CV y sólo dos décimas más que un Toyota Avensis Cross Sport 120D de 124 CV (9,3 s). La capacidad de recuperación en 4ª, 5ª y 6ª velocidad entre 80 y 120 km/h es claramente mejor que la de los dos modelos citados, si bien las relaciones del cambio del V60 son siempre más cortas (ficha comparativa).

Un aspecto destacable del motor Diesel de la versión D2 es su eficiencia en el uso de carburante. En la habitual prueba de consumo que hacemos en km77.com —un recorrido de 144 kilómetros por una autopista con constantes cambios de pendiente y a una media de 120 km/h— gastó 5,6 l/100 km (valor real). No obstante, a pesar de ser un buen registro, el Passat Variant de 105 CV necesitó aún menos carburante para el mismo trayecto (5,2 l/100 km). El Avensis Cross Sport 120D requirió 6,1 l/100 km.

Esta versión del V60 tiene un sistema Stop&Start, que apaga el motor únicamente cuando el vehículo está completamente detenido (hay otros sistemas que lo hacen cuando la velocidad baja de unos 20 km/h). El funcionamiento de este dispositivo es satisfactorio por la velocidad y la suavidad al parar y arrancar el motor, pero no he llegado a comprender en base a qué criterios decide intervenir o no. Ha habido días completos en los que ha funcionado y otros en los que no. El día que funcionaba lo hacía con el motor en frío y caliente, con el climatizador conectado y desconectado y con temperaturas exteriores superiores e inferiores a las del habitáculo (la temperatura exterior ha variado entre 14 y 24 ºC y la del climatizador entre 19 y 22 ºC).

Con el resultado de la prueba de frenada desde 120 a 0 km/h no pueden hacerse comparaciones porque se obtuvo con el asfalto mojado. En esas condiciones necesitó 59,2 metros (tabla comparativa de frenada). No tengo datos de cómo frenan en seco, pero sí sensaciones, y éstas son que frena bien, con fuerza, y que las frenadas bruscas no descomponen la trayectoria. Un uso continuo e intenso, propio de una conducción rápida por carreteras con muchas curvas, hace que el pedal del freno cada vez se hunda más y las distancias se alarguen.

La carrocería del Volvo V60 mide 4,64 metros de longitud, unos 6 centímetros menos que la de un Audi A4 Avant y 1 y 3 centímetros más que la de un BMW Serie 3 Touring y un Mercedes-Benz Clase C Estate respectivamente. Es, junto con el BMW, el que tiene un radio de giro más amplio (ficha comparativa) y eso se nota cuando hay que hacer maniobras en sitios estrechos. La visibilidad hacia el exterior no es mala, aunque ayudaría a saber mejor qué rodea al coche una luneta y unos cristales laterales traseros más grandes.