Volvo S80 (2003) | Impresiones de conducción con el T6 y el 2.4 de 170 CV

16/10/2003 |Javier Moltó

El Volvo S80 T6, de 272 CV, requiere ser probado mucho más a fondo de lo que yo lo he hecho para poder opinar con fundamento. Mi recorrido, de casi 100 km, ha sido más turístico que de pruebas, y no puedo dar demasiada información.

Tiene necesariamente una caja de cambios automática de sólo cuatro marchas. Tendría que probarlo durante más kilómetros y por autovía, ya que en mi recorrido sólo fui por carreteras de montaña. El cambio funciona con rapidez y suavidad. En el recorrido que hice no eché de menos una quinta marcha. El salto de revoluciones entre marchas se suple por la gran elasticidad del motor, que tiene mucha potencia y muy buena respuesta en toda la gama de revoluciones. No sé si más o menos que otros modelos similares, pero suficiente para circular con rapidez en cualquier circunstancia. La estabilidad es elevada y la potencia no da problemas de motricidad con buen piso y en carreteras llanas.

El conductor puede ajustar la dureza de la amortiguación mediante el sistema Four-C, pero el propio sistema, en función de la velocidad y de otras eventualidades, puede hacerlo automáticamente. No he encontrado demasiada diferencia entre llevar la posición «Confort» o la «Sport». En cambio, sí he notado diferencia dentro de una misma posición en función de la velocidad de paso por curva. Es decir, el sistema, por sí mismo, regula bien la dureza de la amortiguación en función de las circunstancias.

El Volvo 2.4 de 170 CV que he conducido estaba sin rodar. Sus recuperaciones a simple vista eran muy lentas, incluso considerando que es un coche con desarrollos largos. Por curiosidad hice una aproximación a ojo con un cronómetro y los datos que obtuve entre 80 y 120 km/h son imposibles en un coche de esta potencia que funcione correctamente, por lo que no tiene sentido hacer más referencia al motor. En km77.com hemos probado este motor, en versión de 140 CV, en el S60. A medio régimen, la diferencia de fuerza entre el motor de 140 CV y el de 170 CV es despreciable.

Lo que sí he podido hacer con esta versión es probar en autovía la diferencia entre las dos posibilidades de la suspensión. En autovía, la opción «Confort» puede resultar blanda si hay ondulaciones, porque la carrocería oscila mucho verticalmente al separarse del asfalto (cuando los amortiguadores y los muelles trabajan en extensión). Esta oscilación se reduce al optar por la modalidad «Sport», por lo que en la mayoría de las carreteras españolas, la suspensión «Sport» puede resultar más confortable que la «Confort» si se circula a más de 110 km/h.

A menos velocidad, en cualquier tipo de terreno, la opción «Confort» resulta algo más suave, pero la diferencia no es muy grande. En cuanto llegan curvas, si se circula con rapidez, la gestión electrónica de la suspensión decide por ella misma y yo no noté diferencia entre las dos durezas de amortiguador por las que se puede optar.