Volkswagen Touareg V10 TDI 5.0 (2003) | Gran capacidad como todo terreno

01/10/2004 |Víctor M. Fernández

Definido por la marca como un SUV o todo camino, sólo hace falta adentrarse en el campo para darse cuenta que el Touareg es un todo terreno con mayúsculas, yo diría que de los más eficaces que hay en la actualidad y con las únicas limitaciones que imponen su tamaño y peso.

Tiene todos los elementos indispensables para pasar prácticamente por cualquier sitio: una altura libre al suelo impresionante, una capacidad de tracción sobresaliente, una reductora que acorta muchísimo los desarrollos, eficaces bloqueos de diferencial (mecánicos y electrónicos) y unos ángulos de ataque y salida satisfactorios. En el campo, tan sólo se agradecería un mayor recorrido de suspensiones, neumáticos T.T. con mayor perfil para evitar golpear sus llantas de 18” y un peso inferior para moverse con más eficacia en terrenos blandos ya que, en pronunciados desniveles, el descomunal par de su motor V10 TDI le permite subir con una agilidad sorprendente.

La suspensión neumática regulable permite situar la altura de la carrocería a 245 mm del suelo en el «Nivel todo terreno» y, en tal situación, la velocidad máxima no debe superar 70 km/h. Si se supera, vuelve automáticamente al «Nivel de carretera», pero para evitarlo podemos ajustar el limitador de velocidad que lleva de serie.

Si queremos sortear zonas especialmente complejas, se puede seleccionar el «Nivel X-tra» que permite alcanzar una altura libre al suelo de 300 mm, la mayor entre los todo terreno de su categoría.

Con el Touareg a semejante nivel, se pueden sortear profundas roderas infranqueables para otros todo terreno y Volkswagen anuncia una capacidad de vadeo de 580 mm. Durante nuestra prueba cruzamos una zona de agua cuyo caudal cubría la parte superior de las ruedas y su estanqueidad fue perfecta. En el nivel superior, también disponemos del máximo ángulo de ataque y salida (33,2º), que sin ser tampoco sorprendentes, permiten al Touareg V10 desenvolverse por zonas trialeras con éxito. El ángulo ventral es 152,8º un valor realmente destacable teniendo en cuenta la batalla de este coche.

En condiciones normales, la extraordinaria potencia y par de su motor V10 TDI le permiten moverse por el campo sin necesidad de recurrir a la reductora. Sólo hace falta acelerar para subir por donde sea. Llegado el caso, podemos seleccionarla automáticamente mediante el mando situado en la consola central (posición «Low») y su factor de reducción es realmente amplio y útil, sobre todo a la hora de bajar por pendientes muy pronunciadas o para transitar por zonas trialeras con más tacto en el acelerador.

Aunque la reductora retiene eficazmente el Touareg en bajadas muy fuertes, también lleva un sistema de control de descenso que funciona a través de los frenos y se activa automáticamente cuando abordamos una pendiente de más del 20 por ciento y la velocidad de marcha es inferior a 20 km/h.

La suspensión independiente a las cuatro ruedas aporta extraordinarias ventajas en cuanto a confort y estabilidad, tanto en carretera como en caminos, pero adolece de un recorrido muy largo. Esto hace que resulte fácil dejar una rueda o varias en el aire cuando sometemos al Touareg a un acusado cruce de ejes. Aún así, la motricidad es sobresaliente en cualquier circunstancia; por un lado, porque tiene un diferencial central que se bloquea automáticamente cuando los sensores lo estiman oportuno; por otro, porque tiene un sistema electrónico que frena automáticamente las ruedas que pierden tracción, actuando así a modo de autoblocante electrónico (EDS).

En casos extremos, también ofrece la posibilidad de bloquear el diferencial central a través del mismo mando que permite engranar la reductora. Opcionalmente, se puede poner además un bloqueo del diferencial trasero (835 €), algo sólo recomendable para aquellos que vayan a realizar un uso intenso por el campo.

Al engranar la reductora, todos los sistemas electrónicos de ayuda a la conducción varían automáticamente sus parámetros de funcionamiento para mejorar su eficacia en conducción por campo: el ABS permite un ligero bloqueo de las ruedas en frenada, el control de estabilidad (ESP) y tracción (ASR) adaptan su forma de actuar a las superficies deslizantes y el bloqueo electrónico del diferencial (EDS) aumenta significativamente la capacidad de tracción frenando las ruedas que pierden agarre.