TATA Vista (2013) | Impresiones del interior

23/01/2014 |Javier Moltó y Enrique Calle

El principal valor del Tata Vista es el alto nivel de equipamiento que ofrece a cambio de su precio. Aire condicionado, cierre centralizado con mando a distancia integrado en la llave, cuatro elevalunas eléctricos, banqueta plegable en partes asimétricas del asiento posterior, rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro, radio/CD con MP3, USB y Bluetooth, volante regulable en altura, regulación de apoyo lumbar en asientos delanteros, faros delanteros antiniebla, luz en el maletero, espejo de cortesía en los dos parasoles y dos enganches Isofix para sillas de niños en las plazas traseras. Este equipamento es de serie desde las versiones de menor equipamiento (LS); las variantes tope de gama (LX) tienen, además de lo anterior, espejos retrovisores eléctricos, airbag laterales delanteros y llantas de aleación.

La instrumentación va situada en el centro del salpicadero (imagen) y tiene velocímetro, medidor de revoluciones del motor y del nivel de combustible en el depósito y termómetro del líquido refrigerante del motor. No tiene medidor de consumo ni velocidad media ni tampoco termómetro de temperatura exterior.

Que tenga mucho equipamiento no significa que sea un equipamiento de alta calidad. Basta como ejemplo la luz del maletero. No se enciende y se apaga automáticamente al abrir el portón. Para encenderla y apagarla hay que accionar un pequeño interruptor situado sobre la misma luz. Otro ejemplo es el ventilador de la aireación; no es un aireador silencioso y cuando se le exige potencia (aunque tampoco será lo habitual) suena de forma notable. Sin embargo, cuando se circula por carretera no es muy necesario utilizarlo porque entra aire en el habitáculo aun estando apagado.



El aire acondicionado funciona bien porque mantiene frío el coche incluso en días de mucho calor. El funcionamiento de la calefacción también es correcto porque es fácil ajustarla para que la temperatura en el interior sea agradable, se reparta de forma uniforme y no haya corrientes molestas. Cuando se arranca el coche después de pasar una noche fría al intemperie, no pasa mucho tiempo hasta que empieza a salir aire caliente.

Los asientos, tanto los delanteros como los posteriores, tienen la banqueta larga, pero sujetan muy poco en apoyos. Como no se trata de un coche pensado para circular por carreteras de curvas, es un inconveniente menor, pero sí es apreciable en rotondas. Los asientos posteriores tienen dos fijaciones Isofix que están perfectamente accesibles (imagen). Por otra parte, en la parte posterior de los respaldos hay fijaciones TopTether (imagen).

Los ajustes no son de primera categoría ni los materiales empleados de primera calidad. Son ajustes dignos y materiales suficientemente agradables al tacto. Al principio puede costar acostumbrarse al tacto del volante, que es de un plástico algo tosco y no puede ir recubierto de cuero ni en las versiones tope de gama. No es fácil encontrar piezas mal acabadas por ejemplo con bordes afilados o cortantes. La zona del maletero, como es habitual en los coches baratos, tiene peor aspecto, especialmente cuando se pliegan los asientos.

El Vista es amplio para ocupantes, con buen espacio para las piernas para las dimensiones exteriores. Tata recurre a un viejo truco para conseguirlo. Los asientos delanteros van situados a una altura considerable y, por tanto, las piernas del conductor ocupan menos espacio del que utilizan cuando el asiento se sitúa más bajo y las piernas van estiradas. Aunque los asientos van situados muy elevados, no falta altura libre hasta el techo porque la carrocería es muy alta.

Gracias a la posición elevada de los asientos, al gran tamaño de las puertas y al gran ángulo de apertura de estas, el acceso y salida del habitáculo es especialmente cómodo. Para entrar en el interior del TATA Vista no es necesario ni doblar mucho las piernas, ni el tronco. Esta facilidad de acceso y de salida será especialmente agradable para quien haga con el coche muchos recorridos de corta duración y también para quien tenga problemas de movilidad.

Las plazas delanteras están bien surtidas para vaciarse los bolsillos y dejar otras cosas que se pueden necesitar durante un viaje, como un mapa de carreteras y algún envase de bebida.

El Tata Vista tiene un tamaño exterior a medio camino entre los coches urbanos más pequeños con dos filas de asientos, que miden alrededor de 3,5 metros de longitud y los compactos de alrededor de 4 metros. Se sitúa por tamaño justo en el punto medio (3,85 metros de longitud) entre el Seat Mii (3,56 m) y el Seat Ibiza (4,06 m). Parece mayor de lo que realmente es porque su carrocería es muy alta, 1,55 metros.



El tamaño de su maletero (232 litros) es, en cambio, menor que el del Seat Mii (251 litros). El Nissan Micra, que tiene un tamaño prácticamente idéntico al del Vista, tiene 265 litros de maletero. El Suzuki Swift, que mide cinco centímetros más, tiene un maletero de menor capacidad (211 litros) (ficha técnica comparativa de los tres modelos). TATA ha sacrificado la capacidad del maletero por un habitáculo amplio para ocupantes. Bajo la cubierta del maletero hay una rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro (imagen).

El respaldo de la banqueta posterior se puede abatir por partes desiguales (imagen). Se pliega y despliega con facilidad.