TATA Aria (2013) | Información general

09/10/2012 |Jaime Arruz

El TATA Aria es un monovolumen de 4,78 metros de longitud y siete plazas que está disponible desde 19 975 € (todos los precios). Se comercializa en España desde octubre de 2012. Por la posibilidad de tener tracción total y la mayor altura libre al suelo que un turismo, puede ser una alternativa, además de a monovolúmenes de su tamaño como un Fiat Freemont o un Ford S-MAX, a algunos todoterrenos ligeros porque puede utilizarse para circular por caminos y pistas fáciles.

El Aria está disponible únicamente con un motor Diesel de 2,2 litros y 150 CV —el mismo que el del Xenon (pick up)—, con cambio manual de cinco velocidades. Puede elegirse tanto con tracción trasera («4x2») como con tracción total conectable automáticamente («4x4»). TATA no tiene previsto comercializar otro motor ni una transmisión automática.

Si se compara con monovolúmenes de tamaño parecido, siete plazas y motor Diesel de 140 a 170 CV, el Aria es el más asequible con diferencia. Por ejemplo, tiene un precio 4000 € más bajo que el de un Fiat Freemont o 6000 € inferior al de un Ford S-MAX. Un SEAT Alhambra cuesta 13 000 € más (ficha comparativa). La diferencia de calidad de terminación del habitáculo del Aria está lejos de la de cualquiera de ellos —es claramente inferior—. En las versiones con tracción total, la diferencia de precio con respecto al Freemont y al Alhambra son todavía mayores —El S-MAX no está disponible con tracción en las cuatro ruedas—. Un SsangYong Rodius tiene un precio superior al Aria y al Freemont, mientras que un Volkswagen Sharan es el más costoso de todos ellos (listado comparativo).

Frente a todoterrenos de más de 4,70 metros, siete plazas, motor Diesel de 150 a 190 CV y tracción total, el Aria 4x4 es el más asequible, con una diferencia de entre 3000 y 5000 € con modelos como el SsangYong Rexton II y el Chevrolet Captiva (listado comparativo).

El TATA Aria tiene siete plazas distribuidas en tres filas de asientos (2+3+2). El habitáculo es espacioso, especialmente en altura. Como en otros modelos de siete plazas, hay poco hueco para las piernas en los asientos de la tercera fila. El maletero tiene un volumen de 588 litros con cinco plazas. Es algo menor que la de algunos monovolúmenes de su tamaño (más información en las impresiones del interior).

Algunas impresiones de conducción

El TATA Aria es cómodo de suspensión. En carreteras sinuosas la carrocería tiene movimientos amplios. La amplia superficie acristalada, además de transmitir sensación de amplitud al habitáculo, hace que la visibilidad sea buena en todas direcciones. A ello también ayuda el hecho de que los espejos retrovisores laterales son de grandes dimensiones. Un problema a la hora de conducir con comodidad es que los pedales están muy juntos y hay un saliente del tapizado junto al pie derecho que molesta para accionar el acelerador.

El motor funciona como en el Xenon: tiene una respuesta pobre por debajo de 2000 rpm, es ruidoso y produce vibraciones en el volante y los pedales. Para lograr que el Aria se desplace con cierta agilidad entre el tráfico es necesario recurrir constantemente a la caja de cambios ya que, según me ha parecido, no recupera bien en marchas largas.

El pedal de freno tiene un tacto esponjoso y en su primera parte de recorrido no acciona el sistema de frenado, así que es necesario pisar mucho el pedal para que comience a frenar.

Bastidor, sistema de tracción y consumo

Una de las características que más aproxima al Aria a los todoterrenos es el tipo de chasis que tiene. Es de largueros y travesaños, como el de los todoterrenos puros —Toyota Land Cruiser 200 o Mercedes-Benz Clase G, por ejemplo— y los pick up. El Xenón también lleva esta clase de bastidor, pero no es el mismo que el del Aria.

La suspensión del Aria es de paralelogramo deformable en el eje delantero y eje rígido en el trasero. El eje rígido es un tipo de suspensión más propio de todoterrenos de concepción clásica que de monovolúmenes o todoterrenos ligeros. Así, por ejemplo, un SsangYong Rodius, un Fiat Freemont o un SEAT Alhambra, por citar tres monovolúmenes de siete plazas como el Aria, tienen suspensión trasera de paralelogramo deformable.

La dirección es de cremallera hidráulica. El Aria lleva discos de freno en los dos ejes. En función del tipo de tracción, las llantas son de un tamaño u otro. Así, la versión de tracción trasera (4x2) lleva llantas de acero de 16 pulgadas con neumáticos de medidas 235/70 R16, mientras que la variante de tracción total (4x4) tiene unas de aleación y 17 pulgadas con neumáticos 235/65 R17.

La versión 4x4 tiene un sistema de tracción total conectable automáticamente mediante un embrague. Éste funciona mediante un sistema electromagnético. Normalmente reparte un 8% del par al eje delantero y un 92% al trasero, aunque puede llegar a un máximo de 40-60%. El conductor puede elegir si desea circular en modo tracción trasera mediante un botón con el texto «4x2» que hay en la consola, junto al de las luces de emergencia (imagen). Esta operación se puede realizar en marcha, a una velocidad de hasta 80 km/h.

El TATA Aria tiene un consumo medio homologado de 7,2 l/100 km, tanto la versión de tracción en dos ruedas como en cuatro. Comparado con el de todoterrenos de su tamaño y motor Diesel de 140 a 170 CV, es un consumo alto, superior en hasta 2,4 l/100 km (listado comparativo). Sucede lo mismo si se toman en cuenta los monovolúmenes de similares características (listado comparativo).

Carrocería, equipamiento y otros detalles

El TATA Aria mide 4,78 metros de longitud, 1,89 metros de anchura y 1,78 metros de longitud, con una distancia entre ejes de 2,85 metros. Así, es parecido, en lo que a longitud se refiere, a un Ford S-MAX, algo más grande que un Renault Espace y ligeramente más pequeño que un Fiat Freemont. Es el más ancho de los cuatro y casi el más alto —el Espace le supera por dos centímetros (ficha comparativa)—.

El equipamiento del TATA Aria no puede personalizarse. La única opción disponible es la pintura metalizada (370 €).

La variante de tracción total lleva más elementos de serie que la de tracción trasera, como son la cámara de visión trasera para facilitar las maniobras, el encendido automático de luces y limpiaparabrisas, el climatizador, el navegador o la conexión manos libres Bluetooth para teléfonos móviles.

Ningún TATA Aria puede llevar faros de xenón, tapicería de cuero, volante con regulación en profundidad o sensor de presión en los neumáticos, entre otros elementos (fichas de equipamiento).

El TATA Aria tiene tres años de garantía. TATA descuenta 1000 € a los clientes que compren un Aria y entreguen un turismo de más de 9 años —no de mínimo 12 años como en el Plan PIVE del Gobierno—.