Renault Latitude (2011) | Impresiones del interior

30/06/2011 |Enrique Calle

Impresiones sobre el espacio destinado a los ocupantes

En términos generales se puede decir que el habitáculo del Renault Latitude es adecuado para cuatro ocupantes altos, si bien no es especialmente espacioso teniendo en cuenta sus 4,89 metros de longitud. Eso se puede comprobar en esta tabla, donde en la mayor parte de las mediciones aparece en una posición intermedia y eso que la práctica totalidad de los coches comparados son de menor tamaño exterior.

El espacio para piernas en las plazas posteriores es suficiente para personas altas cuando en las plazas delanteras también vayan ocupantes de talla elevada. Un Ford Mondeo tiene más o menos el mismo espacio paras las piernas, mientras que un Škoda Superb tiene mucho más que el Mondeo, el Latitude y la totalidad de modelos con los que compite.

En las versiones con el techo solar doble, que afecta a las dos filas de asientos (imagen), la altura en las plazas posteriores se reduce algo —no sabemos cuántos centímetros porque nos hemos medido un Latitude sin este elemento—. Es suficiente para personas de unos 1,85 metros que se sienten erguidas; si son mayores rozarán con la cabeza en el guarnecido del techo. Si se da mucho valor a la sensación de espacio o van a viajar personas muy altas entonces es mejor no elegir el techo solar, que es obligatorio en las versiones con equipamiento «Initiale» y el único posible con el motor de 241 CV.

La mayor carencia es que hay poco espacio en las plazas traseras para tres adultos; un Ford Mondeo o un Mazda 6 tienen unos 4 o 5 centímetros más de anchura.

El acceso a la segunda fila de asientos no es especialmente cómodo porque hay que flexionar apreciablemente el tronco a causa de que en esa zona el techo tiene una caída pronunciada. El acceso también sería más cómodo si las puertas traseras abriesen en un ángulo mayor.

Puesto de conducción

Las plazas delanteras y el puesto de conducción me parece bueno en términos generales. Lo que más se echa en falta son unos asientos con mayor sujeción lateral.

Sólo el asiento del conductor puede tener función de masaje. Funciona con una serie de cojines de aire (imagen) que se hinchan y se deshinchan en función de dos programas a elegir (continuo o aleatorio) y dos intensidades (suave o enérgica). Según Renault actúan sobre tres zonas del tronco: omóplatos, centro de la espalda y lumbares. Los mandos para manejar esta función masaje y la calefacción del asiento se encuentran a la izquierda de la banqueta (imagen).

Cuando no se utiliza la función masaje es posible controlar independientemente cada uno de los cojines hinchables. Me ha gustado mucho esta posibilidad porque cada conductor puede ajustar el contorno del respaldo a sus gustos y a la forma de su espalda.

Me parece que Renault ha resuelto muy bien el manejo de la radio, el navegador o el teléfono pues el conductor casi no tiene que recurrir a los mandos de la consola —quizá algo confusos y quizá algo alejados del campo de visión (imagen)— sino que lo puede hace desde un mando unido a la columna de dirección. Se alcanza sin soltar las manos del volante. Su manejo requiere cierto periodo de adaptación, pero una vez acostumbrados es muy cómodo.

Equipamiento: Navegador, acceso y arranque si llaves y sistema de climatización

El navegador, fabricado por TomTom —especialista en dispositivos portátiles—, tiene la peculiaridad de que va integrado en el salpicadero y se maneja desde unos mandos que hay entre los asientos. Tiene más funciones de las que tienen otros modelos de Renault (más información).

La pantalla del navegador, en caso de estar instalado, también se utiliza para mostrar imagen de la cámara trasera de aparcamiento. Esta cámara no da una imagen de mucha calidad pero sirve perfectamente para hacerse una idea de lo que hay justo detrás del coche. Como no da un ángulo de visión muy grande no es de gran ayuda para ver el tráfico que viene cuando se va a salir marcha atrás de un aparcamiento en batería.

El sistema de climatización me ha parecido muy bueno porque, al menos con tiempo caluroso, es capaz de mantener constante la temperatura del habitáculo sin hacer mucho ruido ni crear corrientes molestas. Como en otros modelos de Renault, tiene tres programas automáticos de funcionamiento «suave», «medio» y «fuerte». En el modo «suave» tarda más en enfriar o calentar el habitáculo pero es muy poco ruidoso; en el modo «fuerte» es más eficaz y se escucha más el ruido de lo ventiladores.

Con el sistema de acceso y arranque sin llaves («Tarjeta manos libres Renault») la llave tradicional se reemplaza por una tarjeta. Está hecha para llevarla en un bolsillo o en el bolso y no sacarla para prácticamente nada: el coche se abre al detectar que la tarjeta está cerca, el motor se arranca con solo pulsar un botón y las cerraduras se bloquean cuando la tarjeta se aleja.

El Latitude puede tener un sistema de gestión de la calidad del aire del habitáculo con fragancias diferenciadas para conductor y pasajero delantero. Está formado por un filtro antipolen y un «ionizador» de aire («Samsung Super Plasma»). Lleva un sensor que si detecta una concentración excesiva de gases nocivos —en un atasco, por ejemplo—, activa de forma automática el reciclaje del aire del habitáculo. El ionizador de aire tiene dos modos de funcionamiento: «Clean» y «Relax». He probado las dos funciones tanto el tráfico urbano como en carretera y no he apreciado ninguna diferencia entre ellas.

Las fragancias de serie («Blue Ocean» y «Mango») pueden ser reemplazadas o combinadas con otras cuatro («Red Berries», «Green Nature», «Herbal Tea», y «Precious Flowers»). Se puede elegir entre tres intensidades y es posible programar la periodicidad de la difusión por el habitáculo.

Maletero

Tiene una capacidad de 477 litros —511 litros en aquellos mercados donde el Latitude no lleva rueda de repuesto; en España, todas las versiones llevan una rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro (imagen), con llanta de aleación de igual diseño—.

Es un volumen menor que el de un Škoda Superb, un Opel Insignia o un Volkswagen Passat y mayor que el de un Peugeot 508 o un Honda Accord. El mayor inconveniente no es que no sea de los más grandes sino que tiene formas muy irregulares. Así, su parte más ancha mide 138 centímetros, la intermedia 113 y la más estrecha —próxima a los respaldos de las plazas posteriores— mide 94. Con unas proporciones así es complicado aprovechar bien toda su capacidad. En esta imagen se puede ver que el maletero se estrecha por los laterales.

Tiene ganchos para sujetar una red o unas cinchas elásticas y evitar que se desplacen los objetos que se transporten. No tiene ningún pequeño cajón para llevar separados pequeños objetos, como por ejemplo una linterna.