Renault Fluence Z.E. (2009) | Información general

11/10/2011 |Jaime Arruz y Enrique Calle

El Renault Fluence Z.E. es la versión eléctrica del Fluence. Está disponible desde 19 800 Euros con dos niveles de equipamiento (todos los precios). Las primeras unidades se entregarán en noviembre de 2011. Entre abril y octubre de 2011 estuvo disponible una primera versión, denominada «Prime Time» —a partir de 19 960 Euros—. Estos precios no incluye la batería, que necesariamente hay que alquilar por 82 € al mes para una utilización de hasta 10.000 km al año durante tres años, prorrogables.

Es notablemente más asequible que el Nissan LEAF, que está en venta desde 29 950 Euros. En éste la batería sí es propiedad del cliente.

El Fluence Z.E. lleva un motor eléctrico alimentado por una batería que se recarga conectándola a la red eléctrica. Por lo tanto, es técnicamente distinto al Opel Ampera o el Chevrolet Volt. En estos dos modelos, la batería se puede recargar, además de conectándola a la red eléctrica, con un motor de gasolina —instalado en el coche— que hace las veces de generador y cuya función es aumentar la autonomía.

La velocidad máxima del Fluenze está limitada a 135 km/h. Tiene una autonomía de 185 km en el ciclo homologado NEDC —acrónimo de «New European Driving Cycle», nuevo ciclo de conducción europeo en inglés—. Un Mercedes-Benz Clase A E-CELL tiene una autonomía de 250 km según esta misma homologación.

Renault afirma que, en condiciones ideales (Renault no especifica qué significa), un Fluenze Z.E. puede recorrer más de 200 km sin necesidad de tener que recargar la batería. También asegura que en condiciones extremas —condiciones climáticas adversas, conducción deportiva y terreno con fuertes pendientes— la autonomía puede reducirse hasta aproximadamente 80 km. Tiene una función («Eco Mode») que reduce el gasto de electricidad del aire acondicionado y la calefacción con lo que, según Renault, se puede incrementar la autonomía hasta un 10%.

Una de las diferencias del Fluence Z.E. respecto al Fluence que lleva motor de combustión es que su carrocería mide 13 centímetros más (4,75 metros). Renault ha tenido que aumentar la longitud de su parte trasera (imagen) para que la batería que alimenta el motor eléctrico quepa en el maletero —va colocada justo detrás de los asientos traseros (imagen)— y quede algo de espacio de carga. La versión eléctrica del Fluence tiene un volumen de maletero de 317 litros. Son 213 litros menos que el resto de la gama. El exterior es similar, pero hay determinado detalles diferenciadores (más información).

Motor, batería y chasis

El motor eléctrico tiene una potencia máxima de 70 kW (95 CV). Funciona gracias a la energía almacenada en una batería de iones de litio. La única manera de recargarla, además de la pequeña carga que se obtiene en la deceleraciones, es conectándola a la red eléctrica.

Para recargarla se puede conectar a un enchufe doméstico, aunque es necesario adquirir un adaptador específico. Con la compra del vehículo, lo que Renault suministra es un cable específico que, si el cliente lo desea —es lo que Renault aconseja— se puede conectar a un dispositivo denominado «Wall-Box». Este aparato permite gestionar las cargas de la batería, por ejemplo para que sólo se conecte a la red eléctrica cuando las tarifas son más asequibles, además de convertir la red doméstica en una de alta tensión. Esto supone que la batería se cargue en 6/8 horas. El «Wall-Box» tiene un coste inferior a 1000 €, que tiene que afrontar el cliente que adquiera el Fluenze Z.E. —Renault hace de intermediario y pone en contacto al nuevo propietario del coche con la empresa especializada en el montaje de este dispositivo—.

En una toma convencional, la batería precisa de 10 a 12 horas, mientras que en redes trifásicas (400V) son necesarios 20 minutos para lograr el 80% de su carga. En este tipo de puntos de recarga, 10 minutos permiten lograr una autonomía de hasta 50 km. De momento no están disponibles en España.

Hay dos tomas de corriente, colocadas en cada una de las aletas delanteras (imagen). La batería no necesita mantenimiento y, según Renault, conserva entre el 80% y el 100 % de su capacidad durante seis años. La garantía oficial es de 10 años ó 200.000 km.

En Israel hay actualmente una infraestructura experimental de cambio rápido de baterías («Quick Drop») para los Fluence Z.E. La operación se completa en tres minutos sin intervención del conductor. Este servicio, suministrado por la compañía Better Place, también estará disponible en Dinamarca o Australia. Inicialmente no está previsto que llegue a España.

Una red extensa de este tipo permitiría reemplazar la batería agotada por una cargada sin tener que esperar las horas necesarias para la recarga y, de este modo, poder realizar viajes largos con una demora similar a un repostaje de carburante en un vehículo de motor Diesel o de gasolina.

La batería que lleva el Fluence Z.E. es de iones de litio y pesa 250 kg, de los que unos 3 kg son de litio. Este tipo de baterías tienen una densidad de energía de unos 100 Wh/kg, frente a los 25 de una de plomo y 63 de una de níquel hidruro metálico. La del Fluence Z.E. tiene una capacidad energética de 20 kWh y suministra la corriente a una tensión de 400 V. Según Renault, a intensidad media de funcionamiento, el sistema de aire acondicionado tiene un consumo aproximado de 1,5 kWh y el de calefacción de 2,2 kWh.

El motor eléctrico (síncrono) está colocado en la parte delantera de la carrocería, tiene una potencia 70 kW (95 CV) y da un par máximo de 226 Nm. Pesa 160 kg, menos que un motor Diesel equivalente —unos 200 kg—. Por ello, la suspensión delantera no requiere ninguna modificación, no como la trasera que tiene unos muelles y amortiguadores más firmes para soportar el mayor peso en el eje posterior por la presencia de las batería en el maletero.

Los neumáticos, de medidas 205/55 R16 en todas las versiones —no hay ningún otro disponible ni siquiera en opción— son de baja resistencia a la rodadura (Goodyear EfficientGrip).

Habitáculo y equipamiento
 
El interior del Fluence Z.E. es prácticamente idéntico al del resto de la gama. La única diferencia es que el cuadro de instrumentos no tiene cuentarrevoluciones y sí un indicador que informa sobre la carga de la batería y otro que muestra cuánta energía se está requiriendo a la batería en base a tres colores diferentes: azul claro —poca demanda de energía—, azul oscuro —demanda normal— y rojo —mucha demanda— (imagen). Además, el ordenador de viaje muestra la autonomía en kilómetros restantes y el consumo medio e instantáneo de kW.

La versión eléctrica del Fluence tiene un dispositivo que permite programar la temperatura deseada en el habitáculo. Mientras se recarga la batería, el sistema de climatización adecua la temperatura interior, lo que permite que no sea necesario un gran consumo de energía de la batería cuando se comienza a circular.

Hay dos niveles de equipamiento disponibles: «Expression» y «Dinamyque». En ambas versiones es de serie un navegador («Carminat TomTom») que muestra los puntos de recarga más próximos y, en determinados países, informa de si la autonomía es suficiente para llegar al destino seleccionado, además de mostrar una circunferencia que delimita el alcance máximo de la autonomía del coche en cada momento. También son de serie desde la variante más asequible elementos como el control de estabilidad, seis airbags, el programador de velocidad, el climatizador de dos zonas o la conexión automática de luces y del limpiaparabrisas, entre otros (fichas de equipamiento).

El maletero, más pequeño que el del resto de versiones del Fluence, tiene un doble fondo en el que se pueden guardar diferentes objetos. Una opción es situar ahí el cable de recarga. Este elemento puede colocarse en posición vertical para compartimentar el espacio de carga. En el maletero del Fluence Z.E. cabe de pie una maleta de las permitidas en la cabina de un avión. En las variantes «Dinamyque», el respaldo de los asientos posteriores se puede reclinar para aprovechar el hueco que queda a la derecha de la batería y así poder transportar objetos de cierta longitud, como por ejemplo unos esquíes.

Otros detalles

Al adquirir el Fluence Z.E., el cliente recibe una caja, denominada «Z.E. Box», con información útil sobre la carga o los servicios disponibles y los contratos ligados tanto al vehículo como a la batería (más información).

Para que los propietarios del Fluence Z.E. puedan realizar viajes largos, dado que actualmente la red de puntos de recarga para vehículos eléctricos es insuficiente, Renault ofrece servicio de alquiler de vehículos con motor de combustión con condiciones preferentes.

El Fluence Z.E. se fabrica en la planta que Renault tiene en Bursa (Turquía), en la misma línea de montaje donde se fabrican el resto de versiones de este modelo. El prototipo Fluence Zero Emission Concept, que se presentó en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2009, adelantó el aspecto y algun as de las características del Fluence Z.E. Según las previsiones de Renault, el 70% de las unidades que se comercialicen serán para el mercado de flotas.

El Fluence Z.E. tiene una garantía general de dos años con kilometraje ilimitado, mientras que el sistema de propulsión tiene cinco años o 100.000 km. Renault ofrece diferentes programas de extensión de garantía general —hasta seis años o 100.000 km— y de mantenimiento personalizados, donde el cliente puede elegir una fórmula —años o kilómetros— que se adapte a sus necesidades.

A finales de 2011, Renault ofrecerá otros dos vehículos eléctricos: Kangoo Z.E. —vehículo comercial ligero— y Twizy —utilitario biplaza—. En 2012 llegará el Renault Zoe (imagen), un turismo de tamaño similar a un Clio. Renault tiene previsto vender su gama de vehículos eléctricos a un precio parecido al los equivalentes con motor de combustión, teniendo en cuenta las ayudas de los gobiernos y que las baterías, uno de los elementos más costosos, no serán propiedad del cliente. Las siglas «Z.E.» significan «Zero Emission» —cero emisiones en inglés—.