El Renault DeZir es un prototipo con carrocería cupé impulsado únicamente por un motor eléctrico. Muestra las líneas generales que implantará la marca en el diseño de sus futuros modelos (imágenes).

Su motor eléctrico de 150 CV de potencia (110 kW) tiene un par de 226 Nm. Está colocado en posición central trasera y transmite la fuerza a las ruedas posteriores.

Acelera desde parado hasta 100 km/h en 5 segundos y su velocidad máxima es de 180 km/h.

La batería es de iones de litio y tiene una capacidad de 24 kWh. Está situada detrás de los asientos en posición vertical. Con ella al máximo de su carga la autonomía es de 160 km.

Puede recargarse en la red eléctrica doméstica —la carga completa se realiza en 8 horas—, o en una toma de corriente trifásica de 400 V —en 20 minutos consigue recargar hasta el 80% de su capacidad—. La toma de corriente está situada en una posición centrada en la parte superior trasera de la carrocería.

También es posible la sustitución de la batería mediante la tecnología «Quick Drop», que consiste en reemplazar la batería agotada por una ya cargada —lo que según Renault permite reducir el tiempo de espera al no tener que estar el vehículo conectado a la red eléctrica durante una duración determinada—. Este proceso de sustitución se podrá realizar en puntos específicos —de momento Renault no da más datos—.

El DeZir también tiene frenada regenerativa —en fases de retención y frenada convierte la energía cinética en energía eléctrica para cargar la batería—. A diferencia de otros modelos o prototipos que tienen este sistema, el conductor puede disponer durante un intervalo de tiempo determinado de potencia extra —pulsando un botón situado en el volante—. Este sistema es similar al «KERS» (Kinetic Energy Recovery System) que se empleaba en la Formula 1.

Mide 4,22 m de largo, 1,97 m de ancho y 1,16 m de alto. La carrocería es de Kevlar y el chasis multitubular de acero —similar al del Mégane Trophy—. La suspensión es independiente de paralelogramo deformable.

Para mejorar la aerodinámica el fondo está carenado y en la parte posterior tiene un difusor de viento (imagen). Renault dice que su coeficiente aerodinámico (Cx) es de 0,25, un dato muy bueno.

La apertura de las puertas tiene un movimiento similar a las del Lamborghini Murciélago aunque, en este caso, es asimétrica —la puerta del lado izquierdo abre al contrario que la del lado derecho— (imagen). El mando de apertura de las puertas está situado en la parte baja de la misma y está enrasado con la carrocería —como en el Mercedes-Benz SLS AMG— (imagen).

La carrocería carece de retrovisores; en su lugar hay dos cámaras. Los paneles laterales de la carrocería están hechos en aluminio.

Las llantas, de 21 pulgadas tienen neumáticos Michelin de medidas 245/35. El sistema de frenos está provisto de discos de 365 mm y pinzas de seis pistones en ambos ejes.

En el interior el revestimiento de la puerta del conductor está lacado en color rojo brillante —el del lado del acompañante está tapizado con cuero blanco, al igual que los asientos. Estos materiales también recubren el salpicadero, la columna de la dirección, el volante y la consola (imagen).

Tiene una pantalla táctil situada en la consola central que muestra funciones del sistema de navegación y del nivel de carga de la batería, entre otros.

La letra «Z» de su nombre hace referencia a Z.E. (cero emisiones). Renault ya tiene previsto comercializar un modelo completamente eléctrico con esta denominación en 2011, el Fluence Z.E.

Este prototipo será presentado en el próximo Salón del Automóvil de París.