Renault Clio (2013). Prueba de 120 000 kilómetros. | Compra

20/04/2015 |Redacción de km77.com

Hemos comprado un Renault Clio que vamos a conducir durante 120 000 kilómetros. Nuestra intención es contar detalles sobre su uso, el consumo de combustible, el servicio postventa y aquellos incidentes que acontezcan durante este periodo.

Como en la pruebas anteriores de larga duración que hemos hecho en km77.com —de un SEAT León, un Toyota Prius y un Volkswagen Golf—, hemos adquirido el coche sin identificarnos como un medio de comunicación, para recibir el mismo trato que cualquier otro comprador.

Hemos elegido la versión de gasolina de 90 CV, que tiene un motor de tres cilindros, 0,9 litros de cilindrada y está sobrealimentado por un turbocompresor. Entre los dos niveles de equipamiento posibles hemos optado por el más abundante, llamado «Dynamique» (ficha técnica y de equipamiento del Renault Clio 5p Dynamique Energy TCe 90 S&S eco2). Además del equipamiento de serie, tiene algunos extras, entre ellos, la llamativa decoración exterior, un elemento que no entraba en nuestros deseos, pero que hemos tenido que aceptar para no retrasar el comienzo de la prueba. En esta entrada del blog dedicado en exclusiva a esta prueba hay más información sobre esta decisión.

Tras solicitar presupuestos en más de una decena de concesionarios compramos el coche en Vearsa (Zaragoza). Es el que hizo la segunda oferta más baja, con una diferencia despreciable con el primero (Leioa). La atención del comercial nos ha parecido satisfactoria, siendo ésta la tónica general en el resto de concesionarios salvo excepciones (parecían poco interesados en vendernos un coche).

Recogimos el coche el 8 de abril, por la tarde. La entrega duró aproximadamente una hora, durante la cual nos informaron correctamente de la documentación que debíamos tener para iniciar el viaje hacia Madrid. También nos enseñaron el coche y nos explicaron cómo manejar todo (asientos, equipo multimedia, luces, etc.). El indicador del coche marcaba 7 kilómetros, los mismos que cuando fuimos a verlo unos días antes al llegar el camión del transporte. Nos sorprendió gratamente que hubiesen añadido combustible hasta un cuarto del depósito, lo que da una autonomía suficiente para llegar a una gasolinera que no esté justo al lado del concesionario.

Comprobamos los niveles del coche —el aceite parecía estar 3 mm por encima del máximo— y la presión de los neumáticos —estaban todos a 2,6 bar, más de lo que recomienda Renault que son 2,4 delante y 2,1 detrás—. La carrocería no tiene ningún golpe ni roce pero la pintura, observándola con detenimiento, muestra pequeñas marcas posiblemente debidas al lavado. Más información e imágenes en el blog.