Es una buena compra desde casi todo punto de vista, pero hay que probarlo porque tiene peculiaridades que no van a gustar a todo el mundo.

Es recomendable para quien valore la amplitud interior, las prestaciones o el consumo. No lo es para quien busque el coche más estable de la categoría (los hay más estables), el más cómodo o para quienes no se sientan a gusto en su inusual puesto de conducción.

Este motor de 1,2 litros de cilindrada da buenas prestaciones y un consumo relativamente bajo. Es de los mejores que hay en este nivel de potencia.

En esta versión de cinco puertas, el espacio para pasajeros es tan grande como el de los más grandes (Ibiza y Punto). No lo es tanto el maletero, pero no está nada mal.

La seguridad del Corsa actual es muy superior a la del anterior, pero hay ciertos aspectos en los que no está al nivel de competidores como Ford Fiesta o Renault Clio. En otros, como frenada o equipamiento de seguridad, sí es satisfactorio, si se asume la limitación de que no puede tener control de estabilidad.

No es un coche particularmente cómodo, ni por suspensión ni por sonoridad.

En relación precio equipamiento está más o menos al nivel de sus competidores. Las diferencias entre un Corsa 1.2 y las versiones comparables de Punto, Fiesta o Clio son pequeñas en todo caso.