Opel Cabrio (2013) | Impresiones del interior

19/08/2013 |Alfonso Herrero

Capota

Hay dos formas de accionar la capota: mediante el mando cromado que hay entre los asientos delanteros, junto al del freno de estacionamiento eléctrico (imagen), o a través del mando a distancia de bloqueo y desbloqueo de las cerraduras, utilizando los mismos botones que abren y cierran el coche. Ambos sistemas de accionamiento no requieren tener el motor en marcha pero sí mantener la presión sobre el correspondiente mando hasta que finaliza la operación (suena un pitido débil).

Para poder plegar la capota es imprescindible colocar antes una pieza móvil que hay en el maletero en una posición determinada. Esta pieza hace de separador entre la zona destinada al equipaje y a la capota. En la posición que permite descapotar el coche, la capacidad del maletero disminuye 100 litros.

Al descapotar, las cuatro ventanillas bajan para permitir el plegado del techo pero luego no suben automáticamente; este proceso dura 15 segundos. Si se quieren subir para estar más protegido del aire hay que volver a pulsar el mando o un segundo botón que hay en el interior del mando cromado que acciona las cuatro ventanillas a la vez (siete segundos adicionales).

El parabrisas va muy inclinado y no queda lejos de la cabeza del conductor. Éste, si es alto, puede sentirse un poco incómodo por su presencia. No he notado más turbulencias en el Opel Cabrio que en otros descapotables similares y, en general, me parece que los ocupantes de las plazas delanteras quedan bien resguardados de la corriente frontal de aire. En cambio, a los pasajeros de las plazas traseras el aire les azota en la cara a la velocidad que se puede circular por carretera, salvo que sean de poca estatura. La altura de un niño de cuatro o cinco años colocado en una sillita infantil (hay anclajes Isofix en las dos plazas traseras) es más o menos el límite para viajar sin muchas molestias a la velocidades superiores a 80 km/h aproximadamente.

Lo que sí notan los pasajeros delanteros es una corriente de aire que va de atrás a delante por la parte inferior del habitáculo. Para evitarla hay dos tipos de paravientos opcionales: uno de pequeñas dimensiones que se coloca entre los reposacabezas traseros y otro más grande que anula las plazas posteriores para ser utilizadas por pasajeros (imagen). Bajo este paravientos grande es posible colocar equipaje sobre los asientos —en esta imagen se ven dos de los cuatro orificios en los que se sujeta, uno junto al reposacabezas y otro a la mitad del guarnecido trasero—. Cuando no se usan se pueden plegar y guardar en una bolsa específica que va alojada en paralelo a los respaldos posteriores, tras ellos (imagen).

La capota está realizada con varias capas de material textil. Los perfiles son de aluminio extruido. Pesa 50 kg —es un 65% más ligera que la metálica que tenía el Astra Twin Top—. La fabrica Magna Steyr, como la del Audi A5 Cabrio.

Habitáculo

El Opel Cabrio tiene con cuatro plazas individuales, ya que las dos traseras van separadas por una consola con espacio para bebidas y pequeños objetos. Esta zona del coche es más espaciosa que la de un Audi A5 Cabrio, un Mercedes-Benz Clase E Cabrio, un Peugeot 308 CC o un Volkswagen Eos (tabla de mediciones interiores). En las plazas traseras hay espacio suficiente para que dos personas de hasta 1,80 metros de altura viajen con comodidad. Si no son de complexión delgada es posible que el hombro les golpeé contra el panel lateral, que se curva mucho hacia el interior.

El acceso al interior es cómodo gracias al sistema eléctrico «Easy Entry» (opcional) que adelanta los asientos delanteros automáticamente al tirar del respaldo hacia delante y los vuelve a colocar en su posición al tirar del respaldo hacia atrás. De serie esta operación hay que realizarla manualmente. La distancia que queda entre los asientos delanteros y la carrocería, con la capota puesta, permite pasar sin problemas a las plazas posteriores, al menos a las personas de agilidad normal. Sin la capota es mucho más cómodo porque no hay que agacharse.

Las puertas son muy grandes y abren mucho, una ventaja para acceder al habitáculo en aparcamientos en línea pero un inconveniente en aparcamientos estrechos en batería para entrar o salir del interior. Como el cinturón de seguridad queda muy atrás, unos aproximadores automáticos los acercan a los ocupantes delanteros para facilitar su colocación.

Los asientos delanteros son cómodos y sujetan bien el cuerpo, incluso con la tapicería de piel (que resbala más que una de tela). Hay una opción recomendable que es la que permite tener ventilación en estos asientos. Este dispositivo forma parte de un paquete en el que va incluida la regulación eléctrica de los asientos. La regulación eléctrica tiene un inconveniente, el mecanismo que adelanta el asiento delantero para acceder a las plazas traseras es eléctrico y muy lento. Este sistema recupera la posición inicial del asiento salvo que encuentre un obstáculo, en cuyo caso deja de retroceder y avanza un par de centímetros.

La posición de conducción es similar a la de cualquier otro turismo. Todos los mandos quedan a mano y tienen buen tacto. El aspecto general es similar al del Astra.

De los diversos espacios que hay para guardar cosas, solo la guantera del salpicadero tiene cierre con llave. Yo he echado en falta que también se pudiese cerrar así el cajón que hay bajo el apoyabrazos central delantero. También me parece un error, tratándose de un coche que puede aparcarse sin capota, que la tarjeta SD en la que van almacenados los datos del navegador quede completamente a la vista y sea sencillísima de robar.

Los pasajeros de las plazas posteriores tienen a su disposición una toma de 12V y un cajón en la parte trasera de la consola, además de dos huecos para bebidas y uno más pequeño entre ambos asientos. Hay otra toma de 12V delante, junto a la conexión USB y Aux-In.

La diferencia de capacidad del maletero con la capota puesta o quitada es 100 litros. Con la capota sobre la carrocería, el volumen disponible es 380 litros. Cuando se pliega en el maletero, quedan 280 litros de difícil aprovechamiento porque el compartimento donde se aloja la capota resta mucha altura al maletero. Así, una maleta de las que están permitidas en la cabina de un avión cabe justa si se tumba. Si no se va a descapotar el coche, basta con hacer una ligera presión sobre el cajón donde se guarda el techo para que ceda y se quede plegado en la parte alta del maletero. Aquí se ve este elemento desplegado y aquírecogido. Para volver a colocarlo en posición de uso basta con tirar de una pieza de tela que hay en la zona más cercana a la boca del maletero.

Los 380 litros del Opel Cabrio son inferiores al maletero de un Lexus IS C, un Renault Mégane Coupé-Cabriolet y un Volvo C70. Un Audi A5 Cabrio y un Volkswagen Eos tienen la misma capacidad, mientras que un BMW Serie 3 Cabrio tiene algo menos (listado comparativo).

Es posible ampliar la capacidad de carga abatiendo los respaldos de los asientos traseros mediante un mecanismo eléctrico que se acciona desde unos mandos que hay en el maletero (imagen). Con los respaldos abatidos quedan 750 litros de volumen disponible y un espacio a lo largo de 1,82 metros. La superficie que queda es plana y resulta útil para transportar unos esquíes o una tabla de surf (imagen). Para volver a colocar los respaldos en la posición normal no hay ayuda eléctrica: se hace a mano y requiere una fuerza considerable.

El hueco que comunica el maletero y el habitáculo es más estrecho que los respaldos. Tiene 63 centímetros de anchura mientras que el resto del maletero tiene, como mínimo, 99 cm (mediciones del maletero). La boca del maletero es estrecha y queda alta (a 82 centímetros del suelo; imagen). El piso queda 25 centímetros por debajo de ese nivel.

Hay elementos prácticos, como dos ganchos para colgar bolsas, cuatro argollas para poder sujetar una red o unas cinchas elásticas con las que sujetar la carga y un pequeño plafón de iluminación. Bajo el piso hay un equipo de reparación de pinchazos. Queda hueco para una rueda de respuesto de menor tamaño que las otras cuatro —es opcional y por el precio que tiene (75 €) parece recomendable su adquisición—.

La tapa del maletero se abre pulsando el emblema de Opel o mediante el botón del mando a distancia. Esto solo desbloquea la cerradura, luego hay que tirar de la tapa hacia arriba —no tiene apertura y/o cierre eléctrico—. Como los pilotos van en la tapa del maletero, están duplicados para cuando esté abierta (imagen).