El Opel Astra 2016 tiene uno de los habitáculos más espaciosos en su categoría. En las plazas traseras hay, según nuestras mediciones, 73 centímetros de espacio para las piernas, 96 cm de distancia de la banqueta al techo y 134 cm de anchura entre puertas (medida a la altura de los hombros).

Sólo hemos medido dos rivales que ofrezcan más espacio para las piernas, el Škoda Spaceback (74 cm) y el Nissan Pulsar (81 cm). No hay ninguno que tenga mayor distancia entre la banqueta y el techo, aunque sí varios que le igualan o se quedan muy cerca, entre ellos, el KIA cee'd y el SEAT León (ambos 96 cm) o el previamente citado Spaceback y el Volkswagen Golf (ambos 95 cm).

La peor medición es la de anchura, porque en este caso sí que hay número elevado de alternativas que le superan, aunque no de manera importante —de 1 a 3 cm—. En el Astra, como sucede con sus rivales, incluidos los de mayor anchura interior, por el espacio disponible y por la forma de la plaza central, tres ocupantes no viajarán con holgura. Los asientos de las dos plazas laterales pueden tener un sistema de calefacción y son en éstas dos plazas donde se encuentran los anclajes ISOFIX.

Los pasajeros traseros pueden guardar objetos en los huecos que hay en las puertas (imagen), en los bolsillos de los respaldos delanteros (imagen) y en un cajetín que hay al final de la consola central. Al lado de este cajetín puede haber, pagando la correspondiente opción (40 €), dos tomas USB. Lo que no hay son salidas de aire centrales, algo que sí tienen algunos de sus rivales, como por ejemplo el Nissan Pulsar, el Renault Mégane, el SEAT León y el Volkswagen Golf.

El volumen del maletero es 370 litros. Si bien no es pequeño (imagen del maletero cargado), la mayoría de sus rivales cuenta con uno más amplio. Estos son algunos de ellos: Škoda Spaceback (415 l), Honda Civic (401 l), Peugeot 308 (398 l), Nissan Pulsar (385 l), Renault Mégane (384 l) y SEAT León (380 l). Los modelos con un maletero más pequeño son el Mazda3 (364 l), el Ford Focus (363 l) y el Toyota Auris (360 l).

El espacio del maletero es fácilmente aprovechable porque las paredes son planas y verticales, sin formas extrañas (imagen), pero se echa en falta algún compartimento para guardar objetos menudos y que no vayan sueltos. Hay un punto de luz en lo alto de la pared derecha y en la parte baja de ambas paredes hay unas argollas que son útiles para fijar una red de sujeción de carga. El piso del maletero no puede colocarse a distintas alturas y debajo de él se encuentra una rueda de repuesto de emergencia, que es una opción que cuesta 160 € (imagen. Si no se pide viene un kit de reparación de pinchazos).

Cuando se abaten los respaldos de los asientos posteriores —están divididos en una proporción 60/40—, la superficie resultante es prácticamente continua y horizontal (imagen). El volumen de carga asciende así a 1210 litros.

Para las plazas delanteras hay dos tipos de asiento, los de serie (imagen) y unos opcionales denominados «Asientos Ergonómicos Deportivos Wellness» (imagen). Estos últimos cuestan 500 €, aunque para encargarlos es obligatorio pedir la opción de tapicería de cuero, que cuesta 1600 €. Tienen un certificado de ergonomía expedido por AGR —Aktion Gesunder Rücken—, una sociedad alemana cuya finalidad es promover la investigación en todo lo relacionado con la disminución de los dolores de espalda. Se distinguen de los primeros porque tienen regulación de la anchura de la banqueta y de la anchura del respaldo (mediante cojines neumáticos), función de masaje, dos memorias (imagen) y ventilación. Su relleno de espuma es más duro que el de los asientos de serie, pero esto no los hace más incómodos, sino al contrario, más confortables cuando se está mucho tiempo sentado en ellos. Aunque los asientos de serie nos parecen buenos, creemos que los opcionales tienen suficientes cualidades para probarlos antes de elegirlos o rechazarlos.

El cuadro de instrumentos está formado por dos indicadores de aguja de tamaño grande (cuentarrevoluciones y velocímetro), otros dos más pequeños (nivel de carburante y temperatura del líquido refrigerante) y una pantalla central que puede ser a color  (imagen) o en blanco y negro (imagen). En ambas se ve la información del ordenador de viaje, pero solo en la primera se ve la de otros sistemas como el de navegación, el de audio y el de las ayudas a la conducción. No hay disponible una pantalla de gran tamaño que muestre toda la instrumentación (como, por ejemplo, en el Audi A3), ni tampoco existe la posibilidad de cambiar los colores de la iluminación.

Entre las dos salidas de aire centrales se encuentran los controles del sistema multimedia. Hay tres posibles configuraciones. La primera es la que viene de serie con el nivel de equipamiento Expression y que consiste en una serie de botones con una pequeña pantalla LCD en la que se ve, entre otras cosas, la emisora seccionada o el audio que se está reproduciendo en ese instante. La segunda configuración es de serie en el resto de niveles, se llama IntelliLink 4.0 y consta de una pantalla táctil a color de 7 pulgadas con una serie de botones debajo de ella (algo que se agradece ya que facilita enormemente el manejo; imagen). La tercera configuración se diferencia de la anterior por el tamaño de la pantalla, que es de 8 pulgadas, y porque el sistema multimedia tiene más funciones. Esta última configuración tiene el nombre de IntelliLink Navi 900 y cuesta 900 € (imagen).

Nosotros hemos probado las dos pantallas táctiles citadas. Ambas funcionan con fluidez y no hay que pulsarlas con mucha fuerza para que respondan. Las distintas funciones se encuentran con facilidad pues los iconos son de buen tamaño y su distribución es fácil de comprender. A pesar de la pantalla táctil, Opel, con buen criterio, ha mantenido algunos mandos físicos para controlar el climatizador (imagen) o el aire acondicionado (de aspecto muy parecido al climatizador) y tener acceso a las principales funciones del sistema multimedia (algo que no sucede en el Peugeot 308). Es una buena solución dado que se pueden reconocer al tacto sin retirar la vista de la carretera.

El sistema IntelliLink R 4.0 es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Esto permite mostrar y manejar en el coche aplicaciones instaladas en el móvil. La ventaja para el usuario es que ya no dependen de la capacidad del fabricante para desarrollar estas aplicaciones (un problema que han encontrado los usuarios del sistema IntelliLink anterior). Así, conectando su propio móvil, tendrán, por ejemplo, acceso al sistema de navegación propio de la plataforma correspondiente (mapas de iOS o Google Maps) u otras aplicaciones (información de aplicaciones Apple y Android). Curiosamente, el Navi 900 IntelliLink sólo es compatible con Apple CarPlay.

Los plásticos que recubren la parte superior del salpicadero y de las puertas delanteras son blandos, mientras que casi la totalidad del resto son duros. Los ajustes entre las distintas piezas son precisos y no se aprecian superficies mal enrasadas. Como en otros Opel, el interior del Astra da impresión de solidez y de buen ajuste, sin pretender dar un aspecto lujoso o muy llamativo. El tacto de los distintos mandos y ruletas de la consola (así como la fluidez con que funciona la pantalla central) es bueno.

El habitáculo del Astra 2016 está bien surtido de huecos portaobjetos, aunque frente al Astra 2012 ha perdido alguno de ellos, como por ejemplo el que había frente a la palanca de cambios (imagen). En su lugar, ahora hay un soporte para mantener el teléfono móvil en posición horizontal —pero no vertical—. La idea nos parece útil, pero la solución, poco esmerada. El accesorio que Opel ha dispuesto es de plástico duro, aparatoso y da impresión de fragilidad. Para ajustarlo a la pieza de aspecto metalizado de la consola (imagen) hay que presionar dos pulsadores en los laterales y, para liberarlo, otro botón en la parte superior. El mecanismo que aprisiona los dispositivos móviles se libera con tosquedad con otros dos botones pequeños y camuflados, y solo existe un cable accesorio micro-USB que no sirve para dispositivos Apple, que sobresale por un lateral de forma poco estética (imagen).

Los ocupantes de las plazas delanteras cuentan con dos portalatas entre los dos asientos, un cajón de grandes dimensiones bajo el reposabrazos y otros dos en la parte inferior de las puertas. La guantera no tiene una capacidad muy grande (imagen), pero resulta más que suficiente para llevar un par de chalecos de alta visibilidad y la documentación del vehículo (imagen).