El MINI John Cooper Works es la versión más potente que se comercializa de la actual gama MINI 3p. Tiene tracción delantera, cambio manual o automático y el mismo motor del MINI Cooper S de 2,0 litros de cilindrada, con cambios mecánicos para llegar a 231 CV. Es un coche rápido, muy ágil en curvas y que sacrifica confort por inmediatez de reacciones. Hay, además, versiones John Cooper Works de la variante descapotable (más información), del Clubman y del Countryman.
Es 20 caballos más potente que el MINI John Cooper Works de la anterior generación. Cuesta un mínimo de 33 300 euros —que puede aumentar mucho porque la lista de opciones es muy grande; ficha técnica y de equipamiento—. Cuesta 5300 euros más que un MINI Cooper S, tiene mejores prestaciones y el consumo medio homologado es 0,9 l/100 km mayor (ficha comparativa). También es más costoso que la mayoría de sus alternativas, que no son muchas. Por potencia y tamaño, en este listado aparecen los más cercanos. El Audi S1 tiene la misma potencia y tracción total, el DS 3 Performance 210 THP y el Renault Clio RS Trophy son más baratos y menos potentes. El peso del MINI está en un término medio entre estos modelos (ficha comparativa).
El MINI John Cooper Works más barato tiene cambio manual de seis marchas. Por 2250 euros más, puede tener transmisión automática de convertidor de par con ocho marchas (hasta noviembre de 2017 la caja automática era de seis velocidades). Las prestaciones anunciadas por MINI son muy buenas: acelera de 0 a 100 km/h en 6,3 s (6,1 s con cambio automático) y la velocidad máxima es de 246 km/h. De los modelos antes comparados, solo el Audi S1 acelera más (5,8 s). Hay una diferencia considerable en el consumo medio homologado entre la versión con cambio manual (6,6 l/100 km) y la versión con cambio automático (5,7 l/100 km). Según MINI, se debe exclusivamente a la eficiencia de la transmisión automática.
He conducido brevemente la versión con cambio manual, llantas, suspensión y frenos de serie. Me parece una configuración ideal y más que de sobra para disfrutar de la conducción. Es un coche con un tacto deportivo muy marcado: tiene una suspensión muy firme, una dirección muy directa y el ruido del escape está siempre presente en el habitáculo. Estas cualidades se agradecen al circular rápido, porque lo hacen un coche muy preciso, emocionante y reactivo a las órdenes del conductor. Sin embargo, le restan confort respecto a un MINI normal. La suspensión no es seca porque no pega sacudidas bruscas, pero transmite cada irregularidad del asfalto con nitidez a los pasajeros, hasta el punto de que si el asfalto está rizado, se puede notar como la voz se distorsiona durante una conversación.
Aunque el tacto del cambio es blando, la precisión con la que entran las marchas y cómo el motor responde cuando se efectúa doble embrague o punta-tacón, dan al MINI una precisión de manejo deliciosa y poco habitual en muchos coches deportivos actuales. El chasis está particularmente afinado para hacerlo muy eficaz en curvas muy cerradas. El eje delantero apoya de inmediato al girar el volante y, si en ese momento se ahueca, el eje trasero ayuda a cerrar la trayectoria con un deslizamiento suave y fácilmente controlable. El escape de serie emite un ruido agradable y una serie de detonaciones al levantar el pedal del acelerador. Los cambios respecto a un Cooper S se notan, por el sonido, por el empuje del motor y por el ajuste general, y hacen que la conducción de este coche se sienta «especial».
Los cambios en el motor afectan al turbocompresor, que está fabricado en un material más resistente a temperaturas altas y que genera mayor presión de sobrealimentación; los pistones reducen la relación de compresión de 11,0:1 a 10,2:1, y soportan una mayor compresión; el escape ha sido optimizado. Genera menos contrapresión que el del MINI Cooper S y hace más ruido. El par motor máximo es de 320 Nm, disponible entre 1250 y 4800 rpm. De los modelos comparados en el segundo párrafo, sólo el motor del Audi S1 tiene más par motor (370 Nm), pero el motor del MINI mantiene el par máximo estable en un rango de revoluciones mucho mayor que todos.
El equipamiento técnico (aquel que afecta a las cualidades dinámicas) del JCW también difiere del resto de versiones de la gama. Las llantas de serie son de 17 pulgadas de diámetro, de diseño exclusivo. Opcionalmente, están disponibles otros dos modelos de llantas de 17 y 18 pulgadas, un kit de frenos Brembo con discos y pinzas delanteras más grandes, un escape más sonoro y aditamentos aerodinámicos que optimizan el caudal de aire de refrigeración «para que la temperatura de funcionamiento también sea óptima en un circuito». Concretamente, el lugar ocupado por los faros antiniebla en las versiones menos potentes es sustituido por una entrada de aire complementaria y una tapa que simula una segunda entrada. El coeficiente aerodinámico (Cx) es 0,34, notablemente peor que el de un MINI Cooper S, que es 0,31.
La suspensión, que puede tener amortiguadores de dureza regulable en dos posiciones, recibe cambios en ambos ejes (en materiales de algunos soportes, que son más ligeros y rígidos, en los casquillos y en la rigidez y el grosor de las barras estabilizadoras). También los soportes del motor son diferentes (en el JCW son hidráulicos, no sabemos si también en el resto de la gama). Según MINI, estos cambios afectan al peso, a la rapidez con que reacciona el coche a los movimientos del volante y a la rigidez de la amortiguación. El control electrónico de estabilidad incluye una función que emula el efecto de un diferencial autoblocante, denominado «EDLC», así como otra función («Performance Control») con la que «resulta más sencillo maniobrar el coche al trazar curvas dinámicamente».
Los faros son de ledes. Hay siete colores de carrocería disponibles, con uno verde exclusivo para el John Cooper Works («Rebel Green»). Son específicos de esta versión los asientos deportivos con reposacabezas integrados, el volante multifunción, los embellecedores de los umbrales de las puertas, la palanca de cambios (manual y automática), los pedales y el reposapié de acero inoxidable y el guarnecido del techo. El conductor puede elegir entre diferentes modos de conducción que modifican el sonido del motor, la velocidad de respuesta del acelerador y del volante y, si están equipados, el modo de respuesta de los amortiguadores con regulación de dureza y la gestión del cambio de marchas automático.
Hemos hecho un cálculo con nuestro comparador de seguros de coches para una póliza a todo riesgo sin franquicia de un MINI John Cooper Works con cambio manual. El conductor supuesto tiene 34 años, reside en Madrid, usa el coche a diario, recorre un máximo de 20 000 km anuales y guarda el coche en garaje colectivo. Su anterior aseguradora era AMA y, actualmente, el coste más bajo se lo ofrece Qualitas Auto, por 362 euros anuales. Esta póliza es de buena calidad (7,49 sobre 10 puntos) y una relación entre calidad y precio alta (8,56 sobre 10 puntos posibles).