Mercedes-AMG SL (2022) | Información general

19/10/2023 |Enrique Calle

El Mercedes-AMG SL 63 4MATIC+ (es la versión que he probado de la gama SL 2022) tiene una doble faceta que me ha parecido interesante y que no es fácil encontrar en el mercado. Es un deportivo notable capaz de alcanzar 315 km/h, acelerar desde parado hasta 100 km/h en 3,6 s y que también permite circular muy deprisa por zonas de curvas o, mejor, circuitos. Además, es un buen descapotable porque los ocupantes de las plazas delanteras viajan sorprendentemente bien protegidos del viento.

No es un buen coche para viajar. El SL 63 4MATIC+ está hecho para sentir la carretera y no para aislarse de ella. El ruido aerodinámico que se cuela entre la capota y las ventanillas es evidente a las velocidades normales de viaje, así como también lo es el ruido de rodadura. Pero lo más desconcertante y molesto de este SL es, bajo mi punto de vista, que el interior es caluroso.

El Mercedes-AMG SL de código R232 es la séptima generación de SL. Tiene cuatro plazas y un techo de lona que se abre y cierra en 15 segundos a velocidades de hasta 60 km/h. Mide 4,71 metros de longitud, 1,92 m de anchura y 1,36 m de altura.

Hay cuatro versiones: SL 43 (148 972 €), SL 55 4MATIC+ (190 532 euros), la mencionada SL 63 4MATIC+ (223 338 €) y la SL 63 E PERFORMANCE (aún no está a la venta), cuyas potencias son 381, 476, 585 y 816 caballos respectivamente (Precios, fichas y equipamiento de la gama Mercedes-AMG SL). El cambio de marchas es automático de 9 relaciones en todo caso. Las alternativas más claras al SL son el BMW Serie 8 Cabrio (si bien es un poco más largo) y el Lexus LC Cabrio (tiene un precio de partida superior).

Las tres versiones del SL están separadas entre sí por precio y potencia, pero también por diferencias técnicas relacionadas con el chasis. EL SL 43 tiene tracción trasera; los SL 55 y 63 (los dos con esta nomenclatura) tienen tracción total y dirección a las cuatro ruedas. Y, los SL 63 4MATIC+ y SL 63 E PERFORMANCE tienen de serie AMG DYNAMIC PLUS (un paquete que consiste en suspensión deportiva, diferencial autoblocante, apoyos del motor de dureza variable y programa de conducción RACE) y AMG Active Ride Control (barras estabilizadoras activas).

Por lo tanto, es de esperar que el SL 43 sea el más cómodo y económico de consumo, así como el más e indicado para una utilización normal. Los SL 63 son los mejores si se buscan altas prestaciones y una respuesta dinámica en curva, en detrimento de la comodidad. Hay más información en el apartado Impresiones de conducción.

La carrocería no es muy práctica, especialmente en la ciudad. Con un capó tan largo y un puesto de conducción tan bajo y retrasado, a veces es complicado hacerse una idea de dónde están los extremos delanteros del vehículo. También es difícil ver el tráfico que viene en sentido perpendicular en cruces estrechos. 

La distancia libre al suelo es escasa (especialmente en el SL 63 4MATIC+) y por ello me parece muy conveniente la opción que permite elevar unos centímetros el eje delantero (2768 euros) para no rozar al afrontar algunas rampas de garaje y cuando se aparca junto a bordillos. El SL tiene poca capacidad de giro (necesita 12,84 metros para dar una vuelta completa) y se nota especialmente cuando hay que aparcar en plazas con un acceso complicado. Una vez en marcha se maneja aceptablemente bien para sus proporciones ya que el eje trasero con dirección ayuda, por ejemplo, a doblar esquinas. El eje trasero también ayuda a que el SL se más manejable en carreteras de curvas muy cerradas y estrechas.

Este Mercedes-AMG SL tiene una relación poco favorable entre tamaño exterior y espacio interior. Aún así, las dos plazas delanteras son correctas para que dos ocupantes vayan cómodos. Los asientos sujetan bien el cuerpo y tienen muchos elementos de confort, incluidas unas salidas de aire caliente a la altura de la nuca. 

Las plazas traseras son útiles para ampliar el espacio de carga, no para transportar personas. El maletero tiene un máximo de 240 litros de capacidad y un mínimo de 213 cuando está preparado para alojar el techo. Hay más información en el apartado Impresiones del interior.

Las posibilidades de equipamiento son las propias de un coche de lujo. Por el contrario, la calidad de los materiales y los remates son propios de uno mucho más barato. Hay piezas mal ajustadas o sueltas que son el origen de algunos ruidos (por ejemplo sobre carreteras en mal estado). 

Para este SL se pueden elegir 12 colores de carrocería, dos de los cuales son específicos para el modelo (SL hiperazul metalizado y Manfaktur gris Monza magno). 

Breve historia del Mercedes-Benz SL

El Mercedes-AMG SL que aparece en este artículo, año modelo 2022, recibe el código interno R232. Se comercializa únicamente como producto AMG, es decir, no existe un Mercedes-Benz SL. 

Las dos generaciones previas de Mercedes-Benz SL (R230 y R231) fueron biplaza y con techo rígido. Pero las dos anteriores a estas (R107 y R129) sí que tenían, al igual que el modelo vigente de 2022, cuatro plazas y techo de lona. 

Otro punto disruptivo de la séptima generación está en el hecho de que hay versiones con tracción total. Hasta ahora, los SL siempre habían sido exclusivamente tracción trasera. Además, por primera vez el SL tiene un sistema de dirección en el eje trasero. A menos de 100 km/h las ruedas traseras giran en sentido contrario a las delanteras para mejorar la maniobrabilidad y, a más velocidad, en el mismo sentido para favorecer la estabilidad.

Para el diseño exterior, Mercedes-Benz dice haberse inspirado en algunos elementos del 300 SL de 1952, como una parrilla con 14 lamas verticales. Los faros, de tecnología led matricial, son los denominados Digital Light que ya llevan otros modelos como el Clase S.

Hay que remontarse a los orígenes de la saga SL, a la década de 1950, para encontrar un motor de cuatro cilindros. En concreto, fue en el 190 SL que estuvo en producción entre 1955 y 1963 (generación W121). Todos los demás SL han llevado motores de 6, 8 o 12 cilindros.