Mercedes-Benz Clase X Doble Cabina (2018) | Impresiones de conducción

13/12/2018 |Alfonso Herrero (@alf_reguart)

Las reacciones en carretera del Clase X no son similares a las de un todoterreno ligero —como puede ser un Mercedes-Benz GLE— porque es más pesado y notablemente más torpe, pero su conducción, no entraña complicaciones ni transmite sensación de inseguridad. 

La característica técnica más diferenciadora con respecto a sus rivales es la suspensión trasera independiente con muelles helicoidales (salvo el Nissan NP300 Navara y el Renault Alaskan, que tienen la misma dado que los tres modelos han sido desarrollados conjuntamente). Esta solución es más costosa que una suspensión rígida por ballestas como la que llevan todas sus alternativas, pero por contra suele ser menos robusta y adecuada para quien necesite usar el coche frecuentemente con mucha carga. Proporciona a los pasajeros (especialmente a los de la fila trasera) un confort de marcha notablemente superior porque filtra los baches con suavidad y no produce los típicos rebotes bruscos al superar irregularidades del firme, especialmente cuando se viaja con la zona de carga vacía. 

No por ello el Clase X es un coche que se pueda considerar cómodo de suspensión en una comparación general porque cuando las ruedas, especialmente las delanteras, pasan por un bache o un paso peatonal sobreelevado, transmiten enérgicamente el movimiento al habitáculo. De todas formas, el Toyota Hilux y el Ford Ranger tienen una suspensión más dura y menos confortable

El silencio de marcha y la suavidad de rodadura también son superiores en el Clase X. Mercedes-Benz dice que ha buscado que sea más refinado que la competencia para que agrade a los compradores particulares que quieren utilizarlo para viajar y realizar actividades de ocio. Para ello ha realizado cambios sobre el NP 300 Navara: ha ajustado los frenos y el funcionamiento del ESP, ha aumentado la anchura de vías para mejorar la estabilidad, ha reducido el centro de gravedad en unos 20 mm (reduciendo a su vez la altura libre al suelo, lo que perjudica los ángulos de entrada, salida y ventral) y también ha modificado la dirección para que sea más directa y precisa (ficha técnica comparativa).  No hemos probado el Navara en condiciones similares, por lo que no podemos confirmar la afirmación anterior.

Del Clase X hemos probado en profundidad la versión 250 d, asociada al motor de 2,3 litros de cilindrada y 190 CV. Tiene un refinamiento normal para un vehículo de este tipo aunque creemos que sus vibraciones están mejor filtradas que en otros pick-up. No es un coche ruidoso, por lo que viajar en él no supone un inconveniente en este aspecto.

Con dos personas y sin carga, el Clase X 250d no es veloz pero sí capaz de mantener el ritmo del resto del tráfico, aunque con frecuencia se hace necesario recurrir a toda la potencia disponible (para realizar adelantamientos, incorporaciones o subir pendientes fuertes sin perder velocidad). Según nuestras mediciones, acelera algo mejor de 80 a 120 km/h que un Volkswagen Amarok de 180 CV (tarda 9,1 s en vez de 10,0 s). Para tener una referencia, es un tiempo similar al de un Renault Kadjar Diesel de 110 CV.

La capacidad de frenada ha sido brillante. Hemos conseguido detener el Clase X en solo 49,4 metros, entre 8 y 10 menos que los otros pick-up que hemos probado (comparativa). No solo es destacable respecto a los modelos con este tipo de carrocería, sino que también lo es en términos absolutos (hay deportivos, como el Nissan GT-R, que han frenado en una distancia similar).

El cambio de marchas automático (de convertidor de par) es suave y algo lento. El de un Toyota Hilux actúa de forma similar y el del Volkswagen Amarok es más rápido.  De su funcionamiento nos ha llamado la atención que utiliza la sexta relación en situaciones en las que, aparentemente, podría circular en séptima. Sucede en autovía, a poco que se solicite un mínimo de par más del empleado llaneando. No es molesto porque apenas supone un aumento del ruido, pero no beneficia el consumo.

El consumo es normal para un coche de este tipo. En un uso urbano es raro bajar de los 10 litros cada 100 km y en carretera, esta cifra se puede bajar solo un poco. En nuesto recorrido de consumo, que se hace a 120 km/h de media real, ha gastado 9,9 l/100 km. Es el único pick-up del que tenemos este dato puesto que hasta hace unos meses, estos vehículos no tenían permitido circular a más de 90 km/h.

Para los usuarios que deseen una respuesta de motor contundente incluso con mucha carga y un cambio de marchas automático con un funcionamiento más refinado, lo mejor es optar por la versión 350d, que tiene un motor Diesel de 258 CV de origen propio y un cambio de marchas distinto, aunque también de convertidor de par y siete marchas. Lo hemos probado brevemente en una presentación a la prensa que ha transcurrido en su mayor parte por pistas sin asfaltar. La diferencia de potencia y refinamiento con respecto a la versión 250d es muy notable. El motor produce un sonido más agradable y permite tener una reserva de fuerza ante situaciones de alta demanda de aceleración que no está cerca del alcance del menos potente. Aunque no hemos medido las prestaciones de esta combinación de motor y caja de cambios en el Clase X, sí lo hemos hecho en el GLE Coupé; en ese modelo dio buenas prestaciones y un consumo elevado (Impresiones de conducción).

La altura mínima al suelo es 202 milímetros, distancia que se puede incrementar en 20 mm si se opta por una suspensión que mejora la capacidad todo terreno (349 euros). El ángulo de ataque es 28,8 grados (30,1 con la suspensión elevada), el de salida 23,8 grados (25,9) y el ventral 20,4 grados (22 grados con la suspensión opcional). La máxima inclinación que admite la carrocería son 49,8 grados (49 grados con la suspensión opcional). La profundidad máxima de vadeo es 600 mm.

Su utilización fuera del asfalto queda condicionada por sus dimensiones. Por lo demás, tiene un sistema de tracción total conectable (se puede pasar de tracción trasera a total en movimiento, girando un mando) que funciona bien y reductora (se activa con el mismo mando anterior, pero con el coche detenido). Además, hay un control de velocidad en descensos (trata de mantener el avance a 5 km/h) y, opcionalmente, un diferencial trasero bloqueable, algo que será útil a quien vaya a hacer un uso realmente exigente en campo.

Los faros son de ledes y alumbran bien. No tienen función de cambio automático de cortas a largas ni es posible hacer que se enciendan por la noche al abrir el coche a distancia.