Mercedes-Benz SL 500 (2002) | Información general

24/09/2002 |Víctor M. Fernández

El Mercedes-Benz 500 SL es un coche que cumple igual de bien las funciones de cupé y de descapotable; tiene un grado de seguridad activa muy alto y es fácil de conducir; y me ha parecido muy apropiado para usar a diario por comodidad y funcionalidad.

No tiene la faceta «deportiva» de coches como el Porsche 911, el Maserati Coupe o Spider GT, el Ferrari 360 Modena o incluso el BMW Z8. Le falta la rapidez de reacciones y el tacto de esos modelos que, a su vez, no tienen algunas de las cualidades citadas del Mercedes-Benz 500 SL.

En sólo unos segundos, pulsando un botón situado en la consola central, el Mercedes-Benz SL pasa de cupé (con techo duro) a descapotable. En la actualidad no hay ningún otro deportivo con estas características, a excepción del Mercedes-Benz SLK 32 AMG; no considero deportivo al Lexus SC 430, y el Cadillac XLR no llegará antes de 2004.

Su motor V8 de 306 CV es potente y tiene un sonido muy bonito. La aceleración que da está limitada por el elevado peso del coche (1.845 kg) y, en cierta medida, por el cambio automático de cinco marchas.

Es una de las características que lo distinguen de coches como el BMW Z8, el Porsche 911 o el Maserati Coupé, que pueden tener cambio manual de seis velocidades.

Es más rápido de reacciones que el anterior SL 500 (también pesa 45 kg menos), pero no tanto como otros deportivos más ligeros y ágiles, que también son más exigentes para quien quiera conducir muy rápido.

Las dos cualidades dinámicas que más me han gustado son, por una parte, la seguridad que dan los frenos SBC (Sensotronic Brake Control) en toda circunstancia; por otra, la relación entre estabilidad y confort que proporciona el sistema de suspensión activa ABC (Active Body Control).

El puesto de conducción es muy agradable, todo queda a mano y los mandos son fáciles de accionar, pero algunos de ellos están muy agrupados y obligan a mirar para saber qué botón pulsamos. Tiene detalles de estilo deportivo, un equipamiento abundante y una calidad de terminación excelente (aunque con algunos detalles impropios de un Mercedes). A pesar de ser un biplaza descapotable, el Mercedes-Benz SL me ha parecido un coche muy cómodo para utilizar a diario y con muy buenas soluciones en cuanto a funcionalidad, tanto en el interior como en el maletero.

Para aquellos que valoren especialmente su condición de descapotable, creo que el Mercedes-Benz SL 500 (y el Mercedes-Benz SL en general) es la mejor opción por equilibrio entre estabilidad, confort, seguridad, agrado de conducción y funcionalidad en el uso a diario.