Mercedes-Benz Clase S (2017) | Equipamiento

08/11/2018 |Pablo David González (@PD_Gonzalez)

El programador de velocidad activo —al que Mercedes-Benz denomina DISTRONIC— dispone de una nueva función llamada «Active Proximity Control» que tiene en cuenta los datos del sistema de navegación para adaptar la velocidad del vehículo a las curvas y las intersecciones que haya en la ruta. Tiene un funcionamiento correcto en la mayoría de las ocasiones, ya que no disminuye la velocidad en exceso, ni hace que esta sea demasiado elevada cuando se aborda una curva. En determinados casos, por ejemplo me ocurrió al entrar en algunas rotondas, es necesario ser prudente con el uso de este sistema (en realidad siempre hay que serlo con este tipo de tecnologías) porque no tiene en cuenta los coches que circulan por el interior de la rotonda y puede que la velocidad de entrada sea inadecuada.

DISTRONIC también tiene capacidad para adaptar la velocidad de acuerdo con lo que lea el sistema de reconocimiento de señales de tráfico «Traffic Sign Assist». Durante el tiempo que lo probé, no cometió ningún error en su labor, pero necesito utilizarlo en más escenarios para ver cuál es su reacción cuando, por ejemplo, se circula por una autopista y el sistema de reconocimiento de señales lee la limitación de la vía de servicio que discurre paralela y solo separadas por un muro. 

El sistema de mantenimiento de carril —Active Steer Assist— tiene un funcionamiento más preciso moviendo la dirección para que el vehículo circule por el centro del carril y, según Mercedes-Benz, hasta 130 km/h no necesita que las señales de demarcación del carril estén perfectamente pintadas para realizar su función (esto último no he podido probarlo). Tengo la impresión de que en el Clase S 2017 puede ejercer más fuerza sobre el volante, lo que quiere decir que puede tomar curvas que sean un poco más cerradas.

Con todo, Active Steer Assist no está pensado para desentenderse de la conducción. Si el conductor suelta el volante, el sistema emite una alarma visual en la instrumentación pasados unos 15 segundos. Si continua sin detectar actividad, se producen unas serie de advertencias acústicas. Como pude comprobar, un minuto después de haber soltado las manos, entra en funcionamiento «Active Emergency Stop Assist», un sistema que detiene el vehículo, enciende los intermitentes de emergencia, desbloquea las puertas y llama a los servicios de emergencia (el Škoda Superb y otros vehículos del grupo Volkswagen tienen un sistema que hace lo mismo).

Como en el Clase S 2013, el Clase S 2017 puede seguir la trayectoria del vehículo que circule delante en un atasco. La novedad estriba en que ahora este sistema puede funcionar de forma autónoma hasta 30 segundos antes de requerir la intervención del conductor y en que puede hacerlo hasta una velocidad de 60 km/h. Durante la jornada de conducción no se dieron las condiciones adecuadas para probar este sistema.

Otro sistema novedoso en el Clase S 2017 —aunque no en Mercedes-Benz, ya que el Clase E 2016 sí lo tiene— es «Active Lane Change Assist», el cual realiza automáticamente la maniobra de adelantamiento en vías con más de un carril por sentido. Para activarlo, el conductor tiene que pulsar la palanca del intermitente y en un tiempo máximo de 10 segundos el sistema analizará si es posible adelantar sin colisionar con otros vehículos y ejecutará la maniobra. Lo he probado con tráfico despejado y el resultado ha sido satisfactorio. Es válido tanto para desplazarse al carril de adelantamiento, como para volver al de la derecha. 

El sistema de aparcamiento remoto —Remote Parking Assist— es otro sistema que estrenó el Clase E 2016 y que está disponible como novedad en el Clase S 2017. Con él es posible aparcar y desaparcar el vehículo tanto en línea como en batería desde el exterior, es decir, sin estar sentado en el puesto de conducción. Para ello hay que utilizar una aplicación específica teléfonos móviles inteligentes (smartphones). Este sistema tiene un modo llamado «Explore mode» que permite mover el vehículo desde el exterior en línea recta (con pequeñas correcciones de dirección en caso de que haya un obstáculo) una distancia longitudinal máxima de 15 metros.