La autonomía eléctrica del Clase A 250 e es de 73 kilómetros en el 5 puertas y de 75 km en el Sedán (según ciclo WLTP). En condiciones reales, hemos conseguido unos 53 kilómetros por carretera sin pasar de 120 km/h, con un consumo medio de unos 19 kWh/100 km; prácticamente lo mismo ha gastado en ciudad y vías de circunvalación. Siempre que hemos comprobado la autonomía eléctrica, la temperatura en el interior del vehículo al inicio del viaje era de unos 15 grados y, la del ambiente, similar.

El balance de consumo energético (gasolina / energía eléctrica) varía claramente en función del estado de carga de la batería. El menor coste por kilómetro se consigue haciendo el mayor número de kilómetros con la batería cargada, siempre que se cargue haciendo uso de una tarifa económica. La toma de corriente está en el lado derecho de la carrocería y el de la gasolina en el izquierdo. 

A continuación hay detallados algunos de los recorridos que hemos hecho con el Clase A 250 e Sedan durante la prueba:

La carga de la batería se puede hacer con corriente alterna y con corriente continua. En el primero de los casos, en una toma de corriente doméstica se puede cargar a un máximo de 2,3 kW (10 amperios, con lo que una carga tomaría 5 h 30 minutos del 10 al 100%) y también a unos 1,8 kW (8 amperios; unas 7 h y 30 minutos también del 10 al 100 %) y 1,2 kWh (6 amperios; 7 h 30 minutos). El conductor puede elegir el amperaje de la carga entre esos tres valores desde un menú en la pantalla. Es posible cargar hasta 16 amperios, pero para ello haría falta un enchufe Schuko especial y una instalación que aguante esa intensidad de forma prolongada.

Con un Wallbox de 7,4 kW, el tiempo se reduce a 1 hora y 45 minutos para pasar del 10 al 100 % de la capacidad. La máxima potencia de carga en corriente continua son 24 kW. Con una toma así, son necesarios alrededor de 25 minutos para pasar de un 10 a un 80 %. En el manual de usuario pone al respecto de la carga rápida lo siguiente: «efectúe una carga rápida de la batería de alto voltaje solo en caso necesario».

Durante la prueba hemos recargado la batería en una toma doméstica. Comenzando al 1 y terminando al 100 %, la compañía eléctrica facturó 16,3 kWh. La capacidad bruta que Mercedes-Benz anuncia es 15,6 kWh; desconocemos la neta. Es normal que la energía que «sale del enchufe» sea mayor a la capacidad de la batería anunciada por el fabricante, ya que hay pérdidas que se producen durante la carga, que pueden variar en función de la instalación y el vehículo.

Si con esos 16,3 kWh conseguimos hacer —hipotéticamente— unos 60 kilómetros en modo eléctrico (algo que sería posible en recorridos urbanos si no hay circunstancias adversas o si hay que elevar mucho la temperatura del habitáculo y de la propia batería), eso significa que el coste por cada 100 kilómetros será de aproximadamente 2,7 euros (los cálculos está hechos con una tarifa de 0,10 euros el kilovatio hora).

Como en otros coches híbridos enchufables y eléctricos, el sistema de navegación tiene una base de datos con los puntos de recarga disponibles en la zona. En el Clase A, gracias al sistema de reconocimiento de voz del sistema multimedia MBUX, es posible hacer una búsqueda de ellos dando instrucciones vocales como: «Hola Mercedes, busca estaciones de carga cercanas». Otra función especial es que si hemos introducido una ruta en el navegador con destino a una ciudad, automáticamente se reservará una parte de la batería para circular en modo eléctrico al final del viaje.

Hicimos dos veces nuestro habitual recorrido por autopista de 143 km (los datos aparecen destacados en negrita en la tabla anterior). Uno fue comenzando con la batería al 94 % y terminando al 3 % (alcanzó este valor después de haber recorrido unos 70 kilómetros y luego se mantuvo, más o menos, en ese 3 %): el consumo de energía eléctrica fue de 6,2 kWh/100 km y, el de gasolina, 4,6 l/100 km. En el segundo recorrido, comenzando con la batería al 3% y finalizando al 1%, el consumo de gasolinfa fue 6,7 l/100 km y el de energía eléctrica, 0,1 kWh/100 km.